Desde comienzos de mes, el Gobierno entrega más divisas a grandes empresas que tenían pagos demorados para el ingreso de bienes de consumo e intermedios
Luego de haber ampliado el acceso a las divisas para los sectores con cupos de importación acordados con el Gobierno, el Banco Central comenzó a liberar este mes dólares para grandes empresas importadoras de insumos y bienes de consumo, confirmaron a El Cronista fuentes oficiales y del sector privado. La intención oficial es dinamizar la economía preelectoral, aprovechando las colocaciones de deuda de Nación e YPF y la liquidación de las cerealeras exportadoras.
El Banco Central había ajustado el torniquete en enero y febrero, los meses estacionalmente más secos de la plaza cambiaria. El objetivo, afirmaron en la entidad monetaria, era despejar tensiones devaluatorias al achicar la brecha entre el dólar oficial y el paralelo. Luego comenzó al entregar divisas de manera creciente, a medida que fueron ingresando dólares de la cosecha gruesa. Como informó este diario, entregó a importadores u$s 3200 millones en febrero, u$s 4000 millones en marzo y u$s 4600 millones en abril.
Ese dinero se distribuyó entre los sectores que son importadores asiduos. La industria automotriz fue la más beneficiada. En abril recibió u$s 555 millones para sus compras, en marzo, u$s 962 millones y en abril casi el doble que dos meses antes: u$s 1020 millones. Eso permitió normalizar las importaciones de las terminales y achicar la deuda que éstas tenían acumuladas con sus proveedores y casas matrices por falta de divisas, afirmaron a El Cronista fuentes de las automotrices.
Los dólares para las ensambladoras de Tierra del Fuego también se duplicaron. Pasaron de u$s 136 millones en febrero a u$s 223 millones en marzo y llegaron a u$s 285 millones el mes pasado. Si bien quedan deudas con el sector, los ensambladores de electrónica confirmaron que la situación se normaliza. También recibieron divisas en los últimos meses la industria química y los importadores de bienes de consumo. Los químicos obtuvieron u$s 544 millones en febrero, u$s 565 en marzo y u$s 722 millones en abril. Para la importación de bienes terminados hubo u$s 329 millones, u$s 382 millones y u$s 413 millones, respectivamente. La importación de energía insumió u$s 531 millones, u$s 678 millones y u$s 728 millones, de acuerdo a datos oficiales.
La llegada de los fondos captados con el Bonar 2024 y la obligación negociable de YPF (unos u$s 3000 millones en total) y la aceleración de la cosecha gruesa permitió al Gobierno destinar más divisas a sectores que venían postergados. La entidad que preside Alejando Vanoli espera que las cerealeras liquiden un promedio diario de u$s 160 millones durante toda la cosecha gruesa, lo que daría un total de u$s 14.000 millones entre abril y agosto inclusive.
El BCRA e importadores habían acordado cupos de divisas. Las empresas más pequeñas, que hacen pedidos de hasta u$s 150.000 diarios (u$s 3 millones mensuales), no registran problemas desde febrero, afirmó el presidente de la Cámara de Importadores (Ciara), Diego Pérez Santisteban. Para conseguir más de esa suma se requiere una autorización de la entidad monetaria, que «administra» las divisas. «Hay un sector con el que nunca se habían arreglado cupos, pero importa más de u$s 3 millones al mes. Estas empresas grandes tenían Declaraciones Juradas de Anticipo de Importación (DJAI) aprobadas por 7 o 9 millones al mes, pero conseguían u$s 6 millones y empezaban a acumular deuda. Ahora empieza a revertirse», explicó Santisteban. Son importadores de bienes intermedios y de consumo: componentes eléctricos, materias primas, piezas y equipamientos.
Los importadores habían calculado una deuda acumulada de u$s 4600 millones con proveedores a fin de año y esperan los datos consolidados del primer trimestre para constatar si ese retraso se achicó. Sectores de la oposición y consultores ya ven el freno de divisas para importaciones y giro de regalías como un lastre con el que cargará el próximo gobierno. En un reporte de abril, la consultora Elypsis estimó el stock de utilidades sin girar desde principios de 2012 en u$s 11.000 millones, o un tercio de las reservas brutas y casi la totalidad de los dólares disponibles.