El equipo económico considera que intervenir podría deprimir aún más los precios de los titulos públicos en dólares. La diferencia entre el oficial y el CCL asciende al 120 por ciento.
El Gobierno mira con preocupación el aumento de la cotización del dólar contado con liquidación de los últimos días, que orilla desde la semana pasada los $300, pero descarta que el Banco Central salga a intervenir en ese mercado a través de la venta de bonos en dólares. El contexto no ayuda para un acción de ese tipo: los precios los títulos públicos en moneda extranjera siguen en caída y una operación así los hundiría todavía más.
Según pudo saber Infobae en base a fuentes oficiales, hubo en las últimas horas contactos entre autoridades del Banco Central y de la Comisión Nacional de Valores (CNV) para evaluar medidas sobre el segmento de negociación del “contado con liqui”, pero no hubo consenso para aplicar restricciones mayores a la compraventa de bonos como vehículo para la dolarización por fuera del tipo de cambio oficial.
El desplome de los activos argentinos desalienta al Banco Central para salir a intervenir en la cotización del “contado con liqui” a través de la venta de bonos en dólares
Un temor que sobrevuela los despachos oficiales es que la imposición de las típicas medidas que en otros momentos el Poder Ejecutivo puso en marcha, como por ejemplo un reajuste al requerimiento de parking (plazo mínimo de sostenimiento de la inversión, lo que le quita liquidez al mercado), podría implicar un ruido adicional entre los inversores que el Gobierno procura evitar en este marco de volatilidad financiera y de un fuerte mensaje al mercado que la ministra de Economía Silvina Batakis ensayó este lunes en la presentación de sus primeros pasos como jefa del Palacio de Hacienda.
Esa primera aproximación al plan económico de la nueva ministra implicó un mensaje de austeridad fiscal, descartar una devaluación y de asegurar el cumplimiento de las metas acordadas con el FMI. Más tarde se conoció cómo empezará el programa financiero: Economía avanzará con licitaciones de bonos atados al dólar como señal al mercado de que no habrá devaluación y descartará por el momento títulos indexados.
En los despachos oficiales reconocen que parte de la estrategia que utilizó el Banco Central en las últimas semanas para sostener los bonos CER cuando comenzó su desplome, todavía con Martín Guzmán al frente del Palacio de Hacienda, implicó una fuerte presión adicional al “contado con liqui”, que lo empujó a la zona de los 300 pesos. Tal como explicó Infobae, el recalentamiento en la cotización del CCL estuvo ligado al salvataje que intentó hacer el BCRA de los títulos indexados del Tesoro.
Los valores de los títulos en dólares continuaban este martes en un pronunciado desplome, en precios mínimos desde la reestructuración de la deuda en dólares que hizo Guzmán en los primeros meses de su gestión, y con un riesgo país que superaba los 2700 puntos pasadas las 14. El Bonar 2030 (AL30), uno de los más utilizados para realizar la operatoria de “contado con liqui”, cotizaba esta tarde 17,88 dólares, un precio que implica un derrumbe de 3,1% diario, 16,8% a nivel mensual y 45,3% en lo que va del año.
La ministra Batakis minimizó este lunes el impacto de la brecha cambiaria al asegurar que el mercado paralelo negocia unos 3 millones de dólares diarios, en comparación con el mercado oficial que transacciona unos 1.000 millones por día. Además, aseguró que la cadena de costos de la producción está ligada al tipo de cambio administrado y no a las cotizaciones paralelas. Este martes la brecha entre el oficial y el CCL era levemente superior al 120 por ciento.
El Bonar 2030 (AL30), uno de los más utilizados para realizar CCL se derrumbaba 3,1% diario, 16,8% a nivel mensual y 45,3% en lo que va del año
Como en toda crisis puede surgir una oportunidad, una fuente oficial estimaba en estas horas que la operatoria de contado con liquidacion solamente durante la semana post renuncia de Guzmán, que incluyó una escalada de los tipos de cambio que se negocian en el mercado financiero, les reportó a un grupo reducido de sociedades de bolsa unos $1.500 millones en comisiones, lo que representa unos 5 millones de dólares a precio CCL.
Arranca el plan financiero de Batakis
Batakis comenzará esta misma semana a desandar su plan de financiamiento. Sin vencimientos urgentes a la vista, y con la intención de descomprimir el calendario de obligaciones de pago que sí se tornarán exigentes a fin de mes, la Secretaría de Finanzas que encabeza Eduardo Setti se alista para el primer testeo ante el mercado.
Según dejó saber la propia Batakis y mencionaron fuentes oficiales a Infobae, una parte importante de esa estrategia financiera estará marcada por el poder de disuasión de una eventual devaluación del peso, para lo cual el Ministerio de Economía explora reforzar la emisión de títulos públicos dollar linked, es decir, que protegen al inversor de movimientos del tipo de cambio.
De acuerdo al llamado a licitación que publicó Economía habrá una Lelite en pesos a descuento con vencimiento dentro de un mes, una Lete a octubre, un bono a 2027 dirigido a bancos y un bono atado al dólar con finalización en julio de 2023.
Suele ser considerado, habitualmente, una señal de que no habrá correcciones del dólar administrado por el Banco Central. De lo contrario, implicaría un costo financiero mucho mayor para el Tesoro. Por eso, la aparición de este tipo de bonos en la mesa de colocación funciona más como un mensaje en clave hacia el mercado.
El Ministerio de Economía explora reforzar la emisión de títulos públicos dollar linked, es decir, que protegen al inversor de movimientos del tipo de cambio
Este lunes por la tarde, el secretario de Finanzas Eduardo Setti terminó de diseñar el llamado a licitación tras una reunión con ejecutivos de fondos comunes de inversión y sostuvo contactos con funcionarios del Banco Central para afinar un trabajo de coordinación.
Una fuente oficial aseguró que la expectativa está puesta en poder mostrar un sendero de tasas de interés reales positivas –es decir, que no queden por detrás de la inflación– y, en lo posible, una extensión de los plazos de colocación de los bonos.