El stock de Leliq, Pases y Nobac alcanzó un récord de más de $6 billones. Solo por la renovación de los vencimientos y suba de tasas el monto crecerá más de 66% anual. Objetivos y derivaciones.
El Directorio del Banco Central dispuso el jueves 15 de junio un fuerte incremento de 300 puntos básicos en la tasa de interés nominal anual de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días, pasó de 49% a 52% nominal anual (TNA). Además, decidió que los rendimientos garantizados para plazos fijos de personas humanas suban en 500 puntos básicos, de 48% a 53% nominal anual.
De esta manera, la tasa efectiva anual (TEA) -al renovar los stocks mes a mes durante un año- queda en 66,5% para los pasivos remunerados del Banco Central, que implica un incremento de dicha masa de deuda de unos $4 billones de pesos en los próximos doce meses solo por el pago de intereses.
La suba de la tasa de política monetaria, con la referencia de la Leliq se transmite a todo el sistema financiero, ya sea para que los bancos remuneren mejor a sus depositantes o para todo el espectro del crédito. El objetivo del BCRA es el de premiar con mayores rendimientos a los actores del mercado para que no retiren sus pesos y así contribuir a ponerle un freno a la inflación, impulsada por el excedente de liquidez.
Una consecuencia de la suba de tasas es el del incremento de la masa de pesos que el BCRA debe destinar para pagar los vencimientos de sus propios títulos de deuda. Con un stock de pasivos remunerados por el BCRA que llegó el 15 de junio a un récord de $6,05 billones ($6.047.547 millones) por Leliq, Pases pasivos y Nobac (Notas del BCRA), la suba de tasas implicará un incremento de ese stock de $4,02 billones en los próximos doce meses, solo por la renovación de vencimientos.
Asimismo, la colocación de deuda del BCRA no solo se sostiene como el principal factor de expansión monetaria, sino que elevará al stock de deuda “cuasi fiscal” por encima de los $10 billones, que podría traficarse como una “bola de nieve” de pesos muy difícil de desbaratar: podría representar al cabo de un año dos Base Monetaria encajadas en esta deuda indexada.
El pago de intereses por los bonos del BCRA representará al cabo de un año un monto superior al de la actual Base Monetaria, en $3,9 billones
El economista Gustavo Reyes, del Ieral de la Fundación Mediterránea, recordó que ”en los períodos previos a las hiperinflaciones, al Gobierno le cuesta cada vez más colocar deuda para financiase. El Banco Central tampoco tiene demasiadas reservas y generalmente también ha generado un importante nivel de endeudamiento que, además de acelerar la emisión monetaria -por los intereses-, capta gran parte de los recursos del sistema financiero.
De esta forma, agrega: “en esos períodos hiperinflacionarios, la única fuente de financiamiento disponible para el déficit fiscal pasa a ser la emisión de Base Monetaria. Dado que esto genera inflación y los agentes económicos conocen perfectamente estas consecuencias, los mismos tratan adelantarse a este proceso y reducen al mínimo sus tenencias de pesos comprando más bienes o dólares. Esta dinámica espiraliza aún más el proceso inflacionario”.
Gustavo Reyes subrayó que “en general, como la principal fuente de financiamiento es la emisión monetaria, el Banco Central, para reducir el impacto inflacionario, trata de retirar -esterilizar- parte de los pesos emitiendo deuda. Por este motivo, en estos procesos, el stock de los Pasivos Monetarios -Base Monetaria y deuda remunerada- de la autoridad monetaria alcanza valores significativos en términos de los depósitos del Sistema Financiero -la excepción fue 1989 cuando la dinámica hiperinflacionaria terminó licuando esa deuda para el promedio del año-. Por otro lado, los intereses generados por la deuda del Banco Central producen también un déficit que debe ser financiado con mayor emisión monetaria. Este desequilibrio generado en el corazón de la autoridad monetaria se denomina ‘déficit cuasifiscal’ y su nombre se debe a que juega un rol muy similar al desbalance de las cuentas públicas”.
Un informe del Grupo IEB (Invertir en Bolsa) puntualizó: “De cara al segundo semestre, no descartamos que el mercado reduzca su exposición al Tesoro aumentando su exposición al BCRA, y por ende la deuda en pesos deba ser ‘rolleada’ en mayor medida por el BCRA y ANSeS. De esta manera, para no retroalimentar la inflación, el BCRA debería aumentar sus pasivos remunerados -emitir en mayor medida Leliq- y así, absorber pesos que no fueron ‘rolleados’ a deuda del Tesoro. De esta manera, la situación patrimonial del BCRA se vería más deteriorada, sus pasivos remunerados aumentarían, lo que afectaría el contado con liquidación”.
La situación patrimonial del BCRA se vería más deteriorada, sus pasivos remunerados aumentarían, lo que afectaría el contado con liquidación (Grupo IEB)
Nery Persichini, Head of Research & Strategy en GMA Capital, observó que “la rentabilidad de los bancos se vio afectada con la reciente suba de las tasas de interés de referencia, debido a que la suba de tasa de Leliq -tasa activa de los bancos- es inferior al aumento de las tasas de plazos fijos -tasas pasivas-. Es decir, las entidades verán reducido su margen de intermediación, por lo que tendrán menores incentivos a captar depósitos. Esto podría ser un inconveniente en momentos de debilidad de la demanda de pesos”.
Persichini planteó que “si la idea es combatir con fuerza la inflación, el incremento del costo del dinero fue en dosis homeopáticas. Los nuevos niveles de tasas continúan en terreno real negativo considerando tanto la inflación de mayo (5,1%) como la variación que el mercado espera para junio (5%). Al respecto, el mes pasado, los plazos fijos tradicionales perdieron 14% real (Tasa Nominal Anual), extendiendo ese derrotero negativo a seis meses consecutivos”.
Christian Viand, director de la consultora Criteria, aportó que “la suba de 300 puntos básicos que propicia el Banco Central busca ser una ancla para que los pesos que están disponibles en el mercado no se vayan al tipo de cambio y se ‘esterilicen’ para evitar que fomenten la inflación, aunque parece ser una pelea que el Banco Central viene corriendo de atrás”.
En los últimos 12 meses el stock de pasivos remunerados del BCRA creció un 69%, por encima de la inflación interanual de 60,7 por ciento
“La suba de tasa es más simbólica que efectiva, ya que no contiene ni a la inflación ni al dólar porque lo que existe es plena desconfianza. Es totalmente inocuo para todo lo que le pasa a la Argentina”, coincidió Mariano Sardáns, experto de la Gerenciadora de Patrimonios FDI.
Por otra parte, Roberto Geretto, Portfolio Manager de Fundcorp, advirtió sobre un “nuevo grifo” de expansión monetaria después de que “el Banco Central emitió alrededor de 300.000 millones de pesos para sostener los precios de los bonos en pesos. Si bien esto ayuda, aun no se pudo normalizar el mercado, donde también están los efectos secundarios como la suba de los dólares financieros y la inflación, salvo que se esterilicen vía Leliq, aumentando así esta ‘montaña’”.