Finalmente se cumplió el primer mes del denominado Blanqueo 2013. Es sabido que el Gobierno está buscando, a través de este medio, incorporar aproximadamente USD 4.000 millones para poder aliviar la falta de dólares que evidencia la economía.
Esta falta de dólares se genera en gran parte por un marcado atraso cambiario que disminuye las exportaciones y estimula importaciones y por un problema energético. Por el lado del atraso cambiario, lo que hace es desincentivar las exportaciones y estimular las importaciones. De hecho el turismo, se ha convertido en una importante fuente de “importaciones” ya que cada compra que realiza un argentino en el exterior vía tarjeta de crédito lo podemos ver como una transferencia que realiza en definitiva, el BCRA al vendedor extranjero, mermando sus reservas. En el caso del problema energético, no nos tenemos que olvidar que el mismo Gobierno se ha convertido en un gran importador en el rubro energético demandando dólares para poder satisfacer la demanda de energía local.
Demostrando este escenario de atraso cambiario podemos ver que a la fecha, según el balance del BCRA publicado el 23.07.2013, las Reservas Internacionales son de $ 204.000 millones, lo que representan aprox. USD 37.000 millones, que comparadas contra los $ 317.000 millones de base monetaria, nos dan un tipo de cambio de equilibrio de 8,60. Tipo de cambio bastante cercano al “blue” y que justamente, genera las distorsiones que mencionamos en el párrafo anterior, con atraso cambiario.
Por las razones mencionadas precedentemente, se ideó este blanqueo, con el objetivo de incorporar los dólares que alivien el final del año. Tenemos que tener en cuenta que en la segunda mitad del año normalmente sobrevienen los mayores pagos de deudas y hay menores ingresos por medio de las retenciones. A su vez se espera que la emisión monetaria aumente con lo cual si no entraran dólares el tipo de cambio de equilibrio irremediablemente seguirá subiendo.
En este primer mes ingresaron aproximadamente USD 10 millones, cifra que es muy escasa comparada con el objetivo planteado. Se convirtieron inicialmente en Cedines pero luego algunos fueron presentados al cobro, con lo cual el impacto en las Reservas fue prácticamente nulo. De todos modos y aunque la totalidad permaneciera en el BCRA, no generaría ningún impacto en la economía.
No obstante, tenemos que destacar que el movimiento parece no ser diferente a otras oportunidades, aunque por el momento resulte insuficiente de acuerdo a las expectativas planteadas
En el blanqueo del 2009, que no fue exactamente igual al actual en cuanto a sus características, pero sirve para comparar, se verificaron comportamientos similares. En el primer mes, el ingreso de fondos fue de un monto muy parecido al actual (aunque el plazo era de 6 meses y no de 3).
Podemos enumerar algunos puntos que nos pueden dar una idea del por qué:
1. Normalmente los interesados esperan a último momento para sumarse. De este modo, tienen los fondos disponibles la mayor cantidad de tiempo posible, pudiendo operar con ellos y generar ingresos. Esto se verifica tanto en operaciones de blanqueo como en adhesiones a moratorias por ejemplo.
2. Asimismo a muchos le da seguridad esperar a último momento. Adherir a último momento genera un escenario con menor incertidumbre. Por ejemplo, si alguien quiere blanquear USD 10 millones hoy duplicaría el importe ingresado al blanqueo total generando un movimiento que sería muy visible. Si al final se pudieran obtener los USD 4.000 millones previstos, la misma cifra sería exigua. Según se comenta, “el anonimato tiene un precio”. Al final del blanqueo, un ingreso de este monto podría ser irrelevante.
3. Las presiones para que sectores “alineados” al Gobierno se adhieran suelen intensificarse sobre el final, para alcanzar las metas propuestas. Algunos por lealtad, otros por conveniencia, suelen sumarse también en el último tramo. Puntualmente, bancos y cerealeras han sido “invitados” a adherir a este sistema.
4. Esperar también al final, pudiendo ver el avance del blanqueo, es importante a los efectos de los montos involucrados. Allí, quien ingresa fondos, puede decidir ingresar un importe aún mayor, de acuerdo a la aceptación o no de la iniciativa de blanquear fondos (“mirar que hace el otro”).
Todo esto funciona como una especie de “profecía autocumplida”: en la medida en que se ingresen fondos, el circuito se retroalimenta y más tenedores de fondos se adhieren, generando las condiciones para que otros se sumen y así sucesivamente.
Adicionalmente, en este caso particular, tenemos elecciones en breve que si bien no son determinantes sino primarias, pueden dar una idea del escenario político futuro. Hay sectores políticos que han explicitado que en caso de llegar al gobierno, van a revisar la ley e incluso, van a intentar accionar contra aquellos que adhieran a este sistema. Desde ya, estas “amenazas” conspiran contra el objetivo de atraer fondos.
Así que finalizado el mes 1 llegamos a algunas conclusiones:
1. El avance no es el deseado.
2. No parece ser diferente a otros casos, puntualmente al más cercano, el blanqueo del 2009.
3. El mercado secundario de CEDIN que intentó impulsar el Gobierno no arranca. Ha habido ofertas de compra a $ 8,20 pero no hubo vendedores a ese precio. Parece difícil que repunte.
4. Los resultados de las próximas elecciones pueden aclarar levemente el panorama. Aunque sean primarias, los resultados y las diferencias entre los distintos postulantes pueden marcar tendencias (favorables o adversas).
5. El BAADE (bono energético) que devenga un 4% anual sobre el capital puede tener una operatoria mejor a la del CEDIN. En teoría lo recaudado con este bono debería ir a paliar la delicada situación del sector energético de nuestro país. Se estima que puede tener mayor aceptación entre algunos inversores, habituados a las operaciones con bonos, si bien cabría preguntarse por qué alguien compraría un bono argentino que rinde el 4% cuando otros títulos similares del estado rinden el 15%. El lanzamiento del BAADE fue posterior al CEDIN. Por ende, su desarrollo todavía es aún más incierto.
6. No se aprecian condiciones muy tentadoras para sumar fondos. A excepción de personas muy comprometidas en el marco legal, el grado de informalidad de la economía permite continuar realizando movimientos de fondos sin necesidad de someterse a un blanqueo. Aún cuando se respete la ley y no se revise para atrás a quienes blanquean, siempre pueden ser objeto de investigación para saber si el blanqueo de fondos fue total o parcial.
Habrá que seguir esperando para conocer el final de la película aunque creemos que es casi imposible que se alcance la meta deseada por el Gobierno. Por el momento, las fotos parciales no son alentadoras pero los resultados anteriores dejan abierta la puerta para esperar alguna sorpresa.