Una lista creciente de aumentos de precios tanto en servicios, como en distintos productos (combustibles, expensas, prepagas, cigarrillos, turismo, alimentos), fogoneada por la suba del dólar en las últimas semanas, presagia que la inflación de julio se ubicará más cerca del 2% que del 1,5%. Este muy probable repunte obligó al Banco Central a entrar en acción y elevar las tasas de las Lebac en el mercado secundario hasta el 28% anual inclusive -más de dos puntos porcentuales respecto a principios de mes-, en busca de encarrilar el proceso de desinflación por el que tanto pregona.
Su intervención contribuyó a quitarle volatilidad al tipo de cambio, luego del salto que pegó entre fines de junio y principios de julio, que lo llevó a tocar el récord intradiario de $ 17,50 el pasado 6 de julio. Fue producto de una demanda recalentada principalmente por la -lógica- incertidumbre que generan las elecciones, retroalimentada por el factor estacional de los pagos de aguinaldos y las vacaciones de invierno. Pero aquel día y hasta el viernes pasado inclusive, reapareció la oferta de bancos privados y sobre todo del agro, estimulado además por el repunte de los precios de la soja y un dólar «más alto». Este proceso, acompañado con la subas de tasas, propicio a quitar algo de apetito por el billete verde, que se fue desinflando hasta los $ 17,15, un 2% menos que su máximo histórico.
Luego de dos meses en los que los activos dolarizados tuvieron mejores retornos que los instrumentos en pesos (en lenguaje directo y llano, «se le pinchó una goma a la bicicleta financiera») se abren varios interrogantes en términos de inversores, sobre todo en la dicotomía «tasa versus dólar», con lo cual cobra un inusitado interés en el mercado la licitación mensual de Lebac, tendrá lugar este martes. Será clave por varios motivos: la decisión sobre tasas que tome el BCRA; es la última licitación antes de las PASO; y cuenta con un mega vencimiento, superior a los $ 530.000 millones, que equivalen al 62% de la base monetaria (o a unos u$s 31.000 millones).
En busca de orientar al inversor, ámbito.com consultó a diferentes analistas, que opinan sobre lo que hará el Central este martes y, en función de ello, dan algunas recomendaciones para reconfigurar los portafolios de cara a los próximos meses, no sin evaluar el actual contexto financiero.
«Las monedas además de tener un rol macroeconómico son activos financieros. Entonces, cuando el mercado elige a una moneda como instrumento de ‘carry trade’, su dinámica queda muy afectada por el armado o desarme de dichas posiciones. En este contexto, me imagino a un mercado rearmando posiciones de carry y con ello, alimentando la demanda de pesos frente al dólar, poniendo techo de corto plazo en $ 17», analiza Germán Fermo, jefe de Estrategia de Argenfunds. Fermo cree que el BCRA seguirá «con tasas de punta», por lo que el mercado rearmará «carry trade». «Dicha dinámica aumenta nuevamente el atractivo hacia el rearme de posiciones en pesos devengando en la parte corta de la curva de Lebac».
Por su parte, el analista financiero Christian Buteler considera que el BCRA subirá la tasa con relación a la licitación anterior, algo que «marcan las operaciones en el secundario». Sin embargo, para Buteler, al igual que el mes pasado, «no se renovará el 100% de los vencimientos y nuevamente quedarán pesos en la calle que luego irán a buscar dólares o serán reabsorbidos por el secundario». «Será clave saber cuánto queda sin renovar, y ese monto será lo que ponga nervioso al mercado o no. El mes pasado teníamos motivos como aguinaldos para justificar porque no se renovaba, igualmente vimos un salto de $1 en la cotización del dólar. Está vez ese motivo no está», advierte.
Joaquin Bagües, senior research analyst de Balanz Capital, remarca que la próxima licitación genera una cierta «polémica» respecto a la decisión que tome el BCRA sobre las tasas. «Hay una escuela que dice que el BCRA va a seguir independiente en su objetivo de bajar la inflación, por ende va a subir la tasa. Pero hay otra que cree que al ser un año electoral, una suba implicaría un retroceso en el esfuerzo de poner en marcha la actividad, por lo cual debería mantener la tasa», diferencia.
«En Balanz creemos que lo correcto sería mantener la tasa de corto plazo, y subir la de largo plazo, aplanando la curva de rendimientos, ya que necesariamente el BCRA debe empezar a ‘patear’ los plazos para adelante», subraya. Recordemos que en la licitación de junio, el Central mantuvo el rendimiento a 28 días en el 25,5%, mientras que subió a 23,75% (desde el 23% de mayo) el retorno para la letra más larga, de 273 días.
• Recomendaciones para las carteras
Para los próximos meses, el jefe de Estrategia de Argenfunds estima que el «carry trade» seguirá teniendo dos aliados. «Primero, el BCRA seguirá comprometido en su lucha antiinflacionaria, y continuará poniendo presión a lo largo de toda la curva reforzando aún más la demanda por ‘carry’ frente al dólar. Segundo, los dólares seguirán entrando vía endeudamiento, generando la crónica apreciación nominal del peso frente al dólar», dice. Ante este panorama, Fermo sugiere que «las tasas reales positivas vía política monetaria y un dólar rezagado frente al peso, resultan en un entorno que probablemente seguirá definiendo al devengamiento en Lebac como una alternativa de inversión de bajo riesgo, lejos de desaparecer del menú de opciones del inversor».
Coincide Buteler con que una parte de la cartera debe seguir en Lebac: «Con tasas tan altas vale la pena reinvertir y correr el riesgo». Aunque, advierte sobre la incertidumbre del proceso electoral y su resultado. «La fecha clave de estas elecciones es agosto y no octubre. Las PASO serán importantes para el mercado y su resultado puede afectar tanto acciones, bonos y el tipo de cambio. Las encuestas que se conocen en Buenos Aires no son muy alentadoras para el mundo de las inversiones».
Con lo cual de acá hasta los comicios, que tendrán lugar en menos de un mes, recomienda hacer un mix de 33% en Lebac corta (la tasa vale el riesgo), 33% en Letes (en dólares) o bonos dolarizados de corto plazo; y el otro 33% en títulos que ajusten por CER. «Estaría afuera de las acciones porque están caras y la incertidumbre es grande», sentencia.
Por último, el experto de Balanz distingue en el actual contexto dos tipos de inversores: uno más conservador, con un 60% en activos dolarizados, y un 40% en instrumentos en pesos; y uno más sofisticados, en cuya cartera se da vuelta la proporción a 60% en pesos y 40% en dólares.
Entre las inversiones en moneda local, sugiere invertir 60% en Lebac de corto plazo, y un 40% en la más larga. «Si un inversor se posiciona en la Lebac a 252 días y le cree a la desinflación va obtener una tasa real muy alta», argumenta y, a su vez, sugiere comenzar a mirar los bonos atados a la Badlar, como el de Provincia de Buenos Aires, y el de Mendoza. «Estamos viendo que el crecimiento real del dinero se está acelerando, entonces la Badlar debería empezar a incrementarse de a poco», proyecta.
Mientras tanto, Bagües estima que hasta las elecciones de octubre, y por lo que le falta liquidar al agro, el dólar mayorista se moverá en un rango acotado de $ 17 y $ 17,40, «siempre y cuando, el oficialismo tenga una buena performance en los comicios».