El «criptoinvierno» se prolonga por más de dos meses y la estabilidad de las plataformas de compraventa de las criptomonedas se encuentran en riesgo, ya que los ingresos de algunas dependen de esa fluctuación.
El ejemplo más palpable es la dura caída de Coinbase en la bolsa. Actualmente los títulos se cambian a un precio en torno a los u$s70 frente a los u$s368 que llegó a alcanzar en noviembre coincidiendo con los máximos de Bitcoin y Ethereum.
«En caso de quiebra, los criptoactivos que tenemos en custodia propiedad de nuestros clientes podrían estar sujetos a procedimientos de bancarrota y esos usuarios podrían ser tratados como acreedores no garantizados», señaló Coinbase en un documento remitido a la Comisión del Mercado de Valors de Estados Unidos (SEC).
La plataforma reconoce que este hecho podría hacer que sus inversores considerasen sus servicios de custodia más arriesgado y menos atractivos lo que podría además impactar su negocio, su resultado operativo y las condiciones financieras.
En el documento remitido a la SEC, Coinbase hace hincapié en la dependencia del precio de las criptomonedas en sus resultados operativos, que pueden fluctuar de un trimestre para otro dado la volatilidad de este tipo de activo.
La plataforma agrega en ese informe que una parte «significativa» de sus ingresos deriva de la demanda de las dos criptomonedas más importantes, Bitcoin y Ethereum. «Si la demanda de estos criptoactivos baja y no es reemplazada por nuevas criptomonedas, neustro negocio, resultando operativo y condiciones financieras podrían verse afectados».
A fines de marzo, la compañía contaba con u$s256.000 millones bajo custodia tanto en moneda fidunciaria como en criptomonedas. Asimismo, aseguraban que una caída del 10% en los precios no tendría un impacto material en sus cargos por deterioro.
Algunos analistas de Wall Street han advertido que los costos de Coinbase son demasiado altos. La compañía se ha disparado a 4.948 empleados a tiempo completo, de unos 1.700 hace apenas un año. La contratación ayudó a impulsar los costos operativos totales de la compañía a US$1.700 mil millones en el primer trimestre, un 9% más que en los tres meses anteriores.
En las últimas horas, Coinbase Global Inc anunció que extenderá la congelación de la contratación para nuevos puestos.
Otros casos
La primera víctima argentina del criptocrash fue un conocido exchange local, Buenbit que anunció la reducción del 45% de su personal. “Decidimos reducir el staff y poner en pausa nuestro plan de expansión para concentrarnos exclusivamente en la operación de los países donde hoy estamos presentes”, explicó su fundador por redes sociales.
A este caso le siguió Bitso, el exchange mexicano que despidió de su plantel a 80 empleados que posee en toda la región. El unicornio cripto, que cuenta con más de 4 millones de usuarios en la región, aseguró que la decisión de recortar personal «se toman en base a nuestra estrategia de negocios a largo plazo y para apoyar a nuestros clientes y nuestra estrategia como compañía».
La ola de despidos también sumó a Gemini, que pertenece a los gemelos y empresarios Tymer y Cameron Winklevoss. Recientemente anunciaron que su empresa se vio obligada a recortar su personal por primera vez desde que nació, hace 8 años, debido a la crisis del sector, y unos 100 empleados serán despidos de una plantilla total de 1.000.
Gemini es una plataforma, valuada en u$s7.000 millones y los hermanos Winklevoss son considerados en ser los primeros en amasar una fortuna de mil millones de dólares en bitcoin hace ya 5 años.
En el marco de comunicado enviado a sus empleados, los responsables de Gemini especificaron que desvincularán al 10% de su plantilla, y también vaticinaron que el ecosistema entró en una fase de contracción, que definieron como «invierno cripto», un concepto que se usa en la industria para definir a lo momentos de fuertes bajas en los precios, que ya ocurrió en el pasado luego que el activo tocara un techo histórico.
«Aquí es donde estamos ahora, en la fase de contracción que se está asentando en un periodo de reposo, lo que nuestro sector llama un ‘cripto invierno’. Esto ha sido agravado más aún por la crisis macroeconómica y geopolítica actual. No estamos solos», apuntó el comunicado.