Mientras los mercados se adaptan a la suba de tasas internacional, los ahorristas locales buscan alternativas contra una inflación que se mueve en el rango próximo a los tres dígitos al año
La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) anunció el aumentó de la tasa de interés de referencia nuevamente, en 75 puntos básicos, para llevar a los tipos de referencia del rango de 3,0%- 3,25% a 3,75% al 4,0% anual, en lo que fue la cuarta suba consecutiva de esa magnitud; y alcanzaron el nivel más alto desde enero 2008, en una medida que busca reducir la inflación más alta en 40 años.
Tasas más altas en los EEUU cambian el escenario para todo lo que se relaciona con inversiones en activos financieros. Y los analistas del mercado empezaron a delinear sus estrategias para afrontar este desafío de cara al año próximo.
Damián Vlassich, Analista de renta variable de IOL (InvertirOnline) explicó a Infobae que “tomando en cuenta este contexto de suba de tasas y panorama macroeconómico complejo, desde el equipo de Research de IOL InvertirOnline privilegiamos posicionarse principalmente en activos de empresas sólidas de rubros más defensivos como salud y consumo básico”.
Y agregó: “Una buena opción es tener exposición en el Cedear del ETF del Índice Industrial Dow Jones (DIA). Cabe destacar que el Dow Jones está compuesto por 30 acciones estadounidenses de primer nivel. Con más de 100 años, es el índice de mercado más antiguo de Estados Unidos, y el único que se encuentra conformado por empresas que reflejan una performance positiva en cuanto a la generación de ganancias durante un período de tiempo significativo”.
Los Cedear (Certificado de Depósito Argentino) son instrumentos que se negocian en la Bolsa de Buenos Aires con el respaldo de activos bursátiles en los principales mercados del exterior, como Wall Street. Se pueden adquirir con pesos y captan la renta de dicha acción en dólar “contado con liqui”. Por lo tanto, son además una cobertura ante una eventual devaluación del peso.
¿Qué empresas vale la pena resaltar por sobre el resto? los estrategas del Equipo de Research de IOL consideran a “Google como una de las tecnológicas más atractivas. Si bien sus resultados no superan el consenso de mercado continúa mostrándose sólida con ingresos por USD 70.000 millones y un flujo de caja altamente positivo. Consideramos que el crecimiento más lento en sus ingresos no es un factor para preocuparse, porque responde más a una cuestión de que Google está dejando de ser una empresa de ‘crecimiento’ para ser una consolidada. Adicionalmente, su relación precio-beneficio se encuentra en mínimos históricos, (en torno a 18) y muy cercano al promedio de los últimos 10 años del S&P 500. Por lo tanto, se puede inferir que el precio de la acción no descuenta en el presente un crecimiento exponencial en el futuro, como sí sucede en otras big tech como Amazon”.
“Dentro de las compañías destacadas es imposible no mencionar a Apple, la cual a pesar de las dificultades que se presentan en el contexto actual, de elevada inflación, problemas en la cadena de suministros y una Reserva Federal agresiva, logra superar las estimaciones de mercado trimestre a trimestre. La demanda de sus productos, y la lealtad de sus clientes, no se pueden subestimar, y eso se traslada en un gran valor intangible”, apuntaron desde IOL.
Eduardo Herrera, CIO de Fondos del Grupo IEB (Invertir en Bolsa), contó a Infobae que “la Fed va a continuar firme en su curso de acción. Vemos muy poco probable un giro en la política monetaria en el corto plazo, por lo cual seguimos recomendando prudencia en lo que es acciones y me parece que es un momento interesante para mirar lo que es la curva de bonos de high grade en Estados Unidos. Los Treasuries cortos rindiendo rindiendo arriba del 4% anual, con lo cual tampoco tiene mucho sentido irse muy largo en la duración de los portafolios y bueno también mirar bonos triple A o incluso bonos soberanos de países emergentes, como Brasil o Uruguay, que hoy están rindiendo tasas sumamente interesantes arriba del 4,5% anual con una duración no muy larga”.
