• El aporte de sojeros evitó que la caída fuera 50% mayor a la que se informará hoy, finalmente, tras un pago de deuda
La ayuda de las cerealeras, en el momento cambiario más crítico que debía enfrentar el Gobierno, le permitirá al Banco Central evitar cerrar diciembre con una caída de reservas que hubiera sido un 50% mayor, y que se hubiera acercado a los u$s 900 millones. Pero no alcanzará a evitar, así y todo, que el organismo cumpla su sexto mes de divisas en rojo.
La acumulación neta durante estos últimos 30 días, previa al pago de deuda que deberá realizarse hoy por u$s 630 millones (ver aparte), dejó un saldo positivo de u$s 21 millones, que resulta significativo si se considera que permitió revertir una tendencia que hasta mitad de este mes parecía imposible de frenar.
Las reservas mostrarán finalmente hoy una caída de u$s 600 millones a lo largo del mes. Pero que, sin la asistencia excepcional de las cerealeras, a la que el Central sólo accedió después de endeudarse en pesos con el sector y a una tasa posiblemente mayor al 35% anual, hubiera sido un 50% mayor (u$s 230 millones más). En el sistema financiero consideran que la tendencia podría ser claramente declinante en unas pocas semanas, cuando se termine la liquidación sojera: "El problema no se resolvió: le están dando aire a una goma de auto que está pinchada", sintetizaron en la mesa de dinero de un banco privado en los últimos días.
El stock había caído en unos 280 millones de dólares hasta el último 12 de diciembre. Pero desde ese día, precisamente cuando el Central anunció que entregaría a las cerealeras una letra en pesos atada a la devaluación cambio de sus dólares, el retroceso de las reservas sólo se repitió en dos de las nueve ruedas cambiarias siguientes.
Las compañías liquidaron desde entonces unos u$s 255 millones de los u$s 1.500 millones que acordaron con Juan Carlos Fábrega. Lo hicieron en pequeñas cuotas (a pedido del propio funcionario) de un promedio de u$s 30 millones al término de cada jornada cambiaria. A cambio, el organismo les entregó diariamente letras en pesos, por las que ya se contrajo un endeudamiento (hasta el momento) de más de $ 1.600 millones que deberá devolver dentro de tres o seis meses a una tasa anualizada del 3,6% más la devaluación (o sea, un 38% anual).
Al Central le quedan aún por recibir unos u$s 1.250 millones durante enero, según lo acordado, por los que debería seguir incrementando su endeudamiento. Tendrá, con esto, divisas aseguradas para que el mercado cambiario se mantenga los primeros días del año en paz. Pero en los bancos ya anticipan que el buen humor podría terminarse dentro de poco. La misma "suba estacional" que complicó el verano 2013 de Marcó del Pont parece también haber interrumpido el "descanso" de Juan Carlos Fábrega en los últimos días, cuando el "blue" llegó a tocar valores máximos por encima de los $ 10. Los ejecutivos temen que el efecto de la buena voluntad sojera empiece a perder fuerza en la segunda mitad de enero, precisamente cuando se espera que el "blue" se vea aún más presionado por la menor necesidad de pesos y las vacaciones de los argentinos en el exterior.
En el mercado informal, los esfuerzos oficiales están ahora enfocados en desalentar la demanda con la "seducción" del dólar "MEP", una vía liberada hace pocos días en el mercado de bonos que permite acceder al dólar a un tipo de cambio de $ 8,50. La apuesta: que tiente a los inversores a volcarse sobre la compra de bonos en dólares y se reduzca, con esto, la presión sobre el billete en las cuevas. Hasta ahora, contra lo pronosticado, la brecha entre dólar "MEP" y "blue" sólo se amplió del 10% al 20% .
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=722462