Representan el 4,5% del PBI. Impulsados por el blanqueo fiscal, estos instrumentos de renta fija fueron el activo elegido durante el primer semestre del año
Así como el blanqueo de capitales impulsado por el Gobierno en 2016 fue un éxito, la gran disponibilidad de dólares que generó en el mercado argentino congeló la cotización de la divisa y llevó a que los inversores busquen alternativas con bajo riesgo pero que mejoren su rendimiento. Para ello, uno de los instrumentos más consultados por el segmento minorista fue el de los Fondos Comunes de Inversión (FCI) en dólares.
Según datos de la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión, el volumen operado exclusivamente en moneda norteamericana creció más del 400% en lo que va del año, para llegar a los casi USD 3.000 millones, un 10% del mercado total de FCI.
«Ocurre que para aquellos que buscan un portafolio diversificado de instrumentos públicos y privados en dólares, los Fondos Comunes de Inversión representan una inversión atractiva, con el beneficio de poder contar con la disponibilidad del dinero en 72 horas», señaló Nora Trotta, presidente de Megainver.
«Los FCI hard dólar, es decir solo constituidos en moneda norteamericana y con retorno en dólares, como el Fondo Megainver Renta Fija Dólares, son una opción atractiva para estos inversores ya le ganan a las Letras del Tesoro en dólares en rentabilidad: un 4,5% anual versus un 3% de las LETES. Y también buscan superar los rendimientos de los plazos fijos en dólares», expresó Trotta.
Por supuesto que la integración de FCI es muy variada y ofrece alternativas más allá de los dólares. Existen fondos especialmente diseñados para compañías de seguros, fondos en pesos cuyo rendimiento supera al tradicional plazo fijo, o fondos respaldados en UVA, la Unidad de Valor Adquisitivo establecida por el Banco Central para impulsar el mercado inmobiliario, y de la que Megainver es la primera gestora del mercado.
Trotta explicó que «Argentina tiene un largo camino para recorrer» en cuanto a este tipo de instrumentos financieros, pues los activos bajo administración de los FCI alcanzan en la Argentina un total $476.000 millones o USD 29.750 millones, lo que representa aproximadamente 4,5% del PBI. En la región, estos fondos significan una tasa muy superior: 40% del PBI en Brasil, 17% del PBI en Chile y 10% en México.
Desde el sector estiman que el inversor continuará eligiendo este tipo de vehículos, particularmente de cara al segundo semestre del año, ante posibles variaciones del tipo de cambio, en el contexto del proceso electoral de agosto y octubre en Argentina.
Miguel Kiguel, vicepresidente de Megainver y socio de Trotta desde que crearon la firma en 2012, afirmó que en este segmento «los bancos tienen una gran ventaja, pues para quien ya es cliente, con un solo clic puede operar en esta alternativa financiera. Por eso nosotros, que no tenemos clientes cautivos, tenemos que ofrecer un plus con nuestros productos».
La facilidad en la operatoria, hoy respaldada por dispositivos digitales, es otro de los puntos fuertes de los FCI. «En los fondos comunes es muy fácil pasarse de un fondo a otro», indicó Kiguel. «Es un instrumento que cada vez se va a difundir más, en especial porque se puede operar a través de una plataforma digital», aportó Trotta.
En el último año los FCI más que duplicaron los montos negociados. Y en 2017 el crecimiento estuvo impulsado más por los clientes minoristas que por las empresas. Esto se debe a que estos instrumentos permiten que con un bajo capital inicial de USD 1.000 los ahorristas puedan acceder a una alternativa hasta ahora reservadas a grandes inversores