Se basan en las tenencias de dólares de la Secretaría de Finanzas, que anticipó que venderá hasta USD 10.000 millones, más las compras de divisas de la entidad desde enero, junto al margen para operar con la compra y venta a futuros por hasta USD 3.000 millones
Enero fue un mes para el festejo en el Banco Central porque no sólo se cumplieron con holgura los límites de expansión monetaria, sino porque además operaron las válvulas aliviadoras del corsé de emisión cero, por la vía de la compra de hasta USD 540 millones, y además ese proceso posibilitó cancelar Leliq por unos USD 3.000 millones, y bajar las tasas de referencia a menos del 56% anual a 7 días.
Se reconoce en la entidad que hubo un buen clima externo que favoreció el buen enero monetario y cambiario, pero también resaltan que «hay que reconocer los mayores flujos financieros en la economía, que posibilitó pasar de un escenario de exceso de demanda de casi USD 500 millones diarios a otro de sobreoferta de USD 100 millones diarios, y el cumplimiento de la meta fiscal, en muy pocos meses».
Por eso consideran clave, que aún, si cambia el escenario internacional, que podría revertir ese excedente, hay herramientas para enfrentar un cambio de portafolios con los dólares excedentes.
Fuentes del mercado recuerdan el anticipo a Infobae del secretario Santiago Bausili de que la Tesorería prevé volcar al mercado para enfrentar vencimientos de deuda por unos USD 10.000 millones a partir de abril.
Además, se agrega el margen de hasta USD 3.000 millones en el mercado de futuros, más lo que se haya comprado con las intervenciones desde enero, que se proyectan a fines de febrero en hasta USD 1.500 millones.
Se trata de una masa de divisas que fuentes del Central las estiman equivalente a una relación de 2 a 1 con la potencial dolarización de carteras de inversores residentes en pesos con capacidad de cambiar sus portafolios.
De ahí que aún en un escenario de dolarización preelectoral se cree en el Gobierno que hay margen para mantener el tipo de cambio en la zona piso de no intervención.
Pero, además, si se llegara al extremo de intervención en el techo, se podrán vender hasta USD 150 millones por día. Y además, las tasas de interés actuarán como resorte frente a un cambio abrupto de portafolios.
Un factor determinante en la calma que mantienen los funcionarios del Central frente a una «natural» dolarización de carteras en la previa a las elecciones presidenciales de octubre, es la acelerada reducción del desequilibrio de las cuentas externas se reducirá a unos USD 5.000 millones, una cifra que se cree cómodamente financiable con el flujo habitual de inversiones extranjeras directas; la financiación del 50% de las importaciones; y próximos desembolsos del Fondo Monetario.
Por eso se mantiene la prudencia en la expansión de pesos, y justifican en el Banco Central que «se eligió un sendero de disciplina, cautela y sustentabilidad de la política monetaria, y no sobre acciones mágicas que eleven transitoriamente el tipo de cambio».