Cuando nos enteramos, vemos noticias o nos convertimos en usuarios de ingeniosos, novedosos y hasta “mágicos” productos o servicios, estamos siendo espectadores o partícipes de un proceso de innovación o cambio.
Generalmente a la innovación se la vincula a los avances en tecnología. Esto en parte es así porque esta industria tiene una gran cultura de innovación o emprendedora aspirando a tener gran impacto. Más allá de esto, en todas las industrias se producen innovaciones en mayor o menor medida.
Más aún, vemos que muchos casos o historias de éxito (algunas con película de Hollywood incluída) se dan en el garaje de la casa de alguno de los integrantes del equipo fundacional.
Pero como toda historia, tiene un dejo de fantasía para condimentar la realidad. Es en esta dinámica que hay conceptos que nos resultan más amigables y hasta heroicos, logrando convertirse en los protagonistas. En este caso nuestro concepto protagonista o palabra estrella es “La Idea”.
Es que “La Idea” es tan romántica que le hemos dedicamos canciones, le agradecemos haber inspirado avances científicos, la usamos para nombrar fundaciones, tiene su propio ícono (la lamparita encendida), protagoniza películas (por ejemplo “Inception”) etc., etc.
Pero, es La Idea el concepto más primordial e importante, con fuerza tal como para impulsar el primer paso en el camino de la innovación?
Bueno, desde este lugar nos paramos del lado de la raya en el que decimos NO.
Y esta respuesta viene porque entendemos que la protagonista oculta, la “tapada” en la historia de la innovación, casi como una cenicienta, es La Necesidad. Y otra cosa más, la Necesidad tiene un primo cuyo nombre es el Problema.
Ahora vemos que pasamos de tener un concepto romántico y heroico como impulsor de la innovación, pero en realidad las que cumplen este rol son la Necesidad y el Problema.
Es muy difícil cambiar este paradigma mental que venimos cultivando desde hace mucho tiempo. Cómo hacemos para poder cambiarlo?
Bueno, apelemos a un juez imparcial: El Mercado
Y resulta que, cuando empezamos a atravesar hasta las capas más profundas y menos conocidas de la innovación comercial (y también de otros aspectos en la vida) vemos que las historias de éxito son las de empresas, equipos, personas y países que dieron soluciones a una Necesidad o Problema. Es más, llevado al extremo, las historias más conocidas son las de necesidades o problemas que eran desconocidas hasta ese momento por la misma Sociedad (o alguien en 2003 pensaba que era necesario contar con Redes Sociales?)
Osea, la innovación nace como fruto de la Necesidad o el Problema, siendo la idea el vehículo a través del cual se concreta.
Ahora bien, yendo a lo concreto. Para que nos sirve toda esta reflexión conceptual?
Bueno, seguramente si estás leyendo esta nota es porque te gustan los Negocios. Entonces, esta es una invitación para recalibrar tu radar para los Negocios y comenzar a pensar en que la innovación comercial, como fuente de nuevos Negocios es fruto de las Necesidades o Problemas que tenemos en la Sociedad/Mercado y, nosotros como amantes de los Negocios, tenemos que estar atentos y disponibles para detectarlas y atenderlas. Al estar en esta sintonía, tranquilo, las ideas van a venir.
También nos sirve para desmitificar la historia de que debemos tener “super ideas” para comenzar con un proceso de innovación. De esta manera, ponemos foco en resolver problemas y no tanto en ser magos creadores de ideas.
En próximas notas la “idea” es la de seguir ahondando en conceptos y herramientas vinculados a la innovación y el emprendedurismo. Por qué? Veamos la Necesidad y el Problema
Necesitamos impulsar el crecimiento económico a nivel macro y micro. Conocer y masificar el uso de estas herramientas ayudan en este sentido.
El problema es que la innovación y el emprendedurismo son temas en los que en la Argentina no se habla mucho o recién se está empezando a hablar. Siempre estamos ocupados con otros problemas económicos (inflación, pobreza, devaluación,) y nunca llegamos a profundizarlo. Mientras tanto, en otros países se enfocan en innovar y cada vez producir más y mejores productos y servicios, relegándonos cada vez más en el ranking de la economía mundial.
El autor es Contador Público y Especialista en Finanzas (UNR) // Martillero Público y Corredor Inmobiliario (UCA)
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