Tras un par de semanas de mucha volatilidad, el bitcoin se decantó a comienzos de semana por el rojo
Las criptomonedas rebotan levemente. El bitcoin (BTC) sube más del 2% y supera los u$s67.000. Por su parte, Ethereum trata de recuperar el paso pero todavía se encuentra por debajo de los u$s3.300.
Tras un par de semanas de mucha volatilidad, el bitcoin se decantó a comienzos de semana por el rojo. Y es que la criptomoneda líder cayó alrededor de un 10% desde el máximo histórico alcanzado el pasado 12 de marzo, cuando alcanzó los u$s73.500.
Criptomonedas: los dos datos que sigue el mercado
En primer lugar, un menor impulso por parte de los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) al contado. Estos productos de inversión han sido, indiscutiblemente, los grandes protagonistas del mercado de criptomonedas en 2024 y son la gran razón de que el bitcoin subiera sin frenos poco después de su aprobación. Gracias a ellos, el interés institucional en el BTC se disparó y, con él, los precios de una criptomoneda que parecía que alcanzaría las 6 cifras antes de lo que preveía la gran mayoría de analistas.
No obstante, los datos de CoinShares son claros al respecto: los flujos diarios de entradas y salidas están en punto muerto. En la última semana, los fondos de bitcoin registraron entradas netas por valor de 865 millones de dólares, aunque la anterior perdieron 904 millones. No solo eso, sino que la firma de análisis destaca que la actividad se ha ralentizado, ya que el volumen de negociación diario se ha reducido un 36% desde el máximo alcanzado hace 3 semanas.
Ángel Luis Quesada, CEO y cofundador de Onyze, señala que el «principal factor» que puede provocar un cambio de tendencia en el precio del bitcoin son los ETF de BTC al contado de EEUU. «Concretamente, en el momento en el que empiece a bajar el volumen de ingresos diarios que estos reciben», apunta.
Este experto también señala que el ‘halving’ o reducción a la mitad de las recompensas de la blockchain Bitcoin tampoco será tan positivo como prevé el mercado, una tesis repetida por muchos analistas en las últimas semanas. «Por otro lado, y a algo más de medio plazo, también prevemos que puede haber una corrección en los próximos meses, como suele haber en todos los mercados cuando los inversores dan paso a liquidar sus beneficios obtenidos; reduciendo así los niveles de demanda e incrementando el volumen de oferta de estos activos en el mercado», destaca Quesada.
Cómo impacta la expectativa de la Fed en Bitcoin
En segundo lugar, la perspectiva de una Reserva Federal (Fed) más dura de lo previsto tampoco está ayudando al bitcoin. Los últimos datos macroeconómicos, como los PMI manufacturero y servicios del último mes, han reforzado la creencia de que la Fed podría incumplir la hoja de ruta anunciada en marzo y ejecutar menos recortes de los tipos de interés de los esperados.
Esta postura se ha visto reforzada por una escalada hasta máximos anuales de los rendimientos del bono del Tesoro estadounidense a 10 años y del dólar, con el ‘billete verde’ situándose en máximos de noviembre del año pasado. Tradicionalmente, los repuntes de estos valores suelen provocar una reducción de la inversión en activos de riesgo como las criptomonedas.
Por si fuera poco, la Fed no ha hecho demasiado para disipar estos temores. De hecho, el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, afirmó este miércoles que la Fed tiene «tiempo» para decidir cuándo y cómo ejecutar el esperado pivote de la política monetaria. «No esperamos que sea apropiado reducir nuestra tasa de política hasta que tengamos mayor confianza en que la inflación está bajando de manera sostenible hacia el 2%. Dada la fortaleza de la economía y los avances en materia de inflación hasta ahora, tenemos tiempo para dejar que los datos entrantes guíen nuestras decisiones de política», ha destacado Powell.
El informe de empleo de marzo, que se conocerá este viernes, dará más pistas sobre cuál será el próximo movimiento de la Fed. Ayer, el informe mensual de la consultora privada ADP estimó que EEUU creó 184.000 puestos de trabajo en el tercer mes del año, casi 100.000 menos que el dato oficial de febrero. Cabe señalar que algunos analistas se han mostrado muy críticos con este indicador por la poca precisión que ha demostrado en los últimos tiempos.