Un análisis de variables que pueden generar una mayor demanda de dólares de corto plazo y el peligro de implementar estrategias de carry trade.
Al año ya le quedan pocas semanas y diciembre suele ser un mes en el que apremia la tensión desde el lado financiero. Existen riesgos de que la volatilidad vuelva a la plaza cambiaria, ya que típicamente los inversores incrementan su nerviosismo y su inclinación hacia el billete. Las vacaciones que se aproximan, aumentos salariales, bonificaciones y aguinaldo así como vencimiento de deuda y próximas medidas del Banco Central (BCRA) son factores que podrían recalentar el precio del dólar de corto plazo y de cara a fin de año.
De esta manera, la estrategia de carry trade correría peligro y por ello la utilización de cobertura o la dolarización de portafolios podría ser lo más conveniente.
Un informe de Balanz señala que el programa de cero crecimiento de la base monetaria del BCRA tiene como objetivo central controlar la volatilidad del peso argentino al elevar la liquidez, amortiguando así la demanda de dólares.
“Hasta la fecha, la receta de altas tasas de interés funcionó ya que el inversor minorista paso a comprar u$s 1200 millones en septiembre desde los u$s 2400 millones de agosto».
- El déficit turístico se está reduciendo, pero las vacaciones de verano son sagradas en la Argentina, independientemente de la recesión
Uno de los factores que genera un potencial incremento de la volatilidad en el tipo de cambio es la proximidad de las vacaciones. Desde Balanz destacaron que si bien el déficit de la balanza turística se redujo, las vacaciones son sagradas en la Argentina y que potencialmente la misma puede llegar a perder dinámica.
“Según datos de alta frecuencia de septiembre mostró una contracción del 40,6% interanual, y esto marcó una aceleración de la disminución de la baja del 31,6% evidenciado en agosto. Ahora bien, el promedio del déficit de turismo histórico entre diciembre y febrero es de u$s 2300 millones”, agregaron.
Los analistas de la compañía proyectan un déficit aún considerable de u$s 2100 millones para esta temporada, un 35% de caída con respecto al pico de la temporada e 2018. “La mayor parte de esta demanda de dólares vendrá en las últimas dos semanas de diciembre y la primera dos de enero. La reciente serie de ajustes salariales y bonos extraordinarios logrados por los sindicatos pueden ayudar a sostener esta demanda estacional, incluso a la fuerte caída del poder adquisitivo de los argentinos”, sostuvieron.
- Los aumentos salariales y las bonificaciones únicas
La actualización salarial es generalizada entre los principales sindicatos del país como los camioneros, el sector bancario y los operadores de petróleo y gas. Además, los trabajadores pasarán a cobrar un bono de fin de año de $ 5000.
“Parte de esta afluencia de pesos puede encontrar su camino a la compra minorista de dólares para ahorros o vacaciones. Basado en estimaciones compiladas por consultores económicos, un mínimo de 6,5 millones de personas recibirán el bono, representando aproximadamente $ 32.500 millones volcados a la calle. Dicha mayor liquidez del peso será amplificado por el aumento del 14,2% al gasto en seguridad social que incrementará aproximadamente en $ 18.600 millones mensuales a partir de enero”, agregó.
- El tipo de cambio está en el límite inferior de la zona de intervención: el BCRA probablemente va a comenzar a acumular reservas
El plan monetario del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Central tiene una fórmula intrínseca con un conjunto de reglas para la intervención y la comunicación de los avances y las directrices del plan.
“Los funcionarios del BCRA no dudaron en predecir su objetivo de llevar el tipo de cambio al límite inferior de la banda de flotación y en nuestra opinión, existe una promesa implícita para que el BCRA comience a comprar reservas de moneda extranjera. Nuestro argumento es que las primeras compras, cuando se producen, provocarán una reacción instintiva para aumentar la volatilidad del tipo de cambio”, alertaron desde Balanz.
En base a ese argumento, recomiendan tomar ganancia de las estrategias de carry trade.
- Aumento de los depósitos a plazo
Distintos economistas locales están preocupados por el volumen de Leliq, que ya llegaron a $ 676.000 millones.
Los analistas de Balanz no lo ven como un factor de impacto directo en el mercado cambiario ya que entienden que los bancos no pueden cambiar estos instrumentos denominados en pesos a dólares. Ahora bien, sí identifican ciertos riesgos alrededor de dicho activo.
“Los tenedores de depósitos a plazo, que han depositado cerca de $ 139.300 millones en cuentas en pesos, podrían decidir pasarse a dólares. Esta decisión podría ser impulsada por los recortes de tasas por parte de los bancos, quienes finalmente están viendo que la relación Préstamos-Depósitos del sector privado se reduce”, apuntó.
En el informe de Balanz se preguntan ¿cuánto tiempo más los bancos pagarán tasas altas de BADLAR dado el ratio Préstamos-Depósitos cayendo en picada y a mínimo de varios años? ¿Qué mecanismos tiene el BCRA para detener a los ahorradores en Depósitos a plazo fijo a que se pasen a dólares? La pregunta se torna más importante si el riesgo político se intensifica el año que viene, contemplando que será electoral.
- Los vencimientos de los bonos en pesos en diciembre y el primer trimestre de 2019 son considerables
Es importante destacar cual será el calendario de amortización de la deuda soberana denominada en pesos y en dólares estadounidenses en los últimos dos meses de 2018 y durante los cuatro trimestres de 2019.
“Para los gestores de cartera que están llevando a cabo estrategias de carry trade sin cobertura, nos gustaría alertar sobre el riesgo potencial de una demanda significativa de dólares que puede (o no) aproximarse a u$s 4286 millones de pesos provenientes en bonos que vencen en diciembre”, alertaron desde Balanz.
La mayor parte de dicho vencimiento incluye u$s 3500 millones en Letes.
“Es imposible saber qué porcentaje de estos bonos es propiedad de inversionistas extranjeros, pero existe un riesgo palpable de que los tenedores internacionales decidan tomar sus ganancias en lugar de reinvertir en otro instrumento de moneda local”.