Un bull run puede ser impulsado por diversos factores, incluidos desarrollos tecnológicos, cambios regulatorios favorables, adopción institucional, o eventos macroeconómicos que afectan la percepción de los activos digitales como una alternativa válida de inversión
El mercado de las criptomonedas se muestra tranquilo en el último día de octubre. Bitcoin (BTC) ostenta un ligero incremento del 0,9% en las últimas 24 horas, tras un nuevo intento de alcanzar los u$s73.000 al cierre de la sesión estadounidense del miércoles. Según datos de CoinGlass, la criptomoneda líder se encamina a cerrar el mes con una revalorización superior al 10%, reafirmando octubre como su mes más alcista.
Mientras tanto, las altcoins muestran un comportamiento mixto. Ethereum (ETH) sorprende a la baja, cayendo un 1,3% hasta situarse alrededor de los u$s2.630. Otras criptomonedas como Solana (SOL) y XRP también presentan caídas moderadas, mientras que Toncoin (TON) y Binance Coin (BNB) experimentan descensos del 2%. Por el contrario, Cardano (ADA), Tron (TRX), Dogecoin (DOGE) y Shiba Inu (SHIB) han visto incrementos entre el 1% y el 2%.
Aunque los mercados muestran signos de calma tras el reciente ataque de Bitcoin a sus máximos históricos, los analistas mantienen un enfoque optimista. Un factor clave en este entusiasmo es el flujo significativo de fondos hacia los ETFs de Bitcoin al contado, que han registrado entradas netas de 870 y 893 millones de dólares en los últimos dos días, sumando un total de aproximadamente u$s3.000 millones en las últimas dos semanas.
Bitcoin: en camino a un «bull run»
Un «bull run» de Bitcoin se refiere a un período de tiempo en el que el precio de Bitcoin (y, a menudo, el de otras criptomonedas) experimenta un aumento significativo y sostenido. Durante un bull run, la confianza de los inversores y el interés en el mercado tienden a ser altos, lo que impulsa la demanda y, en consecuencia, los precios.
El reciente comportamiento del precio de Bitcoin es notable, al acercarse nuevamente a su máximo histórico. Aunque la acción del precio a corto plazo es emocionante, es fundamental tener en cuenta que, sin importar lo que suceda en las próximas semanas, a largo plazo, Bitcoin tiene un potencial de crecimiento significativo.
En la última década, Bitcoin se ha posicionado como el activo de mejor rendimiento, con una tasa de crecimiento anual promedio del 59%, superando ampliamente a inversiones tradicionales como acciones (15%), commodities (12%), oro (9.4%), bienes raíces (5.6%), mercados emergentes (2.6%) y bonos (0.78%).
Varios elementos respaldan la fortaleza sostenida de Bitcoin: el aumento de la adopción institucional, la escasez inherente de la criptomoneda y un entorno macroeconómico que ha sido moldeado por políticas monetarias expansivas. La demanda institucional continúa en aumento, con ETFs de Bitcoin que atraen un interés significativo de instituciones financieras importantes. Este año, el ETF de Bitcoin en EE.UU. ha alcanzado entradas superiores a los u$s20.000 millones, lo que demuestra la creciente integración de Bitcoin en productos financieros.
La escasez de Bitcoin, con un suministro máximo de 21 millones de monedas y la disminución en la emisión de nuevas monedas tras el reciente evento de halving, también ha sido un factor crucial detrás del aumento de su precio. Históricamente, las reducciones a la mitad han precedido aumentos de precios significativos, a menudo con un desfase de más de 100 días.
Además, las condiciones macroeconómicas juegan un papel importante. La impresión de dinero sin precedentes por parte de los bancos centrales a nivel mundial ha impulsado la inflación, llevando a gobiernos, empresas y particulares a buscar activos que sirvan como refugio ante la devaluación de la moneda. En este contexto, Bitcoin ha demostrado ser una opción más atractiva que el oro. La Reserva Federal de EEUU ha comenzado un ciclo de relajación monetaria tras un periodo de ajuste, y otros países, como China, están siguiendo el mismo camino.
Otro aspecto relevante es la tendencia hacia la desdolarización. Aunque el dólar estadounidense sigue siendo la moneda de reserva global dominante, su participación ha disminuido lentamente, con una caída promedio de 0.52 puntos porcentuales por año desde 1999. Factores como el uso del dólar como herramienta de sanciones han llevado a países a explorar reservas alternativas, lo que a su vez fortalece activos como Bitcoin y el oro.
Con una capitalización de mercado de aproximadamente u$s1,2 billones, Bitcoin se compara ya con grandes corporaciones y algunas materias primas. Si su capitalización alcanzara la de la plata, que es de unos 1.8 billones, el precio de un Bitcoin podría ascender a aproximadamente u$s108,020 dólares.
Estos factores sugieren que el valor de Bitcoin está destinado a aumentar significativamente en el futuro. A medida que la adopción se intensifica y los factores que sostienen su valor se consolidan, Bitcoin no solo se muestra resistente, sino que también está preparando el terreno para un crecimiento potencialmente sin precedentes.