Con precios de bonos que aún contemplan escenarios de una restructuración agresiva, los inversores se enfrentan básicamente a tres decisiones fundamentales: ¿comprar, mantener o vender activos argentinos de renta fija?
A poco menos de tres semanas para las elecciones presidenciales, no son pocos los inversores, sobre todo aquellos con perfiles más arriesgados, que buscan oportunidades en un mercado “a la deriva” de corto plazo, con el fin de recomponer algo de valor en las muy castigadas carteras, tras el colapso financiero que provocó el resultado de las PASO.
Con precios de bonos que aún contemplan escenarios de una restructuración agresiva , más allá de parciales y puntuales rebotes alentados por declaraciones del candidato opositor Alberto Fernández de apuntar a un canje más amigable “a la uruguaya», los inversores se enfrentan básicamente a tres decisiones fundamentales: ¿comprar, mantener o vender activos argentinos de renta fija?
Sin un driver de fondo, el mercado se muestra por estos días muy sensible a las señales políticas que llegan desde la campaña política, sobre todo desde Fernández y de su posible equipo económico, dado que no se esperan definiciones concretas -al menos en lo que resta de octubre- sobre una propuesta de renegociación de deuda (sea con el FMI, o con los acreedores privados), tampoco de política económica, fiscal o monetaria.
En ese marco, varios analistas abonan a la teoría de que los títulos soberanos podrían haber tocado mínimos en las últimas semanas, en caso de que prospere la visión amigable (y moderada) con el mercado que mostró el candidato del Frente de Todos y algunos de sus referentes económicos. “De mantenerse esta visión, podríamos apuntar a que los mínimos testeados en los activos financieros son realmente un piso para las próximas semanas”, sostiene el director de Portfolio Personal Inversiones (PPI), Matías Roig.
De hecho, la señal que dio el ganador de las PASO descomprimió las paridades de los bonos, -cuyos precios descontaban un canje agresivo como el de Argentina en 2005-, y las ubicó nuevamente arriba de los 40 centavos de dólar por cada 1 valor nominal.
Otros especialistas, en cambio, creen que esos “guiños” no alcanzan para asistir a una recuperación sostenida de corto plazo en las cotizaciones, por lo que no descartan ningún tipo de escenario en el marco actual, y la única certeza que vislumbran es una aceleración de la volatilidad a medida que nos acerquemos al 27 de octubre.
“Los bonos en dólares, como el mercado argentino, están a la deriva. No tienen un driver de fondo que pueda marcarles una tendencia clara después del golpe de las PASO y antes del cambio de gobierno”, afirma Nery Persichini, jefe de Estrategia en GMA Capital.
Para el experto, “es necesario conocer el programa económico, la negociación con el FMI y el consenso político que harán que la inevitable reestructuración (el año que hay que afrontar en total pagos por el 15% del PBI y casi u$s30.000 millones con acreedores que no son entidades públicas) sea posible y que la deuda sea sostenible”.
Lo cierto es que mientras se aguarda a ver alguna propuesta en concreto, los fondos del exterior van analizando eventuales escenarios para dar sus respuestas a las ofertas que pueden llegar a venir por parte del futuro gobierno.
OPORTUNIDADES Y TOMA DE DECISIONES
Desde las PASO, los castigos para los bonos en dólares con legislación local fueron más importantes que los regidos por ley neoyorquina: mientras el Bonar 2020 (AO20) y el Bonar 2024 (AY24) suponen una quita de 48%, y 43%, respectivamente (a precios de inicio de esta semana), los títulos con legislación internacional sugieren un recorte de entre el 35 y 38%. “Con estos precios, a los inversores que ya tienen stock en tenencia le estamos recomendando que mantengan en cartera. Después dependerá del nivel de aversión o no al riesgo que tenga cada uno”, revela Juan José Vázquez, jefe de Research de Cohen, con el argumento de que esos precios que “no justifican el stock de deuda en sí del soberano, que supera los u$s130 billones con el sector privado”.
Vázquez además sugiere a los inversores que cuando los niveles de los títulos con legislación local e internacional estén en paridades similares, “se pasen a bonos bajo ley de Nueva York”. Mientras tanto, aconseja “ir aprovechando los pagos de cupones de los bonos, tal como lo hizo esta semana el Bonar 2020, y como lo serán las próximas semanas el Bonar 2024, o Córdoba 2026 (CO26)”.
Para Persichini, por su parte, existen oportunidades para los inversores que estén dispuestos a operar la renta fija como si fuera “equity”. En ese sentido, subraya que actualmente “lo más deteriorado” se ve en los bonos de corto (AO20) y mediano plazo (AA25) con legislación argentina, salvo el AY24, que, por su actividad en las operaciones de «contado con liqui», tiene una paridad similar a los bonos Ley New York. “Cuanto menos agresivo y más equitativo sea el canje en términos jurisdiccionales, mejores perspectivas tienen los bonos cortos Ley Argentina”, sostiene.
Evitando el riesgo jurisdiccional, quizás las mejores alternativas para «pasar la tormenta» estén dentro de la curva ley extranjera en el tramo medio, con los globales 2026, 2027 y 2028, ya que son los bonos que “mejores relaciones riesgo-retorno tienen ante diversos escenarios de reestructuración, además de contar con cláusulas de acción colectiva, de aceleración y de cross-default”, indica el jefe de Estrategia en GMA Capital.
Desde Balanz, en tanto, recomiendan bonos bajo ley NY, destacando los títulos PAR y Global 2028. En cuanto a bonos en dólares sub-soberanos, destacan a CABA y Santa Fe como opciones conservadoras, mientras que una postura más agresiva podría ser bonos Córdoba 2021 y Mendoza 2024. En el universo corporativo, a su vez, sugieren posturas defensivas en PAE21, TECPET22, TRANAR21, TASFT21, TRAGAS25, y para inversores más agresivos existe potencial en YPFDAR25 y PAMPAR27.
En cualquier caso, para el inversor menos sofisticado y con baja tolerancia al riego, lo más recomendable es observar la película desde afuera y posicionarse con liquidez en dólares o en Fondos Comunes de Inversión (FCI) de renta fija latinoamericana, sin exposición a Argentina, dice Persichini.
RULO PARKING
Junto con los precedentes posicionamientos sugeridos, otros analistas recomiendan a la par aprovechar en la bolsa las brechas de los tipos de cambio implícitos, que traen aparejados los controles de cambios impuestos el mes pasado por el Banco Central. En este contexto, Sergio Morales, Director de Morales Inversiones, aconseja para los inversores más arriesgados posicionarse en “bonos short-duration como el Bonar 2020, con una Tasa Interna de Retorno (TIR) en dólares del 163%, y cuyo rendimiento probablemente excede una posible restructuración”.
Atraídos por sus altos retornos, inversores, inclusive con un perfil más moderado, se animan hoy a concretar la operación “vedette” por estos días en el mercado, conocida como “rulo” y su variante “vip» o «bucle”, más allá de las restricciones establecidas por la CNV y el BCRA para limitarla.
“Para este tipo de ahorristas, resulta sumamente atractivo realizar una operación similar, con parking de 5 días (tener inmovilizados los títulos por ese lapso de tiempo), utilizando el AO20 sin montos mínimos, y pudiendo obtener hasta u$s1.100 en el mes”, detalla Morales, y refuerza que “en caso de preferirlo, el inversor puede volver a comprar el bono aumentando exponencialmente la TIR por el interés compuesto”.
Fuente: https://www.ambito.com/bonos-argentinos-comprar-mantener-o-vender-n5059082