En las últimas ruedas de enero, la autoridad monetaria empezó a fijar el monto de Leliq a colocar antes de la licitación. Con oferta fija, las entidades tienen que pedir menores rendimientos para lograr hacerse de letras a 7 días.
En las últimas ruedas de enero, el Banco Central (BCRA) cambió la estrategia de licitación de Leliq y cada vez más entidades se quedan afuera de ellas y no puede acceder a sus altos rendimientos. Aunque los definen como una solución «subóptima», a fin de enero las mesas de los bancos terminaron volviendo a los pases pasivos a 1 día, que pagan 12 puntos porcentuales menos.
El stock de pases pasivos (un depósito de los bancos en el BCRA) a 1 día estuvo por debajo de los $ 10.000 millones durante buena parte del mes pero se disparó hasta llegar a $ 93.388 millones al 31 de enero. De ese total, $ 89.733 millones corresponde a bancos privados. El cambio fundamental de las últimas ruedas fue que el BCRA empezó a anunciar el monto exacto que pretendía colocar en Leliq y puso en marcha una fuerte baja de tasas.
La tasa promedio de los pases durante las últimas 4 jornadas del mes se acercó a 43,1%, mientras que el retorno de las Leliq promedió 55,1%. Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma, interpretó la diferencia de rendimientos: «El BCRA les mostró a los bancos que no tenían todo tan seguro porque el organismo también dispone de otro instrumento, que paga una tasa bastante menor, y que está dispuesto a usar».
En las mesas bancarias indicaron que el resurgimiento de los pases, sobre todo a fin de mes, en parte se relaciona con el promedio mensual de encajes que tienen que alcanzar los bancos. «Los privados, manejamos eficientemente la cantidad de numerales para Leliq y las priorizamos. Más cerca de fin de mes, cuando ya no podemos cancelar numerales con letras a 7 días, los colocamos en pases, aunque paguen el 80% de la una tasa mínima de Leliq adjudicada en el día», explicaron.
«A principios de mes, los bancos necesitan más dinero que en el resto, por eso hacia el final pueden buscar un instrumento más corto que la Leliq, para estar más líquidos», coincidió Gabriel Zelpo, economista jefe de Elypsis. Y agregó: «Yo creo que hay más confianza en los activos argentinos y eso se observa en que las Leliq se licitan a menor tasa, aun absorbiendo liquidez. Las expectativas de inflación decreciente y más estabilidad del tipo de cambio están ayudando al BCRA a bajar la tasa, incluso retirando pesos».
Precisamente, en un contexto de acelerada baja de tasas de Leliq y oferta fija en la licitación diaria, los bancos se ven obligados a pedirle menos tasa al BCRA para poder hacerse de las letras. «Dependiendo la cantidad de pesos que tenga para colocar, probablemente esté más dispuesto a ir abajo de lo que tenía pensado. Es un mecanismo natural. Te quedás afuera un día y al siguiente salís más agresivo», afirmaron.
«Evidentemente la baja fue más fuerte de lo que muchos pensaban y entonces el que se quedó afuera porque pidió más tasa tuvo que morir en los pases. Si bien a fin de mes los bancos tienen pesos en general, por su manejo de liquidez, el hecho de que vayan a pases y no a Leliq se explica por la velocidad de la baja y la forma de licitar del BCRA en estas últimas 4 ruedas», apuntaron en otra entidad.
Desde el BCRA, en tanto, aclararon que el cambio de la licitación se relaciona con que a fin de enero estuvieron más holgados con respecto al cumplimiento de la base monetaria y por eso fueron capaces de anunciar el monto exacto que buscaban colocar. Sin embargo, reconocieron la diferencia de tasas y confesaron: «El pase está diseñado para penalizar al que no entra en Leliq». Además, señalaron que el exceso de pesos que por ahora no va a Leliq y termina en pases, eventualmente se destinará a fondear la demanda de crédito, cuando reaparezca.
En esa línea, Caamaño se refirió a la dinámica que se daría ante un eventual repunte: «Cuando empiece a levantar la demanda transaccional de pesos se va dar un juego interesante porque eso va tender a ponerle un piso a la tasa o al menos al sendero de baja».