Hasta el viernes acumulaba u$s965 millones. Se entusiasma Gobierno con duplicar cifra.
Al menos en la política cambiaria-monetaria, el Gobierno recibirá esta semana una muy buena noticia. Probablemente entre hoy y mañana, el Banco Central (BCRA) superará por primera vez desde que Alberto Fernández está en el poder, los u$s1.000 millones de compras acumuladas mensuales. Hasta el viernes pasado, el saldo de adquisiciones de divisas por parte de la entidad que maneja Miguel Pesce llegaba a los u$s965 millones, con lo que siguiendo el ritmo de los primeros quince días del mes, en 48 horas de operatoria los mil millones serán superados. La proyección para todo marzo indica incluso la probabilidad de acercarse a los 2.000 millones, sosteniendo el ritmo hasta, al menos, fin de abril principios de mayo. O incluso, con algo de suerte y confianza; superarlo, permitiéndole al BCRA alcanzar los u$s5.000 a 6000 millones de incremento de las reservas en el período. Si se tiene en cuenta que en lo que va del 2021 las compras alcanzan los u$s1.755 millones, se puede esperar que para el primer semestre el volumen de reservas llegue a los u$s7.000 millones de saldo positivo. Nada mal teniendo en cuenta el panorama lapidatorio que auguraban algunos analistas privados.
La progresión desde septiembre del año pasado a marzo de este año es notable. En el mes donde comenzaron las restricciones para el acceso a las divisas y el encarecimiento de los precios de adquisición del oficial, la entidad registró un saldo negativo de u$s 1.600 millones. Octubre y noviembre continuaron con el ritmo de ventas, arrojando saldos en rojo de u$s1.060 y 327 millones respectivamente. En diciembre la tendencia cambió, y por primera vez el BCRA mostró un saldo positivo de u$s607 millones. Desde ese momento hacia marzo todo fue positivo. En enero se registraron compras por u$s157 millones y en febrero por u$s630 millones. Este último número fue más que esperanzador para el BCRA, ya que tradicionalmente febrero es un mes irregular, donde se registran más salidas que entradas de divisas. Sabe el BCRA que en marzo se inaugura la mejor época de año en cuanto a las liquidaciones de dólares por parte de los sojeros; y que son tiempos para aprovechar. Lo que se vivió en los primeros quince días de este mes, y la seguridad que se superarán los u$s 1000 millones de resultado positivo, son una señal de satisfacción y tranquilidad. Al menos por el momento.
El análisis oficial sobre la conducta de los exportadores es simple. Se entiende que la política del BCRA y del ministerio de Economía de mostrar un mensaje amistoso pero firme y convincente hacia los exportadores está dando resultado. El objetivo es demostrarle al mercado, especialmente a los exportadores sojeros que deberían liquidar el grueso de sus exportaciones hasta fin de mayo, que no deben esperar alteraciones importantes en el valor del dólar; y que el oficialismo mantiene controlada la variable cambiaria. Esto cruzado con que el valor de la soja hoy es el mejor en una década y que la posibilidad de un incremento en la cotización del commodity en el segundo semestre es una quimera, debería ser una fórmula lo suficientemente convincente para que los exportadores y productores evalúen seriamente en liquidar y preparar rápidamente el siguiente ejercicio productivo. La estrategia oficial se completa con una decisión política del propio Alberto Fernández, llevada adelante a rajatabla por el equipo económico. Esta reza que “nadie debe molestar al campo. Y si los productores eligen la silobolsa, que así sea. Ninguna declaración política debe alterarlos. La decisión de liquidar debe llegar por convencimientos económicos y productivos, y no por presiones políticas”, según la descripción que le hizo un alto referente del gobierno a este diario.
Se considera en la Casa Rosada que el hecho que el Banco Central haya superado febrero sin alteraciones cambiarias y que marzo arroje la alternativa de un ingreso de divisas record para el gobierno, es un logro a remarcar, tanto en el análisis económico como el político. La fuente con despacho directo con el Presidente lo describió al titular de la entidad, Miguel Pesce, como “un viejo lobo de mar”; y rescatan que por influencia directa de Alberto Fernández, haya mejorado en octubre del año pasado la relación con Martín Guzmán. Al punto de trabajar, ahora sí, juntos el día a día.