El mercado leyó el mensaje del Gobierno al ver que el dólar oficial no fluctuará más allá de los $ 8. Por ello, bancos y cerealeras se unieron a las ventas. Las entidades financieras ayer, como el miércoles, debieron desprenderse de parte de su patrimonio neto dolarizado, obligadas por una resolución del Banco Central, mientras que las exportadoras liquidaron una primera tanda de divisas de granos acopiados. Asimismo, como las cuevas no consiguen captar clientela, debieron bajar la cotización y algunas bajaron incluso sus persianas por un par de días.
Con una vieja disposición suspendida que a la que BCRA le sacó el polvo, los bancos tienen que deshacerse de u$s 3.500 millones en billetes, títulos y futuros de acá a fines de abril. Debido a esto, el tipo de cambio mayorista cedió y empujó al oficial dos centavos abajo, hasta los $ 7,89 en las pizarras de la city. Además, el contado con liquidación cayó 38 centavos a $ 11,62 y el dólar Bolsa 17 centavos a $ 10,83. Si bien no se detuvo el ritmo de ventas de billetes, fue más calmo que el miércoles porque los actores del sistema financiero son tiempistas y esperan para conseguir el mejor precio en las ventas que ya tienen comprometidas.
Las grandes cerealeras de a poco aumentar sus ventas. Según confirmaron a ámbito.com fuentes del sector, el panorama cambiario actual los beneficia para acelerar sus operaciones y por ello le confirmaron al Gobierno que liquidarán en febrero u$s 2.000 millones. Un tipo de cambio más alto y semiestable es el escenario que esperaban para ingresar al mercado, pero también ayuda para que el blue descienda, dado que algunas tienen margen para adquirir dólares informales con ingresos no facturados por "olvidos" o "malos cálculos".
Sin embargo, ayer las exportadoras liquidaron algo de stock que tenían acumulado, dado que por ahora los productores agrarios no acompañan con ventas. "Desde los campos no nos aumentan las entregas, están desconfiados con las fluctuaciones de la divisa", argumentaron desde una cooperativa acopiadora. Sucede que ningún miembro de la cadena de la soja quiere ser el que entregue la mercancía al precio menos favorable y esperan a ver la jugada de los otros.
Las expectativas de los inversores es que la divisa fluctúe en torno a los $ 8 para el corto plazo. Mientras el dólar para mayo cotizaba a $ 8,94 el 4 de febrero (antes de la resolución del BCRA), ayer cerró a $ 8,06, una caída de casi noventa centavos. Las posiciones anteriores terminaron por debajo de los $ 8. "Es que ahora se modificaron los pronósticos y se proyecta una estabilidad al menos en la primer mitad del año", convidó Antonio Sesín, jefe de la mesa de operaciones de Besfamille. La incertidumbre aparece para cuando los bancos terminen de adecuarse a las disposiciones del BCRA a fines de abril, porque un dólar bajo no será tentador para las liquidaciones de granos, que comienzan en ese momento, aunque se espera que el Central participe activamente en la compra de divisas para mantener la cotización.
En esa línea, la autoridad monetaria ayer adquirió unos u$s 415 millones de dólares MEP en el Mercado Abierto Electrónico, que no mueven las reservas pero les brinda mayor solidez. En tanto, aspiró nada más que u$s 20 millones líquidos, aunque se espera que en las próximas semanas deje de darle tanto lugar a las necesidades de las importadoras y mejore sus activos, que cerraron con una baja de u$s 49 millones a u$s 27.802 y continúan en el foco de atención del Gobierno nacional.
Por su lado, en el sector informal algunas cuevas prefirieron ausentarse por un par de jornadas, con la esperanza, por ahora vana, de recuperar parte de su alicaída demanda. Las que operaron sinceraron una merma en la cotización y rebajaron a la cotización de venta a $ 12,40, tal como había anticipado este medio.