• El gobierno dio detalles sobre el título que licitará la semana próxima
El Gobierno transmitió ayer a las aseguradoras algunos detalles más sobre el bono atado al dólar que saldrá a ofrecerles la semana próxima, y que representará la primera emisión soberana "dollar linked". Se trata del último empujón que necesitaban las compañías del sector para lanzarse a vender en el mercado los bonos en dólares que hoy tienen en cartera, un salto audaz que les viene pidiendo desde el jueves el Ministerio de Economía para hacer caer con fuerza el contado con liquidación; y será, también, un nuevo compromiso que deberá afrontar la próxima gestión a sólo diez meses del inicio del mandato.
La colocación del bono se sumará así a una lista de vencimientos, tanto en pesos como en dólares, que durante este año fue incorporando el Gobierno: el Bonar 2016, que colocó hace poco menos de un mes, por $ 10.000 millones; los títulos entregados para resolver la expropiación de Repsol, que incluyen para ese año algo más de u$s 400 millones; y el pago que debe cumplirse también para esos meses por u$s 2.100 millones por una parte de la deuda con el Club de París.
El objetivo final de la maniobra es que Alejandro Vanoli pueda mostrar al menos algún primer avance en la lucha contra el dólar, mientras diseña medidas de fondo más efectivas. Los títulos vencerán en octubre de 2016, sólo diez meses después de que asuma el nuevo Gobierno, y rendirán entre 200 y 300 puntos básicos por encima de la devaluación. Pagarán a sus inversores intereses semestrales y amortizarán el capital en una sola cuota al final de la vida del bono. El monto máximo a colocar será de u$s 1.000 millones, y sería licitado a partir de la semana próxima (si bien se intentará anunciarlo este viernes). Los bancos no participarán de la operación porque hoy se encuentran en la máxima proporción permitida para invertir en activos en dólares.
En la Superintendencia de Seguros calculan que, actualmente, las aseguradoras tienen unos u$s 1.300 millones de bonos en dólares. Es decir, un 60% de los $ 29.000 millones de títulos que tienen en cartera y que cotizan en el mercado. Prácticamente toda esta porción en dólares está colocada en los tres instrumentos que busca el Gobierno: el Boden 2015, el Bonar X y el Bonar 2024. Son, precisamente, los bonos que se usan en el mercado para el contado con liquidación, el arbitraje que permite a inversores pagar en pesos y hacerse de dólares fuera del país a un tipo de cambio de $ 13,25.
El Gobierno les pidió el miércoles pasado que empezaran a desprenderse de estos instrumentos para generar una sobreoferta en el mercado y derrumbar el tipo de cambio implícito en el arbitraje bursátil que se utiliza para la dolarización. Inicialmente, las aseguradoras se resistieron a esta presión con el argumento de que una operación de este tipo las dejaría aún demasiado expuestas a una próxima devaluación y a una inflación creciente y del 40% anual. Algunas, incluso, deslizaron la amenaza de abandonar el país. El Gobierno salió entonces a ofrecerles este nuevo bono "dollar linked" como un instrumento que les servirá para reemplazar la porción de títulos en moneda extranjera que hoy tienen en cartera.
Las ventas que desde el miércoles pasado hicieron las aseguradoras en la Bolsa porteña lograron bajar abrupta y transitoriamente este tipo de cambio implícito: casi un peso en sólo tres días. Con todo, en el mercado creen que el efecto se dio con más fuerza porque, frente a esta cantidad de ventas, hoy casi no hay demanda en la plaza. Las expectativas se retroalimentan con la información que circula en las mesas y hacen que la tendencia bajista sea mayor: todos suponen que este "desarme" de posición en dólares de los bancos hará desplomar los precios y prefieren evitar exponerse a pérdidas tomando alguno de estos títulos. Eso explica por qué la caída fue tan profunda cuando, todavía, muchas compañías se resisten a deshacerse de los títulos.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=763068