Gustavo Ber, director del Estudio homónimo, aportó que “se extiende la debilidad en Wall Street, toda vez que finalmente Powell volvió a sonar hawkish, y así es que se anticipan no sólo mayores tasas a futuro -aún cuando pudieran ser administradas a través de dosis más chicas- sino también un mayor riesgo de recesión. El adverso contexto externo despierta una vez más a la aversión al riesgo global, y así es que se traslada a los activos domésticos, los cuales no tienen más remedio que dar espacio a una toma de ganancias tras la recuperación ensayada en los últimos tiempos, más allá de que los ADR continúan a diario luchando por resistir verse arrastrados”.
Los condicionamientos locales
No solo el escenario externo se puso más adverso para la inversión bursátil. La macroeconomía doméstica se complementa con ese contexto y obliga a análisis prudentes y defensivos a la hora de darle un destino a los ahorros. Los cambios políticos que podrían llegar con las elecciones del año que viene, la debilidad de la economía y un horizonte inflacionario del 100 por ciento anual son una amenaza para las apuestas de riesgo.
En el plano local, Eduardo Herrera consideró que “el escenario de relativa tranquilidad cambiaria continuó durante octubre, con un BCRA que viene devaluando a un ritmo de 79% anualizado, tipos de cambio alternativos -MEP y contado con liquidación- que incluso bajaron marginalmente, y esto redunda en una reducción de la brecha cambiaría. Por un lado, contado con liquidación estable, y por el otro lado, un Banco Central que sigue devaluando a un ritmo básicamente en línea con la inflación anualizada”.
El idóneo de mercado agregó que esta suerte de oasis de estabilidad animó a los inversores a bajar sus niveles de cobertura y aprovechar para hacer carry o tasa, tanto a través de instrumentos de tasa fija, o sea Ledes, como a través de instrumentos que indexan por inflación -CER-. Y esto tuvo su correlato en los fondos comunes de inversión en los cuales, sin que hubiera grandes flujos, las principales suscripciones estuvieron básicamente dirigidas a fondos de money market y CER. Y lo que vimos es algo de rescate, tampoco fue algo masivo, en lo que tiene que ver con los fondos dólar linked, que tiene que ver con la búsqueda de hacer más carry en pesos y bajar un poco los niveles de cobertura”.
Herrera anticipó que “en los próximos meses vamos a ver seguro un flujo que vuelva a los dólar linked y ahora estamos viendo bastantes emisiones corporativas, pero siempre fin de año es un poco más caliente para lo que tiene que ver con el tipo de cambio, con los cual creo que vamos a ver un poco más de flujo”.
Paula Gándara, CIO de Adcap Asset Management, explicó que “estamos entrando en un período de estacionalidad electoral bastante acalorada, muy adelantada considerando la fecha de las próximas elecciones, sumado a diferentes frentes abiertos en torno a inflación, devaluación y tasas. Esto último parece estar más resuelto. Entonces, cuando nos preguntan desde las empresas qué hacer con los pesos, nuestra recomendación principal es tener posiciones de cobertura en todos los frentes, a través de instrumentos que ofrezcan cobertura contra inflación, devaluación y que a la vez, se favorezcan del alto devengamiento de tasas, después de la suba abrupta que realizó el Banco Central este año”.
“El Gobierno quiere evitar un salto discreto del tipo de cambio, aunque el tipo de cambio oficial ya se está devaluando a un ritmo del 6,25% mensual y la inflación de octubre andaría cerca del 7%, entonces la sugerencia que damos es diversificar los riesgos en los dos frentes, pero priorizamos la cobertura por inflación -60% de la cartera- y por devaluación -40%-”, precisó Gándara.
