La obsesión sigue vigente: evitar que la suba de tasas de interés condicione aún más, en un año electoral, la alicaída marcha de la actividad. A sólo días de haber prohibido a los bancos el cobro de cargos y comisiones, uno de los principales factores que elevan el costo de los créditos, el Banco Central avanza ahora en un próximo plan para liberar a las entidades del sistema una buena parte de los pesos que hoy no pueden disponer por las llamadas "exigencias de efectivo mínimo".
La normativa en estudio tiene dos objetivos: abaratar los costos de administración de liquidez que deben afrontar los bancos, y que hoy ponen presión a las ya elevadas tasas de interés "pasivas" (las de los depósitos); y asegurar que se mejore el abastecimiento de los cajeros automáticos en aquellas zonas que siempre sufren escasez de billetes (especialmente, las más alejadas del centro del país).
El plan ya decidido es computar el dinero de los cajeros automáticos (ATM) como parte de la integración de efectivo mínimo que deben rendir los bancos. Esa sola concesión, si incluye a todos los ATM de las redes Link y Banleco (12.000), podría dejar disponibles para las entidades entre $ 3.000 y $ 5.000 millones adicionales que hoy deben tener encajados en las cuentas corrientes del BCRA.
Pero podría llegar a ser bastante más ambicioso si incluye además un pedido del sector: meses atrás, las tres asociaciones de bancos del sistema (Adeba, Abappra y ABA) pidieron al organismo que el nuevo beneficio contemplara también el dinero que guardan los tesoros regionales en el interior del país. Ese simple cambio, que en entre los propios ejecutivos ven como una posibilidad remota, podría aportales unos $ 10.000 adicionales.
En el Central confirmaron a este diario el armado de la normativa sobre los cajeros, pero no precisaron una fecha prevista de aprobación ni de publicación. Su diseño requerirá confeccionar un régimen informativo junto con las redes Banelco y Link, que deberían ser las encargadas de adecuar los sistemas informáticos para que las entidades pudieran hacer un corte a las 17 de cada día y registrar, así, el efectivo disponible en sus cajeros.
El objetivo de Marcó del Pont, confiado en algunas reuniones que tuvo hace meses con los principales banqueros, es "flexibilizar" una vez más la exigencia de "efectivo mínimo" que fue endureciendo el año pasado. Lo había hecho, ya, a principios de este año con el recorte de algunos encajes que resolvió para las entidades que prestaran dinero a pymes; y también, hace sólo unos meses, con la reducción de la exigencia para aquellos bancos que participaran en las "líneas de inversión productiva".
La nueva medida significará un favor al sector, después de que en los últimos meses ganaran lugar en los medios algunos castigos ejemplificadores, como el tope a las tasas de interés de tarjetas de crédito, la extensión de la obligación de dar créditos a empresas, los límites a las comisiones que cobran por servicios y -lo más reciente- las prohibiciones a algunos cargos adicionales que suelen incorporar en el costo de sus préstamos.
Ahora, parece, será el turno de la 'mano blanda' de Marcó del Pont: igualmente activa en estos meses, pero con menos publicidad.
La funcionaria ya dio algunas muestras de benevolencia cuando, el mes pasado, decidió perdonar a algunas entidades que no llegaron a cumplir con el monto de préstamos obligatorios del segundo tramo de la línea de inversión productiva. "Valoramos el esfuerzo", les reconoció en la reunión del último martes 26 de junio. También, claro, cuando hizo lugar a las respuestas que dieron algunos ejecutivos sobre sugestivas extracciones en dólares en cajeros del exterior. La carta oficial quedó sólo en un susto.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=698361