La liquidación forzosa de dólares que los bancos debían hacer por una reciente exigencia del Banco Central había empezado a reducirse fuertemente durante los últimos diez días. Y ponía en peligro la "paz cambiaria" que pretende mantener el organismo. El regreso del drenaje de divisas y el sugestivo repunte del dólar en todas sus expresiones, la última semana, preocupó al organismo y lo apuró a aumentar las penas para aquellas entidades que decidieran desobedecer la normativa: el viernes quintuplicó el tamaño de las multas que estaban previstas e incluyó, además, la posibilidad de revocarles la autorización para operar en el mercado cambiario.
Encontraba razones de peso para hacerlo. Las turbulencias podían volver a repetirse si el desarme de posiciones de los bancos continuaba al mismo ritmo: fue de u$s 1.060 millones en la primera semana de vigencia de la medida; de apenas u$s 281 millones en la segunda y de sólo u$s 210 millones en la tercera.
Algunas entidades ven todavía peligrosa una pesificación de sus carteras que las dejaría demasiado expuestas a una eventual devaluación. Aun cuando las tasas en pesos son más atractivas que las que promete el dólar, algunos grandes bancos privados eligieron "ocultar" sus contratos a futuros transfiriéndolos a sociedades propias (que no consolidan balances con ellos), y otros se encaminaban decididamente a incumplir la comunicación para digerir las multas que estaban previstas.
Los primeros cálculos hechos a mano alzada eran ya una gran tentación: pagar un cargo que era de dos veces la tasa de interés nominal anual de la licitación de Lebac en dólares (del 4%) o dos veces la Libor a 30 días (0,15%) era preferible a liquidar divisas a $ 8 o asumir pérdidas en contratos a futuro con tasas negativas. Si bien algunos veían políticamente incorrecto el movimiento, en la mesas de dinero de una de las grandes entidades ya se habían animado a hacer la cuenta: la multa los llevaría a pagar sólo $ 10 millones por cada $ 500 millones de exceso, o de $ 160.000 diarios por posición de 100.
El Central incluyó ahora las sanciones que están previstas en la temida ley de entidades financieras y actualizó la multa a "un cargo equivalente a 1,5 vez la tasa de interés nominal anual" de las Lebac en pesos, que hoy es del 28,8% anual. Esto significa que, a grandes trazos, la pena será cinco veces mayor. Concretamente: lo suficientemente alta como para disuadir a un sector privado que parece encontrar más amenazas que incentivos económicos para deshacerse de sus dólares.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=729884