Por Hernan de Goñi
Lo que Martín Guzmán describió ayer no es la oferta que le presentará el mes que viene a los tenedores de bonos en dólares. Para eso falta. Pero su discurso tuvo es parte de la secuencia que el ministro de Economía diseñó en forma de cronograma. En la formalidad, el funcionario presentó el escenario macroeconómico en el que la deuda a mediano y largo plazo puede volverse sostenible. En la práctica, la exposición apuntó a bajar un poco el precio de los bonos a reestructurar, para dar margen a una oferta más agresiva y favorable a la Argentina. Lo logró? A juzgar por algunas voces de Wall Street, lo que se verá hoy es una baja segura de las cotizaciones y un nuevo salto en elriesgo país. De las pocas precisiones que entregó el funcionario, hay dos sobresalientes: en 2020 volverá a haber décit scal, similar al de dejó Macri como herencia, y no hay que esperar un presupuesto con equilibrio scal hasta 2023. En buen romance,signica que el Estado no espera tenersaldo para pagar deuda porlos próximos tres años. Para los inversores, esa armación equivale a esperar una oferta de reestructuración agresiva, y por eso se anticipa un día difícil en los mercados. Guzmán lo sabe y por eso está actuando con un sentido preciso. El ministro dice que su estrategia no es ni agresiva ni amigable,sino sustentable. Lo primero sería directamente ir al default. Lo segundo, acceder a los pedidos de los acreedores (por ejemplo, entregar un bono en dólares a cambio del AF20 que vence hoy). Una parte de su discurso estuvo teñido también de retórica política, con alegatos del tipo «El FMI también fue responsable de la crisis de deuda»; «no vamos a permitir que fondos extranjeros marquen las pautas de política económica» y » debemos sentar las bases para que nunca más haya un ciclo de sobreendeudamiento». Como expresiones son correctas, pero se justican solo en el marco de la lógica de un gobierno que se deslinda de cualquierresponsabilidad sobre el pasado. Si hubo deuda, fue porque hubo gastos que no se cubrieron con recursos legítimos. En 2017 nadie hizo marchas contra el endeudamiento excesivo o el atraso cambiario. Todo este combo depreciará el valor de los títulos soberanos, lo que en realidad le dará más margen al Gobierno para hacer una oferta agresiva sin restarle demasiadas chances de obtener el quórum necesario. El tono de Guzmán se enlaza con elremate que tuvo el frustrado canje del bono Dual. El ministro le dijo a los acreedores que no estaba en condiciones de darle otro título en divisas, y que si no aceptaban un instrumento en pesos, entonces deberían ponerse en la cola para cobrar que forman todos los tenedores de deuda en dólares. Por eso la solución fue reperlar el capital a septiembre.
Fuente: https://www.cronista.com/columnistas/Causar-frustracion-en-los-acreedores-no-es-un-accidente-sino-parte-del-plan-20200212-0051.html