El mes de agosto marcó un nuevo máximo histórico en rechazos de cheques presentados al cobro en las entidades financieras de la Argentina.
Durante el octavo mes del año, los bancos sellaron cheques por un monto equivalente a 6.878 millones de pesos, un máximo histórico en este rubro que refuerza las preocupaciones por la salud de las cadenas de pagos en las distintas actividades productivas. Este valor – que resulta de por sí alarmante – cobra mayor relevancia cuando se lo contrasta con los registros anteriores: los rechazos treparon un 12,7% respecto del mes de julio y el salto en comparación con el mismo mes del año pasado alcanza un 147,3%. Se trata de un incremento interanual sin precedentes en la serie publicada por el BCRA, que inicia en el año 2000.
La proporción de cheques rechazados, tanto medida por unidades como por montos, empató registros que no se observaban desde el verano de 2002, momentos de ebullición de la crisis económica que marcó el final de la convertibilidad. En agosto de 2014 el 5,1% de los cheques que se presentaron en ventanilla no fueron pagados por los bancos. Si bien existe una cantidad de documentos que son devueltos por defectos de tipo formal – independientes de la solvencia del librador – el nivel alcanzado en el mes pasado supera todo promedio histórico.
Llevado a pesos, la proporción de los rechazos alcanza el 4,44%. Para poner este guarismo en perspectiva, el promedio de los primeros siete meses del año fue del 2,4%, más de dos puntos porcentuales por debajo de un agosto que resultó sumamente complicado para las finanzas empresariales. Mayor elocuencia se da en la comparación histórica, la proporción de cheques rechazados alcanzó su máximo desde el mes de febrero de 2002.