Primera Parte: Los Ingresos
Una máxima muy repetida en la administración de empresas dice “No se puede mejorar lo que no se puede medir”. En el caso de la administración financiera personal y familiar, podemos decir que el principio aplicado es el mismo.
Comencemos con una autoevaluación. Intente responder a las siguientes preguntas:
- ¿Sabe usted en qué se gasta la mayor parte de su ingreso?
- ¿Ahorra o Invierte todos los meses una parte de su ingreso?
- Si tuviera un gasto imprevisto, ¿Podría hacerle frente sin problemas o le complicaría mucho sus finanzas personales?
- Si mañana perdiera su fuente de ingresos, ¿Cuánto tiempo podría seguir manteniendo su nivel de vida actual?
Robert Kiyosaki, autor del Bestseller ‘Padre Rico, Padre Pobre’ afirmaba que la riqueza de una persona no se mide en dinero sino que se mide en tiempo, es decir, tu riqueza depende del tiempo que podrías vivir manteniendo tu nivel de vida actual pero sin recibir un ingreso por el cual tuvieras que trabajar. Kiyosaki utilizaba esta frase para enfatizar la importancia de generar ingresos residuales, lo cual no es el objetivo de este artículo, pero en nuestro caso nos sirve para ponernos en perspectiva acerca de si estamos viviendo ‘al día’ o si por el contrario, estamos creando las bases de una vida financiera saludable.
Todos tenemos objetivos financieros a mediano y largo plazo: Comprar una casa o un auto, salir de deudas, viajar, estudiar, etc pero la pregunta clave en este caso es: ¿Estoy haciendo hoy lo que me va a permitir alcanzar esos objetivos financieros en el futuro? Por desgracia, muchas personas ven pasar los meses sin lograr acercarse al menos un poco a la conquista de sus objetivos y la razón de eso es que el dinero simplemente “se les va” en gastos diarios. El dinero ‘no se va’, simplemente lo gastamos mál.
Sea cual sea nuestra situación económica, el presupuesto es la herramienta imprescindible para tomar el control de nuestras finanzas personales. Si queremos ser eficientes en el uso de nuestro dinero, primero tenemos que saber con cuánto dinero contamos y en qué lo gastamos.
Generalmente nos suele suceder que “Nuestros gastos mensuales se expanden hasta cubrir el total de nuestros ingresos” (Derivación de la famosa Ley de Parkinson). La razón por la que creamos un presupuesto es la de auto-administrarnos para que eso no nos suceda.
¿Para qué sirve un presupuesto? A grandes rasgos, los objetivos de un presupuesto son los siguientes:
- Saber en qué se gasta el dinero.
- Priorizar los gastos.
- Reducir o eliminar las deudas.
- Destinar una parte de nuestros ingresos al ahorro o la inversión
- Si se está en pareja, evitar discusiones.
- Tener un fondo para emergencias.
- Vivir dentro de nuestras posibilidades, con la tranquilidad que esto supone.
- Hacer previsiones de futuro.
- Llevar un seguimiento y control para no desviarnos de nuestros objetivos.
Paso 1: Identifique sus ingresos
Este paso suele ser sencillo ya que desafortunadamente la mayoría de las personas tienen una sola fuente de ingresos y múltiples fuentes de gastos.
Los ingresos habituales que suelen tener las personas son:
- Salario en el caso de ser empleado
- Utilidades derivadas del propio negocio (Emprendedor)
- Jubilación o pensión en el caso de jubilados y/o pensionados
- Pensiones alimentarias en el caso de padres divorciados
- Intereses de plazos fijos, bonos o dividendos de acciones
- Ingresos extras derivados de una actividad secundaria (Trabajo Freelance o cualquier actividad que se realice por cuenta propia al margen de la actividad principal)
Siguiendo la regla de Pareto es muy sencillo deducir que de todos los ingresos que usted tiene (Si es que tiene más de uno) seguramente habrá un ingreso que le representa el 80% o más del ingreso total. Téngalo en cuenta como algo una señal de alerta, algo que en el futuro deberá corregir. Por más seguro que parezca un trabajo o un negocio propio, lo más riesgoso que una persona puede hacer en el siglo XXI no es invertir en la bolsa o gastarse todo lo que tiene, es depender de una sola fuente de ingresos para subsistir. Tiene que poner en práctica su creatividad, educarse y crear un plan que le permita generar múltiples fuentes de ingreso. En futuros informes hablaré más profundamente de este tema.
Una vez detectados sus ingresos pasemos a la parte más dolorosa.
Los gastos (Serán tratados en la Parte 2 de esta serie de informes)