El impacto local de los vaivenes de un mundo no encuentra su equilibrio y en el que se fortaleció el dólar
Cuando Occidente dormía, las bolsas de Oriente estaban operando. Abrieron con tímidas alzas, pero cuando el gobierno chino anunció medidas para reactivar la economía afectada por la guerra comercial con Estados Unidos, la suba tomó fuerza.
Por supuesto, el humor de Occidente cambió ante las mejores noticias que hicieron olvidar la crisis británica por la incómoda manera de salir del Brexit que le puede costar el cargo a la Primer Ministro. También superaron el mal humor que les provocó los balances de los bancos que no fueron lo que esperaban, en particular el de Citigroup.
Pero que China anuncie baja de impuestos a las empresas, préstamos a tasas más bajas y aumento del gasto, sacó al petróleo del tobogán en que estaba porque una de las dos locomotoras del mundo se ponía en marcha.
El Brent, que es el de referencia de Europa y la Argentina, aumentó 2,59% y al post cierre estaba en USD 60,60 el barril, es decir había perforado el techo de USD 60, nivel esencial para que Vaca Muerta sea rentable. En Estados Unidos el WTI, terminaba casi 3% arriba a USD 52 por barril.
Wall Street cambió sus limitaciones iniciales, que estaban centradas en el derrumbe de la libra esterlina y se volcaron a las acciones del sector de la salud y de las nuevas tecnologías, en particular Netflix que aumentó casi 7% porque anunció un aumento de su abono mensual.
También se dieron vuelta las bolsas de Europa que habían abierto en rojo por temor a la crisis de Inglaterra.
El dólar se fortaleció en el mundo. Subió 0,37% ante las seis principales monedas del mundo. También aumentó frente al peso mejicano, el peso chileno y el real brasileño. Pero en la Argentina no consiguió despegar y está los 20 centavos por debajo de la línea inferior de la banda de flotación, a pesar de que el Banco Central compró otros USD 50 millones.
El dólar mayorista en el mejor momento del día llegó a $37,27, pero terminó a $37,14, apenas 14 centavos sobre el precio del día anterior y muy lejos de los $46 de la banda superior, una brecha que tiene sus riesgos porque hace que los exportadores liquiden el mínimo indispensable porque no los satisface el retraso cambiario.
En bancos y casas de cambio también aumentó 14 centavos y quedó en $38,20. El «blue» con escaso movimiento aumentó 25 centavos a $39,25.
El Banco Central sigue resistiendo bajar las tasas a niveles más cercanos a la inflación. En la licitación de Letras de Liquidez (Leliq) colocó $211.631 millones, pero liberó $2.000 millones porque no pudo cubrir todos los vencimientos. Este es un problema que comienza a asomar. Las Leliq crecen como una bola de nieve barranca abajo por los elevados intereses que devengan cada siete días. Esta vez el Central pagó una tasa de corte de 58% que es un cuarto de punto inferior a la del día anterior. La tasa promedio se redujo 0,19 puntos a 57,61 por ciento.
La tasa es la que impide el despegue del dólar y mantienen controlada la inflación a un costo muy alto porque la economía está casi paralizada y poblada de índices negativos. Los nuevos aumentos tarifarios comenzaron a provoca quejas y se verán reflejados en las encuestas electorales, según anticipan algunas consultoras que prevén que los puntos que subió la imagen de Mauricio Macri en las semanas anteriores, se pueden perder por las nuevas tarifas de servicios públicos y el aumento del transporte urbano.
Las reservas del Banco Central subieron 54 millones a USD 65.958 millones a pesar de que en el exterior por la baja del oro y de las principales monedas se perdieron USD 23 millones. Pero la compra de USD 50 millones para sostener al dólar, alivió esa pérdida. Además, se pagaron 5 millones a organismos internacionales y Brasil.
El riesgo país bajó 0,14% a 696 puntos. La imperceptible caída se debió a que los bonos de la deuda subieron algo más que el dólar. Pero no es una suba sustentable. De hecho, el Gobierno anunció la emisión de USD 1.200 millones de Bonar 2024 en forma de Repos. Es decir que los vende a los bancos a un plazo predeterminado y a un precio de recompra previamente definido. Sabue nadie quiere bonos con vencimientos posteriores a 2019.
La Bolsa abrió en baja pero a partir de las 12.30 y por un lapso de dos horas llegó a estar 1% arriba. Luego comenzó a retroceder y cerró cerca del mínimo. El S&P Merval perdió al final del día 0,62%. Es la tercera baja consecutiva. Los retrocesos se acercan a 2% en ese lapso. A pesar de la suba del crudo, no subieron los papeles relacionados con el petróleo. Lo más destacado fue BYMA (+1.75%). La pérdida más grande estuvo en Ternium (-4,44%).
Los ADR’s, certificados de tenencias de acciones que cotizan en Wall Street, tuvieron mejor comportamiento. Predominaron las subas. Lo mejor pasó por IRSA Propiedades Comerciales con un sorprendente 10,81 por ciento. IRSA, a su vez aumentó 4,81 por ciento.
A pesar de la reacción de las bolsas norteamericanas y de las de China y Japón, el mundo no encuentra su equilibrio. Sigue el temor a que aminore la actividad económica en el mundo.