En un contexto de crisis mundial y pandemia, los activos tradicionales sufren cuantiosas pérdidas y generan desconfianza. El mercado de finanzas descentralizadas se reafirma como una tendencia en alza a través de la comercialización de criptomonedas y productos basados en blockchain.
Durante los últimos meses las inversiones en el mercado financiero tanto local como internacional acusaron duros golpes. Los bonos, fondos y acciones sufrieron caídas fenomenales que dañaron a ahorristas e inversores. La crisis por las consecuencias económicas del coronavirus y los precios del petróleo se está llevando todo por delante y los mercados mundiales ya perdieron billones de dólares. Ante este escenario, las criptomonedas ofrecen opciones de inmunidad. Incluso las principales y volátiles criptos han visto duplicar su valor desde el inicio de la cuarentena global.
En el contexto local, la necesidad de resguardar el valor de los ahorros, de lograr rendimientos positivos de las inversiones frente a la baja de tasas y la limitación para la compra de dólares y la inflación se convierten en desafíos cada vez más complejos. Así surge un nuevo tipo de mercado basado en blockchain, que cada vez más argentinos comienzan a tener en cuenta y cuyo combustible son las criptomonedas estables: el mercado de finanzas descentralizadas.
Se trata de un ecosistema financiero que funciona por fuera del tradicional. En la práctica recrea los servicios bancarios, pero sin una entidad centralizada que controle. Son una especie de banco que permite mantener fondos y realizar transacciones, como créditos, préstamos y otros productos que se rigen por la tecnología blockchain y las criptos.
Un nuevo mercado que se robustece
En las últimas semanas el mercado de finanzas descentralizadas alcanzó un valor de depósitos en activos de u$s1.000 millones. Fue un crecimiento exponencial ya que en diciembre no superaba los u$s500 millones. El incremento del volumen es un medidor de confianza, resultado de que cada vez más individuos de todo el mundo buscan acceder a dinero más eficiente, inclusivo y transparente. Es una tendencia que no para de crecer.
Las ventajas
Este mercado de finanzas permite construir variadas herramientas y servicios de manera descentralizada, con la transparencia de una cadena de bloques (blockchain) y contratos inteligentes que permiten automatizar procesos para generar instrumentos financieros a medida, sin intervención de terceros. De esta manera, las personas tienen en todo momento el control de sus propios activos. El hecho de que todos los protocolos sean de código abierto permite a cualquier programador crear nuevos productos de forma instantánea, haciendo desarrollar el ecosistema a toda velocidad y con altos retornos, lo que permite a la comunidad auditar cada producto digital, con la consecuente seguridad que esto brinda.
Aliados de peso
Desde 2019 el crecimiento de las criptomonedas es cada vez más una consecuencia de las instituciones financieras que comienzan a diversificar sus carteras y se suben al mundo blockchain. Los exchanges (casas de cambio o especie de bancos de criptomonedas online) brindan cada vez más servicios aumentando su capacidad para personalizar la interacción con los usuarios de sus plataformas y dan herramientas tecnológicas que se adaptan mejor a cada tipo de público.
Los inversores institucionales dependen mucho de productos y procesos regulados, por ello confían en el progreso constante en el frente regulatorio y en las mejoras de infraestructura. Esto abrirá las puertas a una mayor participación y volumen de dinero. Este tipo de actores son los que sin dudas marcarán el ritmo de las inversiones para el resto de 2020, dado la velocidad de la profesionalización. Su irrupción cambiará el peso de este mercado.
El momento de las stablecoins
Cada cuatro años aproximadamente se reduce a la mitad el suministro de Bitcoin, con el propósito de generar escasez y vigilar la inflación de esta criptomoneda. Esta reducción que se dará hoy podría ocasionar un impacto muy importante. Debido a este acontecimiento las aplicaciones más populares de préstamos entre pares buscan monedas estables, que tienen como cualidad principal que su valor sea constante y otorgan una rápida exposición a Bitcoin o Ethereum.
Más allá de lo que suceda con Bitcoin, el poder de las stablecoins reside en ser un excelente resguardo de valor, con envío instantáneo a todo el mundo y con la seguridad que te brinda el hecho de no tener que usar efectivo.
“Desde enero se han observado grandes crecimientos en toda la región. En su volumen total a nivel mundial el crecimiento de las stablecoins como mercado pasó de u$s4.000 millones a u$s6.500 millones en las últimas semanas de marzo, el crecimiento más rápido de la historia en volumen para el mercado de monedas estables, siendo Dai la que más creció en América Latina. Se debe a una insaciable demanda de dólares a nivel mundial, donde el hecho de tenerlos en formato criptomoneda permite un manejo y acceso a otros servicios no posibles vía dólar físico”, afirmó Mariano DiPietrantonio Community Lead para LATAM de Dai.
Los beneficios de una stablecoin
DAI es la única criptomoneda generada por sus usuarios que mantiene su valor estable en torno a 1 dólar. Está respaldada por otros tokens o criptomonedas como Ether, esta garantía se mantiene en un contrato inteligente y elimina el mayor temor en torno a otras famosas criptomonedas, la volatilidad. Un DAI equivale y equivaldrá a un dólar porque así se autorregula automáticamente. La utilizan quienes aportan a fondos de inversión, personas que sólo la usan como medio de pago y aquellos que buscan un resguardo de su capital.
Las ventajas: se administra el dinero desde un dispositivo, en cualquier momento, sin restricciones de horario ni fronteras geográficas. Además es una inversión que mantiene en todo momento la liquidez, fácil de entrar y de salir, accesibles a cualquier persona que tenga un dispositivo móvil.
En Argentina se puede comprar criptomonedas a través de las billeteras virtuales Airtm, Ripio, Satoshi Tango, Sesocio, BuenBit, Qubit y Bitso. El procedimiento es fácil: se carga dinero a estas billeteras ya sea desde una cuenta bancaria en pesos o un depósito a través de oficinas de pagos (Pago Fácil, Rapipago) y se empieza a invertir en criptos.