• Aprobó un balance que le permitirá transferir $ 32.000 millones por ganancias; planean elevar topes de emisión
Convertido en pieza clave para cerrar el agujero fiscal, el Banco Central se esforzó en las últimas semanas por darles forma a dos medidas que fortalecerán la asistencia al Gobierno en los meses siguientes a las elecciones de octubre.
La primera de ellas fue aprobar un generoso balance sobre el ejercicio 2012, que permitirá girar utilidades por $ 32.000 millones al Tesoro a lo largo de todo este año. Por este monto quedarían por transferir todavía poco más de $ 20.000 millones, luego de que ya fueran enviados $ 11.000 millones como anticipo en 2013.
La segunda medida dependerá, pasado octubre, de cuestiones difíciles de predecir. Pero ya fue confiada por la propia presidenta del organismo oficial en una reunión que mantuvo con tres de los principales banqueros privados. En la cita, previa a la cumbre que mantuvo la presidente Cristina de Kirchner con empresarios, Marcó del Pont les confió que hay en marcha un plan oficial para modificar el límite de adelantos transitorios que el Banco Central puede otorgar al Gobierno. Para esto se necesitaría modificar la ya reformada Carta Orgánica del ente regulador, con la aprobación de una nueva ley en el Congreso Nacional. Los topes hoy vigentes habrán permitido al Tesoro recibir, a fin de año, casi $ 60.000 millones a lo largo de 2013. La idea es aumentarlos de manera que permitan aportar el año próximo, según estimaciones de los banqueros, al menos $ 30.000 millones adicionales.
El proyecto quedará subordinado al nuevo escenario político que dejen las elecciones legislativas. Los límites actuales están definidos por el equivalente al 12% de la base monetaria y a un 10% de la recaudación de los últimos doce meses que puede ser estirado -por una cláusula de la reforma- hasta el 20% de la recaudación y por un plazo de 18 meses.
Fuente oficiales consultadas por este diario negaron que Mercedes Marcó del Pont se haya sincerado de este modo con los banqueros. Pero no desmintieron la posibilidad de que exista un plan en mente para reformar la Carta Orgánica y ampliar la asistencia del Central al Tesoro el año próximo.
El balance aprobado en estas semanas será publicado en estos días en la página web del organismo. Sus números, que sorprenderán y llamarán la atención de cualquier banquero que por estos días haya intentado trazar estimaciones, fueron logrados sobre la base de la devaluación que se hizo durante ese ejercicio 2012. Como las reservas se contabilizan en pesos, los activos del organismo aumentan con la suba del tipo de cambio. En ese año, el dólar ascendió de los $ 4,20 a los $ 4,90, y el valor de las reservas, prácticamente estancadas, pasó de los $ 180.000 millones a los $ 220.000 millones.
La urgencia del organismo por aumentar los límites de los adelantos transitorios se da en un momento en que ya no puede aumentar la emisión por los canales tradicionales. Hoy, por el cepo cambiario y las mayores expectativas de devaluación el organismo se ve impedido de comprar divisas y expandir así la cantidad de pesos que circula en la economía (la base monetaria). Eso explica en parte la moderación (o el "giro ortodoxo") que se sintió en los niveles de expansión monetaria durante este año, en el que cayeron desde el 40% anual hasta debajo del 30% anual. En 2014, parece, volverá la heterodoxia: habrá aún mayores utilidades (por la fuerte devaluación oficial de este año) y más adelantos transitorios.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=704544