En 2017, la autoridad monetaria dejó en manos de los bancos el manejo del excedente de dinero físico. Ahora, les ofrece títulos especiales a 30 días que pagan un quinto de la tasa de política monetaria. Desde los bancos afirman que es solo un paliativo y le piden que vuelva a tomar los billetes
Los bancos están llenos de billetes en sus Tesoros y ya no saben qué hacer con ellos. Antes, llevaban el excedente físico al Banco Central (BCRA) y así se convertía en depósitos en las cuentas de las entidades en el organismo regulador. Esto cambió en 2017, cuando la autoridad monetaria les traspasó el manejo del efectivo.
Los bancos se dividen entre «recaudadores» y «pagadores», según sean aquellos que principalmente captan efectivo (típicamente por tener como clientes a empresas que reciben mucha cantidad de billetes, como supermercados) o aquellos que tienen muchas cuentas sueldo, donde deben abonar salarios cada mes y garantizar la disponibilidad del dinero físico.
Para los bancos del primer grupo, el manejo del efectivo se transformó en un problema desde inicio del año pasado. «El BCRA nos dijo que no podía absorber el flujo de billetes y que teníamos que recibirlos nosotros para que haya oferta en todo momento. Hubo un sobre stock de billetes físicos. Es un problema sin solución para los que trabajamos con supermercados, empresas de tarjetas… El BCRA solo los recibe en caso de que sean para destruir. De lo contrario, ese flujo termina durmiendo en los bancos, sin generar rendimiento, y produce una carga operativa», explicaron en una entidad recaudadora. Y agregaron: «Gastamos en transportadora de caudales, custodia y reacondicionamiento pero el mercado es poco proclive a trasladar ese costo a los clientes».
Los bancos pueden usar su excedente para integrar los encajes bancarios, es decir, el porcentaje de sus depósitos que deben inmovilizar en el BCRA a modo de reserva. Luego de sucesivos aumentos, hoy ese ratio está en 44% para las entidades más grandes. De todos modos, como el BCRA no recibe el dinero físico, les da la alternativa de separarlos en sus tesoros y contabilizarlos como encajes mediante un sistema denominado «Compensación Interbancaria de Billetes (CIB)».
«La CIB está limitada ya que no se puede integrar de esa forma la totalidad del requerimiento de encajes. Hoy es insuficiente. El BCRA no se hizo cargo del sobre stock ni del límite de la CIB, que debería tener un tope más enfocado en que nos delegó la gestión de estos excesos», explicaron en una entidad.
Otra alternativa que propuso el BCRA fue una plataforma electrónica para que los «recaudadores» les cambien sus billetes a los «pagadores». Pese a que esta alternativa funciona, desde una entidad revelaron: «Antes los intercambiábamos entre nosotros pero ahora todos estamos abarrotados. Incluso en el interior hay sucursales con gran cantidad de efectivo».
Cuando llegó Guido Sandleris a la presidencia del BCRA creó un nuevo instrumento para el manejo de efectivo: las Notas de Compensación (Nocom). Se trata de un título de deuda a 30 días emitido por el organismo que las entidades pueden suscribir con los billetes que no usan.
A cambio, los bancos reciben un retorno equivalente a la quinta parte de la tasa de política monetaria del día anterior a la suscripción. Si un banco quisiera constituir hoy una Nocom a 30 días, el BCRA le pagaría 13,15%. Por pedido de las entidades, las notas se pueden rescatar en forma total o parcial a partir del día 8 de los 30 de plazo y abonan un rendimiento proporcional.
El instrumento fue lanzado el 28 de septiembre y generó operaciones puntuales, aunque no se vio un boom. En un banco privado confirmaron a este diario que colocaron $ 1800 millones en una semana. En el total del sistema, en tanto, las Nocom llegaron a niveles de $ 4600 millones en suscripciones.
Desde las entidades se quejan de que el BCRA solo entrega billetes pero no los toma. Además, dicen que les gustaría que las Nocom se parecieran más a un bono o que tuvieran un rendimiento mayor.
En otra mesa bancaria apuntaron: «Las Nocom van en la dirección de tratar de solucionar algo. Es un paliativo, pero no va a terminar con la cuestión. La solución sería que el BCRA volviera a tomar el efectivo, aunque lo veo complicado en el mediano plazo. Ellos saben que le están causando un perjuicio al sistema financiero y, si bien la remuneración es casi simbólica, muestran que están pensando en los bancos más grandes».