Perdió casi 4 centavos en el minorista, pero llegó a caer más. Divisas financieras y de exportadores lo hicieron bajar, pero la baja atrajo demanda. Quedó en $ 16,13
El dólar bajó casi 4 centavos ayer hasta cerrar en $ 16,13 en un día en que importantes liquidaciones de exportaciones del agro y el ingreso de dólares financieros en el mercado mayorista tiraron abajo al precio que pagan los grandes jugadores, sólo para que demanda privada que vio la oportunidad hiciera recuperar a la divisa. El precio del dólar trata de encontrar un piso después de haber encontrado un máximo histórico en mayo tras la crisis brasileña, mientras los operadores están expectantes a la espera del momento en que el Banco Central (BCRA) retome la política de acumulación de reservas que apuntaló al precio en el pasado.
El mayorista cerró ayer en $ 15,87 después de una rueda agitada (y algo accidentada). En el inicio, el ingreso de divisas financieras y liquidaciones de exportaciones del sector agropecuario llevaron al precio cerca de los $ 15,82. Los operadores que llevan un análisis técnico del precio ven una barrera psicológica en $ 15,80 que, de traspasarse, podría disparar bajas mayores y especulaban ayer con una vuelta a las compras por parte de la entidad que conduce Federico Sturzenegger. Pero esas compras no llegaron.
El BCRA compró u$s 100 millones diarios durante 11 ruedas consecutivas a principios de mayo, en un intento de acumular reservas que apuntaló al precio. De hecho, mandó a bancos públicos a comprar y al final de cada rueda tomó esos dólares por fuera del mercado, para minimizar el impacto de su intervención. Las compras se interrumpieron cuando el «efecto Temer» hizo saltar al dólar en toda la región.
Ayer, ante la caída del sistema que sostiene las operaciones entre bancos, la mesa del BCRA hizo llamadas a varias entidades para conocer los precios que se iban pactando. Los llamados hicieron correr la bolilla de una intervención que pareció comprobarse con compras menores de algunos bancos públicos. No más que eso.
El accidente sirvió para activar a la oferta privada que esperaba precios lo más baratos posibles para salir a tomar divisas. Más que nada importadores. El precio, así, recuperó todo lo perdido y terminó apenas 1,2 centavos por debajo.
De los 67 centavos que ganó el dólar por la crisis política de Brasil, las bajas posteriores ya le recortaron 31 centavos. Con la tasa de interés de política monetaria estable al menos a fin de mes, una emisión de un bono en pesos a 3 años ajustado por esa tasa y la licitación de Lebac a pocos días, tras el susto de mayo las tasas en pesos vuelven a enamorar. «Sigue habiendo flujo de financiero que entra para aprovechar el carry trade y estos últimos días el ingreso de divisas de la exportación fue muy importante», contaban ayer en un banco.
Global Agro Brokers calculaba ayer las liquidaciones de exportaciones del agro en hasta u$s 140 millones en el día. «Más allá de las subas que se puedan dar por imprevistos, como el de mayo, la tendencia del mercado es a un dólar muy tranquilo creo yo por un mes y medio más, hasta que los titulares electorales empiecen a ganar peso, al menos trabajamos con esa impresión», dijo el operador.
El mayorista pierde 1,38% en lo que va del mes, después de haber ganado 4,55% en mayo. Con la baja de ayer se mantiene prácticamente sin cambios en lo que va del año, con un retroceso del 0,17%, con lo cual vuelve a niveles de diciembre pasado. En términos interanuales avanza 15,48%, muy por debajo del 24% de inflación interanual que midió el Indec esta semana.