Las acciones mundiales van camino a su peor racha desde la crisis de la deuda europea hace una década. Los analistas aseguran que habrá «sangre, sudor y lágrimas» para los mercados por las consecuencias que tendrá la suba de tasas.
Las acciones mundiales van camino de su peor racha desde la crisis de la deuda europea hace una década y los estrategas de Goldman Sachs se encuentran entre los que advierten sobre la posibilidad de que continúen las caídas. A esto se le suma BlackRock que en las últimas horas advirtió por la recesión a corto-mediano plazo que pone en riesgo el valor de las acciones.
El índice MSCI All Country World cae por noveno día el miércoles, la racha de pérdidas más prolongada desde 2011, un período en el que la carga de la deuda pública puso en duda la viabilidad de la eurozona, sacudiendo a los inversionistas.
La caída del indicador borró rápidamente el rebote registrado desde mediados de junio que un equipo de Goldman dirigido por Peter Oppenheimer describió como un “rally de mercado bajista”.
“Su duración y magnitud no fueron inusuales en relación con la experiencia de décadas anteriores”, escribieron los estrategas en una nota. “Esperamos más debilidad y mercados agitados antes de que se establezca un mínimo decisivo”.
El índice MSCI All Country World cayó un 9% desde mediados de agosto y alcanzaría los niveles más bajos de la pandemia en 2020 si se hunde hasta el punto más bajo de junio. Una serie de riesgos, que abarcan el ajuste monetario de la Reserva Federal para luchar contra la inflación, la crisis energética en Europa y la desaceleración económica de China, están en juego.
“El corto plazo es bajista y en septiembre y octubre es cuando los mercados suelen caer bruscamente”, dijo Chris Wood, director global de estrategia de renta variable de Jefferies LLC, en Bloomberg Television.
Algunas métricas técnicas sugieren que es posible una pausa en la caída. En las últimas dos décadas, el índice MSCI All Country World ha subido un promedio de al menos un 1% durante 10 y 20 días después de rachas de pérdidas de nueve días, según datos recopilados por Bloomberg.
Por ahora, la cautela parece ser la consigna: la fortaleza del dólar recorría los mercados mundiales el miércoles, los rendimientos del Tesoro se mantenían al alza ante las expectativas de una Fed agresiva y un índice de acciones asiáticas cayó a niveles no vistos desde 2020.
La gran incógnita sigue siendo “la inflación y cómo tienen que reaccionar los bancos centrales ante esto”, dijo Joyce Chang, directora global de investigación de JPMorgan Chase & Co., en Bloomberg Television. “Estamos adelantando todos estos movimientos de los bancos centrales, así que, ¿en qué momento pueden hacer una pausa, realmente sentarse y ver dónde se asienta la inflación?”
Los economistas de Goldman pronostican una probabilidad de uno en tres de una recesión durante el próximo año y “la historia muestra que las acciones de valor se comportan mejor al comienzo de las recesiones”, escribieron los estrategas.
BlackRock
Los expertos reconocen cada vez más que los datos macroeconómicos en los diferentes países desarrollados del mundo hacen prever que podríamos enfrentarnos a una recesión a corto-medio plazo. Y esto, según BlackRock, “es una mala noticia para los activos de riesgo”.
La gestora espera que el Banco Central Europeo (BCE) suba las tasas 75 puntos básicos en su reunión de mañana jueves, siguiendo así la misma estrategia súper hawkish de la Reserva Federal estadounidense (Fed).
“Durante un tiempo venimos advirtiendo de que estamos en un nuevo régimen macro. En el reciente simposio de Jackson Hole los banqueros centrales reconocieron esta realidad”, apunta BlackRock en su último informe semanal.
“Pero creemos que no reconocen la realidad a la hora de priorizar las implicaciones económicas sobre la presión para frenar la inflación. Y hay una fuerte disyuntiva entre inflación y crecimiento. Esto es un gran problema”, sentencian estos expertos.
“Creemos que hacer que la inflación vuelva a los objetivos del banco central significa hundir la demanda con una recesión. Esas son malas noticias para los activos de riesgo en el corto plazo”, reiteran.
En BlackRock se muestran muy claros: “La economía estadounidense ya se ha estancado. Ahora vemos una recesión a principios del próximo año. Powell dejó muy claro en Jackson Hole que la Fed, por ahora, no tiene intención de dar marcha atrás en su ciclo de alzas. El problema es que las subidas de tipos no resolverán el mayor problema: la baja capacidad de producción (ver la línea de puntos verde en el gráfico). La única forma en que la Fed puede hacer que la inflación baje rápidamente es elevando los tipos lo suficiente como para obligar a la demanda (línea naranja) a bajar alrededor de un 2% a lo que la economía puede producir cómodamente ahora. Eso está muy por debajo de la tendencia de crecimiento anterior a Covid (línea rosa)”.
“Pero la Fed aún tiene que reconocer el gran costo para el crecimiento”, advierten.
«La Fed se verá sorprendida por el daño al crecimiento causado por su endurecimiento. Cuando la Fed vea este dolor, creemos que dejará de subir las tasas. Pensamos que para entonces será demasiado tarde para evitar una contracción de la actividad económica”, sentencian estos expertos.