La tasa de ajuste había llegado al 3% mensual en agosto, pero se redujo a 1,74% en lo que va de septiembre; ayer hubo incluso ventas oficiales desde temprano para mantener el tipo de cambio congelado
El Gobierno comenzó a aminorar el ritmo que le venía dando a la actualización nominal del tipo de cambio.
Por lo menos así lo interpretan los analistas, que lo juzgan como una reacción posibilitada por el respiro que últimamente entregó la recuperación del real en Brasil y disparada además por la necesidad de no encarecer más las crecientes importaciones energéticas. Y lo comprobaron en los últimos días los operadores cambiarios, que detectaron una desaceleración del 35 al 26,5% en la tasa de devaluación anualizada del tipo de cambio de agosto a esta parte.
Esta lectura pareció verse fortalecida ayer por la manera en que los organismos públicos operaron en el mercado oficial de cambios.
"Llamó la atención que fuera el Banco Nación el que temprano marcó precio, dando señal de estabilidad al ofrecer a 5,771 pesos a la venta el dólar transferencia, algo que luego avalaría el Banco Central con una orden por 10 millones de dólares para la venta en igual precio", comentaron a LA NACION en la corredora ABC. "Parecieron transmitir a coro el mensaje de un tipo de cambio planchado para el día, que fue lo que finalmente sucedió."
Lo concreto es que, mientras en agosto la acción oficial favoreció un ajuste del 3,03% en el tipo de cambio, en lo que va de septiembre, con intervenciones constantes de venta que ya rondan los US$ 600 millones, la recortó al 1,74%, lo que supone el menor ritmo de actualización de abril a esta parte, es decir, desde antes de que empezara a pisar el acelerador corrido por el desplome del real. Y es compatible con un dólar cercano a $ 6 a fin de año, como profetizó el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, hace unos meses.
LÍMITES Y CONDICIONANTES
El delicado equilibrio que maneja el Banco Central (BCRA) luce por estos días complicado por un mercado que comienza a regirse por una dinámica característica previa a cualquier elección. Es decir, con una demanda de divisas que busca anticiparse (temerosa de nuevos cambios regulatorios o prohibiciones para después de los comicios) y una oferta que, por los mismos supuestos o simplemente especulando con precios, tiende a retrasarse, lo que obliga al BCRA a ponerse a diario del lado vendedor.
"Tras haber agotado los mecanismos de racionamiento por cantidad [cepo], el BCRA parece resignado a sacrificar reservas a razón de unos US$ 40 millones diarios para no irse de la pauta de devaluación que manejaba para el año, evaluó ayer la consultora Empiria, en un informe en el que analizó este cambio de conducta y concluyó en que respondería a la premisa de "no hacer olas" por lo menos hasta las elecciones parlamentarias.
La consultora reconoce que la venta neta de divisas era esperable en esta época del año, dada la relativa escasez asociada a la estacionalidad de las exportaciones agrícolas. "Han caído por debajo de los US$ 100 millones diarios tras haber marcado picos de US$ 160 millones por día durante el segundo trimestre."
Pero hacerlo en momentos de reservas limitadas o ya comprometidas (el BCRA acaba de separar US$ 9425 millones para próximos usos del Tesoro y el presupuesto del año próximo le demanda US$ 9850 millones más para el Fondo de Desendeudamiento) es delicado. De allí el cuidado que muestra para tratar de no aumentar el sacrificio de reservas por intervenciones cambiarias.
La otra motivación la dejó a la vista la balanza comercial en las últimas horas: para un país que debió duplicar en el último año las importaciones de energía (crecieron 103% medidas en agosto de 2012 vs. igual mes de 2013), nada peor que un tipo de cambio moviéndose al alza porque las encarece.
Mucho más si la oferta de divisas en el país depende cada vez más del canal comercial. "El problema es que para crecer el país necesita importar energía, pero eso implica sacrificar reservas", suele advertir el economista Fausto Spotorno, al plantear el dilema al que quedó expuesta la economía argentina.
BRASIL Y LA AYUDITA DE LA FED
La adaptación en la estrategia oficial se vio favorecida por el impacto que tuvo en los mercados globales la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de sostener su plan de estímulos sin fecha de finalización.
"El mantenimiento de tasas de interés bajas permitió cortar la fuga de capitales de países emergentes y la depreciación de sus monedas. Para la Argentina, implicó un respiro y mayor tiempo de maniobra, al no tener que devaluar intentando acompañar la depreciación del real para no encarecerse más en dólares", describió la consultora Delphos Investment.
Al respecto, vale recordar que hace exactamente un mes un dólar en Brasil costaba 2,4540 reales, mientras que ayer se conseguía a 2,2020.
APLICANDO DE A POCO EL FRENO
Variación en el ajuste oficial del peso frente al dólar
35%
acelerando
Fue la tasa de devaluación anualizada en agosto, mes en el que el precio del dólar mayorista aumentó 16 centavos o 3,03 por ciento. Cerró $ 5,6720 para la venta
26,5%
desacelerando
Es la tasa de devaluación anualizada en lo que va de septiembre. Este mes el dólar mayorista aumentó 9,9 centavos. Ayer cerró sin cambios a $ 5,7710, gracias a la coordinada acción de ventas del Banco de la Nación y el Banco Central para evitar un nuevo ajuste en el tipo de cambio en la jornada
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1622996-vuelven-a-desacelerar-el-ritmo-de-devaluacion-oficial-del-peso