La experta de Adcap Asset Management estimó que “el Gobierno piensa llegar a las elecciones con este equilibrio parcial y con los parches de todos los tipos de dólar. Pero el calendario electoral está adelantado, y el mercado está muy preocupado por las licitaciones y con la cantidad de pesos que se tienen que pagar, sobre todo en el primer trimestre de 2023. Creemos que el ministro Sergio Massa instaló ciertos mecanismos en el mercado, de forma tal que no se llegue a repetir la situación de estrés de la deuda en pesos que hubo en junio. Por ejemplo, hay una mejora en la relación con todos los entes gubernamentales, hay mucha coordinación, y el Banco Central está apoyando la curva en pesos, comprando bonos, y así provee de liquidez”.
Ante los abultados vencimientos de deuda en pesos que se avecinan “decidimos tomar una posición más conservadora en los fondos, acortando la duración. Y creemos que hoy más que nunca, lo ideal es tener una cartea bien diversificada de fondos””, con “inversiones que ofrezcan rendimientos superiores a la inflación, a la devaluación, y que también logren sacar ventaja de los altos niveles de tasas”, añadió la experta.
“El mercado se encuentra a la espera del canje que anunció el Gobierno para la semana próxima, y está a la expectativa de que mejore el perfil de vencimientos para los próximos meses”, completó Gándara.
Cautela sobre la deuda argentina
Los expertos de Portfolio Personal Inversiones evaluaron que “el discurso de (Jerome) Powell lo cambió todo. Este se encargó de frenar la fiesta y declaró que, si bien el sector inmobiliario ya ha mostrado signos de debilitamiento -gran parte debido a la tasa de hipotecas a 30 años récord, por encima del 7% anual-, el mercado laboral aún se encuentra firme y la inflación se resiste. Su postura fue clara: todavía no es momento de aflojar la lucha contra la inflación. El balde de agua fría que lanzó Powell en la conferencia de prensa impulsó nuevamente al alza a las tasas largas (de los bonos del Tesoro) en EEUU, deteriorando la perspectiva de la deuda emergente. Como es de esperar, Argentina no es la excepción a la regla”, con el foco en los Globales con ley extranjera.
“La evolución de los bonos en el corto plazo iba a depender en buena medida de lo que sucediera con el escenario emergente. Ante un mercado que estaba posicionado más cerca de una suavización del tono de la Fed, el reajuste de expectativas también afectará a los instrumentos soberanos. Siempre vale recordar que, desde la reestructuración de (Martín) Guzmán en septiembre 2020, la evolución de los títulos estuvo explicada en 83,3% por factores externos.”, detallaron desde Portfolio Personal.
José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina, afirmó que “aún cuando el Gobierno pueda controlar el gasto y el déficit fiscal, el ‘talón de Aquiles’ bajo este escenario es la posibilidad de no renovación de su deuda en pesos. A diferencia de lo que ocurrió a mediados de año, hoy el BCRA tendría un margen mucho más limitado para sostener el precio de los bonos del Tesoro y, si el mercado no renueva, la única alternativa sería que la autoridad monetaria saliera a financiar directamente al Tesoro. Esto a su vez llevaría a incumplir la meta con el FMI y con ello habría riesgo de perder los desembolsos sus FMI. No obstante este panorama, ese desarrollo no es inexorable, ya que el proceso eleccionario del año próximo puede “financiar la transición”, al costo de postergar aún más la resolución del problema”.
Gustavo Ber coincidió en que “los ruidos políticos -en medio de un adelantado calendario electoral tanto en el oficialismo como en la oposición- y los desafíos económicos locales no actúan como soporte, sino por el contrario inquietan a los inversores, aún cuando algunas medidas como el dólar turista para extranjeros -en caso de lograr una rápida y eficiente difusión ya que facilitaría el proceso de pagos durante su estadía- podría ofrecer mayor oferta de divisas en el dólar MEP y así contribuir a contener la ‘brecha’, más allá de que habrá que evaluar efectos en el dólar libre ya que como contrapartida recibiría menor abastecimiento”.