La referencia sigue en 40%, pero la tasa de pases pasivos subió 4 puntos porcentuales a 37%. Admitió una aceleración de la inflación en lo que va de junio
El Banco Central (BCRA) decidió ayer dejar sin cambios la tasa de referencia en 40%. Sin embargo, la entidad conducida por Federico Sturzenegger redujo el ancho del «corredor de pases» que define ese indicador, lo que en los hechos supone un aumento de la tasa activa que paga a los bancos para sacar liquidez del sistema. La tasa de pases pasivos a 7 días subió 4 puntos porcentuales al 37%. El cambio supone un endurecimiento de la política monetaria resultado de una aceleración de los precios en lo que va de junio.
En un comunicado, el BCRA empezó por repasar el acuerdo con el FMI: el certificado de defunción para la meta del 15% para 2018 y la adopción de nuevas metas de 2019 en adelante. «Los cambios en el escenario internacional de los últimos meses afectaron fuertemente a la Argentina, dado que todavía se encuentra en un proceso de transición fiscal, y propiciaron una depreciación del peso que impide el cumplimiento de la meta de inflación vigente. Esto requiere una redefinición de las metas de inflación para los próximos años, que ahora serán 17% en 2019, 13% en 2020 y 9% en 2021», dijo.
En el futuro próximo el objetivo será llegar a fines de junio 2019 con una inflación interanual del 22% (el último Relevamiento de Expectativas de Mercado ubicaba esa previsión en 22,2%).
Luego, puesto a revisar la actualidad de la dinámica de precios y expectativas, admitió un peor panorama. «Si bien el mes de mayo puede mostrar un número de inflación más bajo que el anticipado por el sector privado, dicha baja se debe, primordialmente, a una menor incidencia del componente regulados. Los indicadores de alta frecuencia muestran una aceleración de la inflación de junio», dijo. Las expectativas de inflación, además, saltaron por la devaluación del peso.
En esa línea, intentó dejar un mensaje: «Esta institución se compromete a mantener el sesgo contractivo de la política monetaria hasta observar signos tangibles de que tanto la inflación como las expectativas de inflación comienzan a descender». Esas dos variables dominaron en lenguaje de la entidad hasta diciembre, en enero hubo dos bajas de tasa sin mejoras en los mismos. Ahora, prometen, son los factores a mirar de cerca.
En cuanto a las tasas, el centro del corredor de pases a 7 días se mantuvo en 40%. Pero el corredor en sí se achicó, el piso, los pases pasivos, pasaron de rendir 33% a 37% tras la decisión de ayer. Y a un día de plazo de 28% a 35%. Con el pase a 7 días sube también la tasa de las Letras de Liquidez (Leliq), en la que los bancos colocan pesos excedentes.
«El reducir el ancho del corredor para mi tiene el doble efecto de mejorar la remuneración de las Leliq y a la vez pueden declarar que la situación se normaliza, cosa que tal vez consideran útil en términos políticos», dijo Miguel Zielonka, de Econviews.
Ayer, los analistas señalaban que el BCRA se limitó a reafirmar la flotación cambiaria con intervenciones puntuales en su comunicado, justo en un día en el que debió vender u$s 700 millones para contener al dólar.
«Le está errando con la intervención cambiaria, dado que está inhibiendo el ajuste del desequilibrio externo, en parte, generado por la propia entidad. Y este error está haciendo que el instrumento tasa no esté funcionando adecuadamente», criticó Hernán Hirsch de FyE Consult.
«La política cambiaria se mantendría como un esquema de libre flotación con intervenciones esporádicas debido a dinámicas disruptivas. Aun así, el BCRA a dos días de relanzar el esquema tuvo que intervenir nuevamente», resaltó también la consultora ACM en un informe para sus clientes.