La CNV limitó la cantidad de dólares que se puede operar con Bonar 30 y Global 30, los títulos que eran más utilizados para compra y venta de divisas.
El reciente refuerzo a las trabas cambiarias hizo que las empresas e inversores grandes tengan que cambiar de instrumentos a la hora de dolarizarse. La Comisión Nacional de Valores (CNV), el ente regulador del mercado de capitales, puso un tope a la cantidad de bonos que se puede operar con el objeto de reducir el flujo de pesos que se cambian por moneda dura en la Bolsa porteña. Pero dejó sin restricciones a las Letras del Tesoro, que al tener cotización tanto en moneda local como en divisas, permiten pasar de pesos a dólares y de vuelta como cualquier título soberano. El resultado es que se formó una nueva cotización financiera paralela del dólar, más cara que el MEP y el contado con liquidación intervenidos, pero que permite a los grandes jugadores manejarse a sus anchas.
Los topes de 50.000 nominales para bonos regidos por los tribunales argentinos y 50.000 nominales para bonos regidos por la Ley de Nueva York frenaron las operaciones cambiarias que se realizan en la Bolsa, al menos las grandes. Esos montos máximos permiten mover en torno a USD 30.000 y USD 35.000 por semana, una cifra más que interesante para minoristas pero pequeña para el mercado. En los hechos, esto hizo que el dólar MEP y el dólar contado con liquidación visibles se mantengan a raya por la vía de la represión de la demanda.
Sin embargo, las nuevas trabas dejaron afuera instrumentos que pueden ser igual de prácticos para realizar operaciones cambiarias. Por eso, el mercado de a poco se está volcando al segmento de negociación bilateral (SENEBI) donde los topes no aplican, pero las operaciones son más opacas, y a un activo que quedó libre de topes.
Se trata de las letras del Tesoro que el ministro de Economía, Martín Guzmán, coloca periódicamente en el mercado para tratar de conseguir el financiamiento necesario para cubrir el déficit. Más específicamente, el interés de los inversores se volcó a las Letras del Tesoro Nacional a Descuento (Ledes), títulos a tasa fija que cotizan tanto en dólares como en pesos en el mercado local.
El procedimiento que siguen quienes quieren dolarizarse por esta vía, o a la inversa quienes buscan vender dólares al mejor precio posible, es similar al que se utiliza para operar MEP o contado con Liquidación.
Los compradores usan pesos para comprar la Ledes más corta, es decir la de vencimiento más cercano en el tiempo, y luego revenden esa letra a cambio de dólares. Es la que vence el 30 de julio y que opera en pesos bajo el código S30L1. Ayer operó un récord de $2.230.370.149 millones en contado inmediato, el plazo más usado para operaciones cambiarias.
Si el destino de las divisas es el país, pueden hacerlo al día siguiente porque el plazo de parking es de 24 horas vendiendo a cambio de dólares a través del código SL1D, bajo el cual cotiza en moneda dura en el mercado local. Es, en los hechos, una forma de dólar MEP y al cierre de ayer costaba $167,72 por dólar (muy cerca de los $165,79 que costaba el dólar MEP tradicional hecho con el bono Bonar 2030).
En el caso de querer girar esos dólares al exterior, en cambio, el plazo mínimo de espera es de 48 horas, un día menos que antes de las nuevas regulaciones y bajo el código SL1C (Cable). En ese caso, el precio por dólar que se pagaba al cierre del lunes era de $178, bastante lejos del $166,16 que costaba el contado con liquidación tradicional en el mismo momento.
¿Por qué inversores pagan más por dólar si tienen a disposición al MEP y al contado con liquidación hasta $10 más barato? Porque no hay límite a la cantidad de dólares que se pueden operar.
“Además lo usan quienes no llegan al volumen mínimo de USD 350.000 que exigen las sociedades de Bolsa para operar en SENEBI”, explicó Mauro Cognetta, asesor financiero.
Así, las medidas de la CNV para limitar el monto operado en dólares financieros multiplicaron los tipos de cambio más que cortar las operaciones. El dólar financiero subió, sólo que al menos en estos primeros días la gran cantidad de cotizaciones hace más difícil ver la disparada.
El “dólar Ledes” es sólo uno de los que ganaron importancia tras las nuevas trabas. Así como se pasó a operar con ese,las transacciones en SENEBI también se dispararon y las acciones de empresas que cotizan tanto en el país como en Wall Street, además, permiten también cambios de moneda muy ágiles.