Rechaza ofertas para aliviar vencimientos antes de las elecciones
Preocupado por el elevado stock de Lebac, que ya llega a los $ 325.000 millones y que podría generar dificultades en la víspera electoral, el Banco Central se esforzó en las últimas semanas por reducir al mínimo el tope máximo que los bancos pueden comprar de aquellas Letras que vencen antes de las elecciones, que son a 90 días (fin de agosto) y 120 días (fin de septiembre), y colocar la mayor parte de la deuda a licitar con vencimientos posteriores a octubre. Ayer, el organismo se vio obligado a inyectar $ 1.089 millones al rechazar ofertas a corto plazo y evitar una suba de tasas. Los rendimientos ofrecidos cerraron esta vez sin cambios. La novedad estuvo en los plazos. El Central evitó emitir instrumentos a un año para dejar allanado el camino a la colocación del Bonac que hará mañana el Gobierno, por al menos $ 3.000 millones. Pero, también, rechazó más de $ 4.700 millones que le acercaron los bancos con el propósito de que las colocaciones menores a cinco meses no superaran esta vez los $ 2.000 millones.
La posición que toma el titular del BCRA, Alejandro Vanoli, es un indicio de la cautela que debe tomar frente a los meses que vienen: de los $ 325.000 millones en Lebac que ya lleva emitidos, casi el 65% vence antes de las elecciones de octubre. Los meses de mayores exigencias para la institución serán julio (más de $ 50.000 millones); agosto ($ 40.000 millones); y septiembre ($ 50.000 millones). El problema: el Central ya emite hoy a un ritmo del 32% anual, y en los bancos advierten que el boom de plazos fijos y la floja demanda de créditos generan crecientes excesos de liquidez. Para las Lebac en pesos a 84 y 119 días de plazo, las tasas fueron del 25,80% y del 26,39%, respectivamente; y para las que son a 196 y 252 días, del 27,44% y del 28,25%.
En el mercado creen que las elecciones podrían alentar una tendencia del sector privado a cubrirse y a «dolarizar portafolios», que limitará al Gobierno para absorber Lebac y forzado, por la misma razón, a tomar soluciones con algún grado de riesgo. El dinero en poder del público crece hoy al 35% anual, algo por encima de la emisión de pesos. El verdadero peligro está en que, con los comicios más cerca, las empresas y los particulares usen esta liquidez que hoy tienen para volcarse al dólar. Un movimiento de este tipo obligaría a las entidades a deshacerse de sus Letras para atender la salida de depósitos.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=794169