Inversores vendieron títulos de provincias para comprar el del gobierno y la tasa se ajustó para ser más riesgosa que el soberano. Además, influyó el liqui
La emisión que hará el gobierno de un bono dollar-linked hizo bajar los precios de los bonos provinciales atados a la devaluación. Por regla, el riesgo del soberano es menor al de los subsoberanos y empresas, así que la salida del título que paga un cupón del 1,75% aumentó la tasa que pagan las provincias a través de las emisiones que ya se negocian en el mercado secundario.
Por rebalanceo de las carteras de los inversores y por ajuste de precio, la salida del título soberano, que se emitirá a valores de mercado, hizo subir hasta 2 puntos la tasa de retorno de los bonos en circulación, además del resto de los factores que vienen operando en el mercado de bonos local para contener el contado con liquidación.
"El soberano fija la curva de rendimientos y de ahí se ajustan todos los títulos", dijo el manager de un fondo común de inversión (FCI) que opera dollar-linked. "El rendimiento de los provinciales y de los corporativos estaba en los niveles en que va a salir el soberano, pero tienen que rendir más que el soberano, que es un mejor riesgo. Ese ajuste de precios se dio el mismo día que salió la noticia de la emisión de u$s 500 millones", agregó.
El viernes pasado, Economía informó que el primer tramo de la emisión de u$s 1.000 millones se hará por la mitad el jueves próximo. El Bonad 2016 vencerá en dos años y pagando un cupón anual del 1,75% que se pagará semestralmente.
Desde entonces, se generaron movimientos en la negociación de los dollar-linked: el rendimiento del bono de la ciudad de Buenos Aires a 2016 (BDC16) pasó de -2,23% el jueves pasado a -0,73% ayer. A 2019, el BD2C9 pasó de 2,71% a 3,44% en el mismo período y a 2020 (DC20), de 2,16% a 4,02%.
El de la provincia de Buenos Aires a 2015 (PBF15) pasó de 6,33% a 9,34%. El de Mendoza a 2016, de -3,49% a 1,84%.
El encarecimiento contrarrestó la expectativa de devaluación, que baja la tasa de retorno en el mercado secundario.
Pocos inversores están dispuestos a desarmar las carteras con estos títulos, pero la emisión soberana les permite rebalancear su portafolio agregando el título del gobierno. Este movimiento en algunas carteras grandes afectó especialmente a los bonos de la ciudad de Buenos Aires, según coincidieron los fondos consultados.
El mercado de dollar-linked es poco líquido, porque, al haber pocas emisiones atadas al dólar, los inversores los compran y los guardan en cartera hasta su vencimiento. Es lo que sucede con los bonos corporativos, así que los ajustes en los precios se observarán cuando se negocien.
Sin embargo, se salvó la obligación negociable de YPF a 2016 (OYPF0) por ser parte del menú del "inciso k" y que se entiende que las aseguradoras lo usaron para compensar el vencimiento de la clase IX el lunes pasado.
"Era un jugador que estaba faltando dentro de la cartera de los posibles inversores. Es bienvenido y se suma. Compite con el resto de los emisores, pero hay demanda", agregaron en el FCI.
El bono es bienvenido en el mercado, porque hay una demanda que la poca cantidad de emisiones atadas al dólar no puede satisfacer. "Últimamente no se colocan dollar-linked porque como todo el mercado espera un evento devaluatorio. Para un emisor puede ser muy caro. Prefieren salir en pesos", dijo el gerente de colocaciones de un banco.