En 40 días, el Gobierno deberá cancelar U$S 6.700 M. El escenario se complicó y fuerza a usar las reservas del BCRA.
El escenario se complica a menos de 40 días de que el Gobierno se vea forzado a sacrificar una buena parte de las reservas del Banco Central para cancelar u$s 6.700 millones a los tenedores de Boden 2015. Si bien el mercado entero ya parece haber despejado todas sus dudas sobre el pago, los últimas turbulencias locales e internacionales alteraron algunas condiciones y encarecieron los mecanismos que tiene previsto implementar el Tesoro para afrontarlo.
El rendimiento de los bonos que podría utilizar el Ministerio de Economía para llevar adelante un canje con los inversores que hoy tienen el Boden en su poder se disparó por encima del 11% anual y el riesgo-país -que rige para los activos argentinos de mayor plazo- subió 40 puntos básicos y ya se ubica por encima de los 600. Significa que, en estas condiciones, el Gobierno sólo podría evitar el pago completo con reservas del título con la emisión de nueva deuda en el mercado local, que debería hacerse a un costo que duplicará o triplicará al de los países vecinos. El Bonar 2024, el título de mediano plazo que usó el Gobierno para sus últimas dos colocaciones internacionales, se desplomó en pocos días y cerró ayer con un rendimiento del 11,17% anual en dólares, que está 300 puntos básicos por encima del que tenía en la última operación de deuda.
El panorama se ve ahora muy diferente al de algunos meses atrás. Y a pesar de que los operadores consideran que con estos rendimientos habría una buena demanda para los títulos argentinos, el Ministerio de Economía ya mostró en las últimas colocaciones que no está dispuesto a convalidar tasas de dos dígitos. «Yo creo que hay inversores que estarían muy interesados en títulos argentinos ante un eventual roll over, con lo cual no sería necesario pagar con reservas», se entusiasmó ayer el economista asesor de Scioli, Mario Blejer, ante una consulta de este diario durante el Council de las Americas que se realizó ayer por la mañana en el hotel Alvear.
La incertidumbre está dada ahora por las crecientes dificultades que todavía no logra despejar el Ministerio de Economía para hacerse de financiamiento en dólares, tanto por las amenazas de embargo de los fondos buitre como por la incertidumbre política (por elecciones y desconfianza). Al mercado le cuesta inferir todavía qué parte del stock podrá ser canjeado por otro título. Una porción de la tenencia quedó muy atomizada en el sector privado por las ventas de bonos que hicieron la ANSES y el Banco Central durante mucho tiempo diariamente para frenar la cotización del dólar; y, a la vez, por los títulos que masivamente debieron «descargar» los bancos y las aseguradoras en el mercado para cumplir con las normativas y las órdenes no escritas que lanzó el Gobierno con el mismo fin. Frente a esto, el equipo de Axel Kicillof tomó ya algunos recaudos: hubo ruedas en las que, desde las mesas de dinero del Banco Central y de la ANSES se realizaron recompras puntuales de Boden 2015 en el Mercado Abierto Electrónico.
«Se cree que hay inversores institucionales que hoy tienen el Boden 2015 que van a querer extender la duración de su cartera de renta fija», comentó la analista de Quantum Finanzas, Virginia Fernández. «Con la misma lógica con que hoy un inversor decide mantener el Discount en su cartera a la espera de que en algún momento haya alguna normalidad y se resuelva el tema del litigio con los holdouts, el que hoy tiene Boden 2015 puede pretender extender la duración de su tenencia para obtener el mismo resultado», agregó.
Se estima que el 3 de octubre próximo habrá que cancelar u$s 6.700 millones por esta serie de títulos que hoy está en circulación. Pero también, que al menos la mitad de este monto está hoy en manos de tenedores locales, con lo cual buena parte del pago quedará dentro de los bancos del país en forma de depósitos. Así y todo, las estimaciones de los bancos locales y del exterior sobre el nivel de reservas que habrá a fin de este año parecen incorporar una fuerte salida de dólares por este motivo: en el Crédit Suisse, por caso, el stock proyectado para fin de diciembre es u$s 8.000 millones más bajo que el actual (u$s 25.000 M, frente a los u$s 33.600 M de hoy). Problema para el heredero: si estos pronósticos se confirman, la solvencia del Banco Central se verá afectada y el dólar «cobertura», que está dado por el ratio de los pesos que circulan en la economía (la base monetaria) sobre las reservas, y que muchos suponen un indicador de referencia para el dólar «blue», podría pasar de los $ 15,90 actuales a los $ 21 a fin de año. Un salto de este tipo podría hacer crujir los ingresos en dólares de los argentinos (especialmente, los asalariados), pero habrá asegurado la cancelación de un compromiso con los acreedores.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=805026