Mantuvo las tasas de Lebac que ya había subido en el mercado secundario entre 40 y 150 puntos básicos en comparación con la licitación de agosto. Así, por primera vez menos del 50% de lo licitado ayer quedó en la Lebac a un mes de plazo. El 16% fue a la letra que vence en junio próximo.
La licitación de Lebac de octubre será mucho más llevadera para Federico Sturzenegger, el titular del Banco Central (BCRA), acostumbrado muy a su pesar a atraer las miradas de todo el mercado cada vez que enfrenta un voluminoso megavencimiento mensual. Ayer la entidad que conduce sostuvo por primera vez en una licitación primaria el alza de tasas en los plazos más largos de las letras con las que regula la masa monetaria, algo que ya había hecho en el mercado secundario de esos mismos papeles. Las tasas más atractivas hicieron que muchos inversores aceptaran colocar sus pesos mucho más allá de los 30 días tradicionales y así, los vencimientos del mes que viene serán mucho menores.
Se estima que en octubre el vencimiento rondará los $ 370.000 millones, más de $ 100.000 menos de los $ 484.000 millones y fracción en vencimientos de Lebac que vencían ayer.
«Para remontarse a una cifra similar deberíamos ir a hasta abril pasado, cuando enfrentó vencimientos por $ 382.000 millones», dijo Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma. «Las cuatro siguientes estuvieron por encima de los $ 470.000 millones», dijo.
En cuanto a la licitación de ayer, las tasas quedaron en 26,50%, 26,90%, 27%, 27,3%, 27,35% y 27,35% para los plazos de 28, 56, 91, 154, 210 y 274 días, respectivamente. Se trata de los rendimientos que ofrecían esos mismos plazos en el mercado secundario, a excepción de la letras a 54 y 91 días de plazo donde hubo subas de 25 puntos básicos y 10 puntos básicos, también respectivamente. Ahora, si en lugar de comparar las tasas con las que se operaban en el mercado secundario lo hacemos con las que se fijaron un mes atrás durante la emisión primaria pasada, hubo subas de entre 40 y 150 puntos básicos.
Con la suba de tasas largas Sturzenegger busca convencer al mercado de que su meta de 10% (más, menos 2 puntos) de inflación para el año próximo es factible, luego de casi dos años con poca suerte para torcer expectativas de largo plazo. La meta de este año, no más del 17%, está poco menos que perdida.
La zanahoria que puso el BCRA en la letra que vence en junio del año próximo, al subir un punto y medio la tasa en un mes, tuvo su efecto. El 16% del monto colocado fue pactado para la Lebac a 274 días (fueron $ 71.463 millones). En agosto y julio el monto adjudicado en la letra más larga apenas superaba el 3% del total de la licitación.
A la inversa, en la letra más corta a 28 días de plazo se concentró el 46% del total emitido ($ 203.397 millones). Su peso cae: en agosto el plazo más corto había concentrado el 59% de lo adjudicado y en abril el 65%. Por primera vez desde febrero pasado la letra más corta atrajo menos del 50% de la demanda.
«La realidad igualmente es que con expectativa de inflación a la baja y tipo de cambio estable, tasas más largas en los actuales niveles son muy atractivas», dijo antes de la licitación Paula Premrou, de Portfolio Personal.
El BCRA enfrentaba ayer vencimientos por $ 484.211 millones y logró renovar $409.401 millones, dando como resultado una expansión monetaria de $ 74.810 millones. Fuentes de la autoridad monetaria estimaban el lunes que los bancos tenían un «rojo» alrededor de $ 60.000 millones, es decir, necesitaban liquidez por ese monto para lograr promediar en septiembre las exigencias de efectivo mínimo que les impone la normativa. Con lo cual sólo el resto sería expansión monetaria genuina, que suele aspirarse con pases y letras en los días siguientes.
Desde la licitación de agosto y la de ayer además el BCRA aspiró $ 148.000 millones vendiendo Lebac en el mercado secundario. Con lo cual el ciclo mensual fue en esta ocasión contractivo con creces (al menos en lo que a Lebac respecta, los pases fueron expansivos por casi $ 40.000 millones en el mismo período).