• El “contado con liquidación” retrocedió a $ 8,90; es un 11,5% menor al del mercado informal, que cerró en $ 9,92
En sus dos primeros días de gestión al frente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega no sólo salió a vender dólares para hacer frente a la demanda. También tuvo que salir a vender bonos dolarizados para darles una "zanahoria" a los inversores para quedarse en activos locales y evitar la compra de billetes en las cuevas. Todo indica que al menos en el arranque de la gestión, al equipo económico le preocupa más que no se dispare el precio del dólar en el mercado paralelo que la importante sangría de reservas que puede estar sufriendo la autoridad monetaria.
La intervención del BCRA en el mercado de bonos se hizo notar desde temprano. A tal punto que el Bonar X, el principal título que se utiliza para llevar adelante la intervención, cayó hasta niveles de $ 770 por cada lámina de 100 dólares, cuando había cerrado el día anterior a $ 781. Pero con el correr de las horas fue mejorando hasta finalizar apenas por encima del cierre de la jornada anterior. Como este título quedó atrasado en relación con el repunte de los bonos argentinos en Wall Street (donde cotizan en dólares), la consecuencia fue una nueva baja del denominado contado con liquidación, es decir el tipo de cambio implícito que surge de comparar el precio de un mismo activo en pesos y en dólares. Ese nivel quedó en $ 8,90, es decir el 11,5% abajo del precio del dólar en las cuevas ($ 9,92).
El Bonar X venía de niveles superiores a $ 820 en la primera quincena de noviembre, por lo que la caída resulta notoria, fogoneada por las propias ventas oficiales. La estrategia es clara y fue desarrollada en otras oportunidades. Consiste en bajar los valores de los bonos en dólares para que sus precios sean tentadores para los inversores y de esta forma bajar la demanda de dólares en el mercado informal. La estrategia fue exitosa, ya que al menos se evitó que el valor en las cuevas superara los $ 10. Como en cualquier gestión que comienza, conseguir cierta estabilidad cambiaria resulta clave para regenerar la confianza. De esta forma, así como la intensa venta de reservas fue necesaria para evitar una suba más acelerada del dólar en el mercado oficial, la venta de bonos resulta útil para manejar la cotización del billete en las cuevas. La brecha entre ese valor cercano a los $ 10 y el de los bonos dolarizados se ha incrementado hasta niveles que se acercan a los máximos anuales. Con los precios actuales, el Bonar X luce como un negocio más que atractivo: por $ 782 por cada 100 dólares, los inversores tienen derecho a cobrar cupones semestrales en dólares billete (con un rendimiento superior al 10% anual), aunque la devolución del capital se realiza en su totalidad en el año 2017.
Ayer todos los títulos argentinos cotizaron en alza en Wall Street, especialmente aquellos de plazos más largos, como el Discount. En el mercado local, en cambio, las acciones también tuvieron repuntes significativos tras conocerse la renuncia de Guillermo Moreno, pero esta euforia no se reflejó en el mercado de bonos debido a la intervención oficial.
Durante el año, el principal título utilizado para calmar la sed de billetes fue el Bonar VII, que se terminó de pagar totalmente en septiembre (hasta 2012 ese rol lo cumplía el Boden 2012). Ahora, sin títulos tan cortos disponibles, el Gobierno tiene dos opciones para influir en la cotización del "blue": el Boden 2015 y el Bonar X.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=717038