Si bien los activos argentinos resultan atractivos para ciertos inversores por sus bajísimos precios, algunos factores que llegan desde la política trajeron desconfianza
El mercado no pudo soportar 5 sensibles señales adversas, pese a que los drivers que impulsaron la suba de bonos y acciones son sus precios de liquidación y la posibilidad de que el oficialismo pierda las elecciones de medio término. A los inversores les sorprende como el Gobierno provoca hechos que sacan a los mercados del clima positivo que están viviendo. Además, los sucesos no solo encarecen al dólar, sino que alientan a la inflación. Esto fue lo que impactó en el mercado:
-El hecho de que el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se enterara en Estados Unidos de que la Argentina no había condenado en la OEA a Nicaragua por violaciones a los derechos humanos, trajo desánimo porque el gobierno de ese país le manifestó al legislador argentino su decepción por su abstención. Massa estaba tratando de lograr un clima positivo para la negociación con el FMI y poder lograr posponer los pagos de USD 2.300 millones al club de París que vencen a fin de julio.
-La cancelación de la visita del Presidente Alberto Fernández a Pergamino por un corte de ruta de los productores rurales que mostró que el conflicto por las exportaciones de carne creó un clima adverso que puede afectar en el corto plazo la liquidación de divisas del agro.
-El enfrentamiento de la Unión Industrial Argentina con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en una reunión del comité ejecutivo de la entidad.
-Los anuncios de Cristina Fernández de Kirchner de reformar el sistema de salud en plena pandemia.
-La resolución de la intendencia de Avellaneda de facilitar la expropiación terrenos que estén sin uso. El ex intendente del distrito, que en los hechos sigue manejándolo, es Jorge Ferraresi, que ocupa el ministerio de Desarrollo Territorial. El discurso del ministro está en línea con la frase del presidente Alberto Fernández sobre las tierras que no están en producción.
Fue así como los inversores comenzaron a dudar y el clima de la región no ayudó. El triunfo de la izquierda en Perú, la derrota del oficialismo en Chile por la reforma constitucional y los problemas internos de Colombia, pusieron un stop al ingreso de fondos al exterior. No se salvó siquiera Brasil, donde la Bolsa de San Pablo bajó 0,10% y el dólar subió 0,47% a 5,095 reales.
En Estados Unidos, los mercados no anduvieron bien, pero no fue el principal impedimento para que continúe la suba de los activos argentinos. Allá los inversores están esperando la decisión de hoy de la Reserva Federal cuando finalice la reunión de dos días. Estos hechos dejaron una marca de agua en lo que se viene y eso superó la tolerancia de los inversores. De hecho, aparecieron imprevistamente en el mercado libre compradores de dólar “blue” y lo elevaron $2 a 160 pesos.
Los dólares alternativos tuvieron leves subas, pero el Banco Central no tuvo que intervenir. El dólar MEP con un buen nivel de negocios de USD 34,1 millones, subió 77 centavos a $158,72, mientras en el mercado donde operan las mesas de dinero utilizando el bono GD30, aumentó $1,06 a $158,81 y este es el precio a tomar en cuenta.
El contado con liquidación movió menos dinero del habitual; USD 37,8 millones y perdió 14 centavos en el mercado que tiene cepo y cerró a $164,25, mientras en el mercado de los operadores, avanzó $1,07 a 164,25.
En la plaza mayorista se comenzó a notar la reticencia de los exportadores, ya avanzadas las ventas al exterior, y se operaron USD 280 millones. El dólar aumento 4 centavos a $95,30 y el Banco Central pudo comprar tan solo USD 25 millones. Las reservas, por la caída del oro y del euro, perdieron USD 84 millones y quedaron en USD 42.666 millones.
La Bolsa la pasó mal durante gran parte de la rueda porque faltaron compradores y eran escasos los vendedores. Los negocios sumaron $1.118 millones, la tercera parte del mejor día de la semana pasada. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, revirtió su caída a media hora del final y cerró 0,25% arriba.
Lo más sobresaliente estuvo en las empresas de servicio público que tienen sus cotizaciones muy atrasadas por el cuasi congelamiento de tarifas. Transportadora Gas del Norte subió 5,68% seguido de Transportadora Gas del Sur con 2,40% y Transener con 1,50 por ciento.
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron apenas $1.959 millones. El comportamiento de los certificados argentinos fue tan negativo como el de las acciones de Estados Unidos. Bioceres perdió 8,87% e IRSA Propiedades Comerciales, 4,97 por ciento.
Todos los bonos de la deuda padecieron la mala rueda, en particular los de ley extranjera que rigen el riesgo país. La caída de los títulos hizo que el riesgo aumentara 8 unidades (+0,5%) a 1.488 puntos básicos.
Para hoy se espera el dato de la inflación de mayo y el resultado de la licitación de deuda local, más alguna señal que mejore el mal clima de negocios que quedó ayer. No falta confianza sobre las acciones, porque todavía están en precios de liquidación, pero volvió la desconfianza de los fondos extranjeros sobre la región y en particular sobre la Argentina.