Aunque en enero el Índice de Condiciones Financieras anotó una mejora tenue, destacan que las condiciones financieras favorables ayudaron a recuperar la actividad económica
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) elaborado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) y la consultora Econviews mostró en enero una mejora muy leve, de 0,8 puntos, con respecto a diciembre, y alcanzó los 48,2 puntos. Así, superó los registros previos a la elección de Trump y llegó a su mejor marca desde octubre de 2007.
Los responsables del índice, destacaron en un comunicado: «Tras mantenerse las condiciones financieras en zona de confort durante los últimos siete meses en forma ininterrumpida, comenzaron finalmente a aparecer los primeros brotes verdes en la actividad económica». En tal sentido, el comunicado presentó un gráfico donde pueden verse la evolución de las condiciones financieras y del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) elaborado por el Indec, que fue positivo en los últimos meses. «La economía argentina siempre creció cuando las condiciones financieras permanecieron en zona de confort durante un lapso prolongado», agregaron desde IAEF y Econviews.
El ICF es el promedio simple entre un subíndice de condiciones locales y otro de condiciones internacionales. En total, se utilizan 20 variables financieras de acceso público. Durante enero, las condiciones locales se deterioraron levemente, mientras que las condiciones externas, en cambio, tuvieron una tenue mejoría.
Las condiciones locales exhibieron un ligero retroceso mensual de 2,2 puntos, aunque se mantuvieron en zona de confort y alcanzaron 33,1 puntos en enero. «Este pequeño deterioro mensual se explicó por un menor crecimiento de los depósitos en dólares, un aumento en la inflación core mensual y una merma en la liquidez de corto plazo. Estos retrocesos fueron parcialmente compensados por una fuerte suba del índice Merval», dijeron los creadores del índice. De todos modos, el subíndice local se encuentra en zona de confort desde febrero de 2016.
El deterioro de las variables locales fue compensado por las condiciones externas, que siguieron sumando puntos. En diciembre, los analistas ya se habían sorprendido al no ver rastros del efecto Trump, que sí se había sentido en noviembre; durante enero, la tendencia favorable se mantuvo. En el primer mes del año, las condiciones externas alcanzaron 15,2 puntos, lo que significó una mejora 3 puntos con respecto a diciembre. Esto se explicó por una menor volatilidad en las acciones de países emergentes y de Estados Unidos, así como una merma del riesgo global. El comunicado de IAEF y Econviews explicó: «Este avance no fue mayor por un aumento en la volatilidad de las monedas emergentes. Por otra parte, si bien la suba en el rendimiento de los Treasuries a 10 años y el resultante mayor empinamiento de la curva soberana de EE.UU. tras el triunfo de Trump habían deteriorado las condiciones externas, en enero hubo una mejoría gracias a un recorte en el rendimiento de los Treasuries más largos».
Las condiciones financieras muestran un avance de 89,9 puntos en contraposición con los registros de hace un año atrás. Sin embargo, en enero, el avance interanual fue menor al de diciembre (que había sido de 101,2) porque todavía se comparaba contra el período de vigencia de las restricciones cambiarias. Los creadores del índice comentaron: «Frente a enero de 2016, luego del levantamiento del cepo, la mitad de la mejora anual de las condiciones financieras se explica por un avance en las condiciones externas, aún a pesar de los temores que disparó la elección de Trump, en tanto muestran un avance de 45 puntos, por una menor volatilidad en commodities y acciones, una suba en la inflación esperada en EE.UU. y una merma en el riesgo global. Por su parte, las condiciones locales mejoran 44,9 puntos, de la mano de una baja en la inflación core mensual, un aumento del Merval y la liquidez de corto plazo y una baja en la tasa Badlar».