Analistas privados estiman que el monto al Argentina podría acceder oscila entre los u$s 20.000 millones y u$s 30.000 millones. Hay preocupación por las condicionalidades
Después de nuevas tensiones en los mercados, continuarán hoy en Washington las negociaciones de un programa del Fondo Monetario Internacional para la Argentina, que, según se informó ayer, será un préstamo denominado «stand-by de alto acceso».
Están previstas dos reuniones clave: por la mañana el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se encontrará con David Malpass, subsecretario de asuntos internacionales del Departamento del Tesoro, y por la tarde con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. La primera gestión es clave puesto que los EE.UU. tienen poder de veto en el organismo multilateral. No obstante las urgencias por estabilizar la situación, el Gobierno deberá esperar unas seis semanas para rubricar el acuerdo, que daría al país un colchón financiero con el que se busca frenar la corrida cambiaria.
Estimaciones privadas marcan que el país podría acceder a una cifra de entre u$s 20.000 millones y u$s 30.000 millones. El inicio de estas negociaciones con el FMI se produjo en coincidencia con un nuevo préstamo por u$s 2000 millones del Banco Internacional de Pagos de Basilea al Banco Central.
En las conversaciones de hoy el Gobierno buscará delinear qué componentes conformarán este nuevo préstamo «stand-by», en la modalidad «de alto acceso». Fuentes de Hacienda se limitaron ayer a marcar una diferencia con este tipo de líneas tradicionales, de las que la Argentina conoce en profundidad: desde 1958, año en el que obtuvo un primer «stand-by», fueron 18 los créditos de estas características que obtuvo el país. Hoy, Irak, Kenya y Jamaica tienen estas líneas, aunque ninguno de ellos en modalidad «alto acceso».
De acuerdo con lo que se lee en la web del FMI, la modalidad «alto acceso» fue introducida en 2016 y aún no fue otorgada a ningún país. Las principales diferencias con el tradicional son básicamente dos: por un lado, la posibilidad de acceder a un monto mayor de crédito y, por otro, tener los fondos disponibles para utilizarlos de ser necesario. «El nuevo marco del acuerdo stand-by ha ampliado el rango de los acuerdos precautorios de alto acceso, un tipo de servicio de aseguramiento frente a necesidades de financiamiento potenciales muy cuantiosas. Los acuerdos precautorios se emplean cuando los países no tienen intención de utilizar los montos aprobados, pero conservan la opción de hacerlo si llegaran a necesitarlos», detalla el organismo en la descripción del tipo «precautorio» del stand-by.
No obstante, las condicionalidades serían similares a un tipo de préstamo de estas características en su modo regular. El economista Jorge Neyro, de la consultora ACM vivió en Washington DC y conoce detalles del FMI. Explicó que no se modifican los pedidos que podría hacer el organismo a la Argentina y que varían de acuerdo con la situación de cada país en particular.
Para tener una idea, basta mirar los últimos informes sobre la economía argentina, que se conocen como el Artículo IV´, en los que el FMI felicitó el rumbo de disminuir del déficit fiscal, recomendó cambiar la fórmula de movilidad previsional, pero en los que también señala el déficit de cuenta corriente. Por este motivo se espera que uno de los puntos pedidos sea el de dejar flotar de manera completamente libre al tipo de cambio.
Ayer, la comitiva argentina, encabezada por Dujovne, comenzó las negociaciones para obtener este crédito: el ministro se reunió con el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner. Tras este primer encuentro, los equipos técnicos del FMI y el resto de la comitiva argentina, conformada por Sebastian Galiani, Ariel Sigal, Guido Sandleris, Rodrigo Pena, de Hacienda; Santiago Bausili, de Finanzas; y Lucas Llach y Mariano Flores Vidal del Banco Central, se reunieron para ahondar en detalles.
El FMI se limitó a informar en un comunicado que «las autoridades argentinas y el personal del FMI se reunieron hoy (por ayer) para analizar la solicitud de apoyo del Fondo por parte de las autoridades argentinas. Las discusiones continuarán mañana (por hoy) e incluirán una reunión entre el ministro Nicolas Dujovne y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde».
Líneas
Las líneas stand-by del Fondo son utilizadas con más frecuencia por los países de mediano ingreso. La duración de este tipo de acuerdos es flexible, y generalmente abarca un período de 12-24 meses, pero no mayor de 36 meses, detalló ACM. En su modalidad tradicional, los países pueden acceder al financiamiento por hasta el 145% de su cuota en cualquier período de 12 meses, y para que tengan un acceso acumulado a lo largo de la duración del programa de hasta 435% de su nueva cuota. En el caso de Argentina, equivaldría a aproximadamente u$s 20.000 millones.