Los futuros de dólar han descendido fuerte desde la renuncia de Juan Carlos Fábrega al mando del Banco Central. Asumido Alejandro Vanoli como nuevo titular, las expectativas de devaluación han caído y esto se ve claramente reflejado en la curva de Rofex.
El congelamiento del precio spot del dólar es una de las razones. Desde el 21 de octubre al 21 de noviembre el dólar oficial, según la Comunicación A3500 del Banco Central, sólo creció un 0,24%.
La otra razón es que Vanoli se encarga todas las semanas de defender el sistema de flotación sucia (o flotación administrada) y desmentir tajantemente que no habrá una nueva devaluación como la de enero. Esto no quiere decir que el tipo de cambio se mantendrá fijo como en tiempos del 1 a 1, pero sí que el Gobierno intentará por todas las vías evitar un salto brusco del tipo de cambio.
Los beneficios y contras de la política actual son diversos. Sin lugar a dudas el principal beneficio es la previsibilidad, en una economía que ha carecido de ella por mucho tiempo. De esta forma, el Gobierno busca dar certidumbre a los inversores y empresarios. Otra gran ventaja es que un tipo de cambio cuasi-fijo funciona como ancla nominal para las expectativas de inflación.
La principal crítica que se le puede hacer a esta política de “no devaluación” es que Argentina pierde constantemente competitividad a nivel mundial. Con una inflación del 3% mensual promedio y un tipo de cambio fijo, los productos argentinos son cada vez más caros a nivel mundial. Si a esto se le suma la depreciación de las monedas de países vecinos como Brasil y Uruguay, el contexto se presenta aún más complicado. Este atraso cambiario aumenta gradualmente la posibilidad de que el Gobierno pueda decidir en un futuro una devaluación mayor.
Más allá de las causas y consecuencias, a nivel mercado esto ha tenido implicancias. Los más afectados fueron los bonos dollar linked y los futuros de dólar. Hace dos meses, el dollar linked de Provincia de Buenos Aires a 2015 (PBF15) cotizaba a una TIR del -14,3%, mientras que ahora cotiza a una TIR positiva del 18%. El dollar linked de Neuquén a 2016 (NDG1), por citar otro ejemplo, pasó de cotizar a una TIR del -9,6% a una TIR del 2% positiva. Al ser los pagos de estos bonos ajustables por el tipo de cambio oficial, su cotización ha retrocedido fuertemente ante las menores expectativas de devaluación.
Los otros grandes perdedores fueron aquellos con posiciones largas en futuros de dólar. El gráfico en la página siguiente permite ver la evolución de la curva del Rofex en los últimos dos meses. Semana a semana la curva ha descendido y hasta el momento no ha encontrado un piso.
El desplome de los futuros de dólar es más que evidente en el gráfico. En un análisis numérico, el Rofex pasó de descontar una devaluación (tasa anualizada) del 42,4% a marzo de 2015 a una devaluación del 17%. El mismo análisis para el ajuste de agosto refleja que la tasa de devaluación pasó del 44% al 23,7%.
En términos directos, las posiciones largas han bajado más de un 10% en dos meses, ratificando que quien apostó esta vez a una devaluación perdió.
De aquí en adelante, quienes deseen cubrirse tienen un panorama más que favorable ya que la tasa implícita del Rofex es menor a tasas que se pueden obtener en mercado (ejemplo Lebacs o CPD). Por lo tanto, quien coloque fondos contra tasa y compre futuros de dólar, en el corto y mediano plazo verá incrementado su patrimonio en términos de dólar, independientemente de la variación de la divisa en el mercado spot. Una decisión más que lógica para aquellos que busquen previsibilidad en sus negocios.
El autor es Lic. en Ciencias Empresariales y tiene un Master en Banca y Regulación Financiera. Actualmente se desempeña como Analista de bolsa en TSA Bursátil, una empresa del Grupo Transatlántica