Luego de la fuerte suba decidida en los rendimientos ofrecidos en la última licitación de Letras y Notas del BCRA del martes pasado, de 600 puntos básicos a niveles de más del 25% anual, hoy el directorio del ente monetario esperará el cierre del mercado cambiario para decidir si vuelve a ajustar las tasas.
El viernes pasado se esperaba la comunicación oficial del BCRA informando a las entidades sobre las pautas de la próxima licitación de mañana. Sin embargo, la plaza financiera se embarcó hacia el fin de semana sin el marco de referencia acostumbrado. Los vaivenes que sacudieron el mercado local convencieron a Juan Carlos Fábrega, titular del BCRA, y su equipo de posponer la decisión hasta hoy a la tarde. Si bien parece lógico que el ente monetario se tome su tiempo y quiera recoger más señales del mercado sobre los nuevos niveles de las tasas, la situación no le brinda mucho margen. Y a pesar de que la suba de tasas es quizá la medicina más amarga para este Gobierno, que apuntala gran parte del devenir del nivel de actividad en la bonanza crediticia, los analistas apuestan a que deberá ajustar nuevamente las tasas para evitar el drenaje de divisas. "Lamentablemente la tasa seguirá subiendo le guste o no al Gobierno, es algo que vino para quedarse, porque si la bajan eso implicará más emisión y más presión para el dólar 'blue' y pérdida de reservas", advierten en el mercado. Con la experiencia histórica del juego criollo dólar versus tasa, nadie arriesga un nivel de rendimientos que permita equilibrar el mercado monetario y cambiario. Algunos consideran que por lo menos deberán llevar la tasa de referencia por encima del 30% anual para descomprimir la situación. Pero a la vez reconocen que aún en ese caso habrá que ver si el mercado le cree al BCRA y estaciona liquidez a esas tasas. Frente a lo visto hasta ahora pareciera que el Central tendrá que aumentar más las tasas si no logra convencer tanto a exportadores, importadores como a aquellos que deben afrontar vencimientos de deuda externa. De lo contrario continuará la caída de reservas elevando más aún las expectativas de devaluación del mercado. Esto obligará a ofrecer más tasas para que el público deposite sus pesos en el sistema. "La señal lógica es una nueva suba de las tasas de las Lebac", consideró un exasesor del BCRA, quien afirmó que el dato más preocupante es "la caída de la demanda real de dinero, que se ha acentuado en enero más allá de la inquietud por los pesos que retorna estacionalmente al sistema".
En la última licitación de Lebac, el BCRA absorbió $ 5.100 millones y en las tres primeras semanas de enero la base monetaria ha caído casi $ 21.000 millones, de los cuales cerca de $ 16.000 millones eran tenencias de billetes y monedas en poder del público. En este contexto hay otra señal del nivel de preocupación del mercado que se reflejó en el significativo aumento de los pases pasivos (colocaciones de corto plazo de los bancos en el BCRA a tasas del 9% al 11,5% según el plazo) que pasaron de $ 5.000 millones semanas atrás a casi $ 18.000 millones al 24 de enero pasado. Esto es una especie de reaseguro de los bancos por si acaso la gente de inquieta por sus depósitos.
Algunos van más allá y, como los economistas de Economía y Regiones, consideran que "el incremento de tasas del BCRA estaría contrarrestando la aceleración inflacionaria de los últimos meses, sin alcanzar un aumento significativo (y positivo) de las tasas en términos reales". De modo que las tasas siguen siendo negativas tanto ajustándolas contra las expectativas de inflación así como contra las expectativas de devaluación; por ende, no alcanzan para apuntalar la demanda de dinero ni para contener la presión contra el dólar oficial ni contra el paralelo. Lo que está claro es que el aumento necesario de las tasas debe estar acorde con las expectativas de inflación y devaluación del sector privado. "La tasa debe ser mayor que la expectativa de inflación y devaluación para que los agentes económicos reaccionen frente al estímulo monetario, dejen de demandar dólares y refuercen su demanda de pesos. Si las expectativas del público fuesen adaptativas, que implica que el público basa su comportamiento futuro en función del pasado reciente, la tasa debería subir por encima de las expectativas de devaluación, es decir, debería ubicarse por arriba del 45%", sostiene un informe de E&R .
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=727027