El dólar tuvo su mayor suba diaria desde el día de la salida del cepo. Cerró en $ 39,77 minorista, una devaluación de más del 9%. El BCRA sólo logró acotar la suba con una subasta de u$s 330 millones
El Banco Central subastó u$s 500 millones a cinco minutos del cierre de una rueda enloquecedora. Adjudicó u$s 330 millones -que fue el total de la suma demandada- a $ 38,71. Así, logró acotar la suba del dólar a la mitad y el avance diario fue del 11%, tras llegar a marcar un alza de más del 20%. Fue, de todos modos, la peor jornada desde la salida del cepo en diciembre de 2015, cuando el dólar se disparó 30%.
El billete rozó los $ 41 en la plaza mayorista, donde terminó a $ 37,60, lo que significó un alza de $ 3,60. El minorista tocó los $ 42 en bancos privados y cerró a $ 38,20 en las pantallas del Banco Nación, $ 3,70 pesos arriba. El promedio entre bancos que realiza el Central colocó el billete en los $ 39,97, una suba de $ 5,37 que implica una devaluación diaria del 9%.
Rueda agitada
Tras la suba desbocada de casi $ 3 que se vivió en la rueda de ayer, el dólar empezó la jornada de sin freno. La divisa superó en los primeros minutos los $ 39, lo que representó una suba del 15%. En bancos públicos y privados de la City el billete escaló en el arranque hasta venderse por encima de los $ 40 y volvió a encender las alarmas.
Fue entonces que poco antes de que se cumpliera la primera hora de operaciones el Banco Central (BCRA) emitió un comunicado en el que anunció una suba de tasas al 60% y una suba de los encajes de 5 puntos porcentuales los encajes bancarios.
De esta manera, la entidad incrementó la referencia en 15 puntos porcentuales, de 45% a 60% (hace unos 15 días la había incrementado del 40% al 45%) en un intento por hacer más atractivos los rendimientos en pesos. Por otro lado retiró de circulación unos $ 100.000 millones con la suba de encajes. Hace también unas dos semanas ya los había aumentado en 3 puntos.
La agencia crediticia Moodys advirtió que elevar la tasa de referencia sólo prolongará la recesión. «Es una clara señal de que los planteamientos de política económica hechos hasta la fecha no han sido suficiente para contener las presiones financieras que enfrenta Argentina», dijo uno de sus directores en Argentina.
Pasadas las 11 de la mañana, la moneda recortó la suba y pasó a los $ 37, con lo que el alza de acotó a un 10,50%. Pero el efecto Banco Central no llegó al mediodía. A las 13 el mercado volvía a arder.
En medio de rumores sobre cambios de Gabinete, a poco de que se hicieran las 14 el Banco Central anunció una subasta por u$s 500 millones. Otra vez el modus operandi elegido fue el de realizarla cinco minutos antes del cierre para bajarlo sobre el final.
La decisión sirvió para recortar la suba a la mitad. La divisa terminó a $ 37,60 en el MULC, $ 3,60 por encima del cierre de ayer, y a $ 39,20 en el Banco Nación, lo que representa una suba de $ 4,70.
Qué dice la City
Mauro Mazza de Bullmarket Brokers consideró que “la suba de encaje traerá mucha tranquilidad”, pero será “recién a partir de la semana que viene”.
Fernando Camusso de Rafaela Capital advirtió que “estamos asistiendo a un verdadero overshooting” en el que “nadie sabe dónde puede estabilizar esto”.
“Las medidas ya no tienen efecto. Insisto, subestimaron la velocidad con la que una crisis de confianza se propaga. Ahora sólo queda una señal de contundencia política”, dijo. Gustavo Quintana de PR Cambios opinó que el mercado busca “un nuevo punto de equilibrio que por ahora está lejos de encontrar”.
“Hubo extrema volatilidad y saltos muy bruscos de los precios, el dólar persistió en la búsqueda de un nuevo valor de equilibrio que refleje con más precisión la situación actual de insuficiencia de oferta, sin encontrar todavía un nivel en el que estabilizarse por un tiempo”, agregó.
La presión adicional sobre la demanda que se produce habitualmente en cada cierre de mes no contribuye por cierto a mejorar las condiciones del mercado y posterga por unos días el objetivo de encontrar un nuevo rango de fluctuación que equilibre al mercado.
A todo esto, ayer por la mañana, el jefe de Gabinete Marcos Peña sostuvo hoy que el Gobierno no considera que esté “frente a un fracaso económico”, sino que, por el contrario, lo ven “como parte de un proceso de recuperación”.