Los controles en segmentos semioficiales y el desconfinamiento agregan combustible a la suba.
El dólar blue cerró en un promedio de $133, muy cerca de su máximo histórico (el 14 de mayo la divisa llegó a cotizar $138 en el mercado informal) y en una semana subió $6. La brecha respecto del oficial (que cerró en $75,66) se ubica en casi un 75,8%.
Si bien muchas de las variables financieras se vienen calmando por las perspectivas de acuerdo entre Gobierno y bonistas, en el caso del mercado paralelo de divisas los economistas siguen aguardando un mayor aumento nominal, al menos en forma de serrucho.
“Con las regulaciones de los últimos meses, el Gobierno había logrado achicar las brechas del oficial con el MEP y el Contado Con Liquidación, pero no con el blue, porque no regula un mercado ilegal. No obstante, esto último muestra que las bajas fueron, en cierto sentido, forzadas”, consideró el director ejecutivo de la consultora Seido, Matías Carugati.
En tanto, el especialista en comercio exterior y director de la consultora DNI, Marcelo Elizondo, sostuvo: “Lo normal es que el blue nominal siga subiendo, porque hay mucha presión monetaria. En la medida en que empiecen lentamente a recuperarse libertades en materia productiva, económica y financiera eso va a ocurrir todavía más, porque va a aumentar la velocidad de circulación del dinero”.
Más allá de la suba nominal, Elizondo indicó que “las condiciones para que la brecha aumente si el tipo de cambio oficial no acompaña la evolución en la emisión monetaria están”, aunque no se refirió a una disparada repentina del blue sino a un incremento “en forma de serruchitos”. Cabe señalar que mientras el dólar oficial creció 19,8% en el año, a partir de microdevaluaciones administradas por el Banco Central, el más opaco de los paralelos saltó un 69,4% desde el 31 de diciembre.
Elizondo afirmó también que la brecha entre el oficial y el paralelo lleva a los exportadores a postergar decisiones de venta o a subfacturar operaciones, “por eso el Central tuvo que poner precios de referencia a algunos productos exportables”. Según el especialista, los operadores de comercio internacional, al ver una brecha tan grande, aguardan a que el oficial “convalide la suba y converja”.
“Mientras que no haya instrumentos atractivos en pesos conocidos para el público en general y el consumo de bienes durables no repunte, va a seguir habiendo demanda en el mercado paralelo”, proyectó el economista jefe de Ecolatina, Matías Rajnerman. Y añadió, en ese sentido: “Las letras del Tesoro en pesos con rendimientos atados a la inflación pueden ayudar un poco, pero hace falta algo más masivo. Asimismo, estamos en un contexto de mucha incertidumbre por el tema deuda y pandemia, de modo que el rendimiento para asumir el riesgo de quedarse en pesos tiene que ser muy alto”.
“El apetito dolarizador va a seguir, al menos en el corto plazo, aún cuando se canjee la deuda. Algo de eso estamos viendo en los últimos días, en los que el acuerdo parece más cerca, pero el paralelo no cede”, sintetizó Rajnerman.
Por su parte, el director de la consultora EPyCA Martín Kalos, destacó: “La renegociación de la deuda es un paso para eliminar una fuente de incertidumbre, pero por sí sola no alcanza para estabilizar ni para salir de la recesión. En estos días el blue se movió por personas que, en vista de los endurecimientos en los controles que el Banco Central tomó respecto del Contado con Liquidación y el dólar Bolsa, recurrieron al otro paralelo”.
Otro de los temas a analizar es cómo influyó la cuarentena en la cotización del dólar ilegal. En ese sentido, operan dos fuerzas contrapuestas. Elizondo señaló que el confinamiento funcionó como medida restrictiva, “porque el blue se mueve mucho desde lo físico” y Rajnerman añadió: “Cada flexibilización de la cuarentena tiene un impacto en el blue, porque hay más gente que puede ir al Centro y ver a los arbolitos”. Kalos, en tanto, indicó que, en algunos casos, los problemas de logística y las necesidades de “delivery” pueden agregarle alguna prima al precio de venta.
“La suba del blue puede estar vinculada con las mayores trabas para operar en el mercado oficial con las compras por 200 dólares mensuales. De alguna manera esto alimentaba la oferta del mercado informal. El puré era fuente de abastecimiento del mercado informal que ahora no está”, aseguró Gustavo Quintana de PR Corredores de Cambio.
Joaquín Candía, analista de Rava Bursátil puntualizó que “el MEP y el CCL, luego de haber experimentado varios días de fuertes subas y de haberse encaminado nuevamente hacia sus máximos, volvieron a retroceder. El dólar MEP cayó 1,4% y se situó en los $114,45, mientras que el CCL retrocedió 1,7% y finalizó el día en $116,91. La baja en la presión compradora viene en línea con lo bien que se está tomando el mercado las negociaciones para reestructurar la deuda”.