Luego de acumular una baja superior a 15 puntos porcentuales en lo que va del año, la tasa de Leliq se mantuvo ayer prácticamente estable. Sin embargo, los economistas no confían en sea una pausa definitiva y destacan la prudencia del Banco Central que, aun cuando está cumple su objetivo de base monetaria, se cuida de no inyectar pesos que puedan generar excesiva presión cambiaria
En un día sin tendencia definida para los mercados, la tasa de referencia que fija a diario el Banco Central (BCRA) frenó la abrupta baja que protagonizaba desde fines de enero. La Leliq quedó ayer en 43,94%, lo que significó un recorte mínimo en comparación con el 43,97% del miércoles.
Desde el máximo del pasado 8 de octubre, la tasa de referencia ya disminuyó 29,59 puntos porcentuales. La mitad de esa caída, 15,32 puntos, se hizo en lo que va del año. La licitación de Leliq de ayer fue prudente, ya que la autoridad monetaria subastó $ 180.000 millones, el mismo monto que vencía hoy. Así, solo expandió $ 1500 millones, por los intereses.
Los datos de evolución de la base monetaria muestran que el BCRA logró aspirar pesos en lo que va de febrero pese a bajar la tasa (también ayudado por la corrección del objetivo derivada de la compra de reservas). Pese a ello, Gabriel Caamaño, socio de Consultora Ledesma, fue cauteloso: «Es cierto que el BCRA venía contrayendo, aun sobrecumpliendo. En ese sentido, podríamos decir que parecería que hoy (por ayer) el mercado le dijo que ya no queda tanta liquidez excedente en estos valores de tasa», indicó.
Con la misma cautela, el BCRA no compró divisas en el mercado aunque el dólar cerró 1 centavo debajo de la zona de no intervención y evitó así inyectar pesos. El tipo de cambio abrió la jornada con tendencia alcista, tal como venía sucediendo en las últimas 8 jornadas, y llegó a tocar $ 38,50 en la rueda mayorista (28 centavos más que el miércoles). Sin embargo, a medida que avanzó la jornada, la tendencia se invirtió y la divisa terminó en $ 38,22, sin cambios con respecto al día previo. Para los minoristas, en tanto, el billete se vendió a $ 39,30, es decir, 10 centavos por encima del precio del miércoles.
«El freno dispuesto por el Banco Central al proceso de baja de las tasas de interés de las Leliq y un mejor clima regional se aliaron sobre el final del día para interrumpir y revertir otro salto del dólar que lo hubiera mantenido dentro de la zona de no intervención oficial otro día más», interpretó Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio
Más tarde, el dato de inflación de enero pareció darle la razón a la cautela del BCRA: aunque se esperaba 2,5%, los precios aumentaron 2,9%. Si bien se esperaba un dato alto, los analistas coinciden en que habrá que esperar a las próximas ruedas a ver cómo impacta en las expectativas, que habían mejorado en el último tiempo.
«A partir de una inflación más alta, el mercado puede llegar a demandar una tasa un poco mejor. Sin embargo, también influye lo que pase con el tipo de cambio, que está más relacionado con variables políticas y con el contexto de los mercados emergentes. Si el peso se aprecia, puede resurgir la demanda y eso presionaría hacia abajo a la tasa nuevamente», explicó Gabriel Zelpo, economista jefe de Elypsis.
Es que en el mercado no se animan a asegurar que el recorte haya terminado. Para Federico Furiase, director de Eco Go, se trata de una «pausa transitoria frente al menor colchón de tasa real y tipo de cambio real». «El BCRA viene sobre cumpliendo la meta de base monetaria del mes y entonces pudo regular la velocidad en la baja de tasas para no arriesgar estabilidad cambiaria mientras se va consumiendo el colchón de tasa real positiva en las tasas pasivas que remuneran los depósitos que compiten contra el dólar. En lo que queda del mes tiene margen para expandir pero el equilibrio dólar tasa está más finito, con lo cual debería seguir primando la prudencia para no arriesgar estabilidad cambiaria», expresó.
En la misma sintonía, Miguel Zielonka, director de Econviews, se refirió a una eventual rotación los depósitos en moneda local hacia el dólar. «Creo que con lo que ajustó la Badlar de a poco algunos depositantes van a volver al refugio», sostuvo. En ese sentido, el especialista afirmó: «Solamente si el dato de inflación de enero acelera la dolarización de carteras y afecta la liquidez del sistema veremos una pausa en la caída de la tasa de interés».