Se trata de la “Alcancía UVA” o “Caja de Ahorro UVA”, disponible como instrumento desde 2018 pero muy poco ofrecido por los bancos. Es más conveniente que los plazos fijos ajustados por el mismo índice, porque permiten disponer de los fondos a diario después de los primeros 90 días
Con controles de cambio todavía férreos y datos de inflación en torno al 4% cada mes, la preocupación de los ahorristas pasa cada vez más por tratar de proteger sus ahorros, y hasta sus saldos bancarios, del avance de los precios. En base a la normativa vigente desde 2018, las entidades financieras tienen la posibilidad de ofrecer cajas de ahorro ajustadas por UVA que, a diferencia de los plazos fijos, permiten mantener el dinero a cubierto del avance del índice de precios al consumidor por tiempo indefinido. Pero muy pocas las ponen a disposición de sus clientes.
El mes pasado los plazos fijos UVA superaron por primera vez los $100.000 millones de stock, a medida que los ahorristas corren a refugiarse de la inflación. La normativa vigente los obliga a ofrecer esos depósitos a plazo que, si bien ganan adeptos, tienen una aceptación limitada entre el público porque tienen un plazo mínimo de 90 días y, una vez vencidos, cualquier renovación es por otro plazo de 3 meses.
Sin embargo, desde 2018 los bancos tienen la posibilidad de ofrecer otro tipo de depósito ajustado por UVA que no es obligatorio. Se trata de la “Caja de Ahorro UVA” o “Alcancía”, que si bien inmoviliza el dinero en los primeros 90 días, a partir del día 91 los ahorros pasan a ser de libre disponibilidad sin dejar de devengar el avance del UVA más una tasa que llega hasta el 2% anual. Es decir, es dinero que pasados los primeros tres meses se puede retirar a diario, usar para pagos y transferencias, pero cuyo saldo remanente se va ajustando a diario por el avance del nivel general de precios.
La mayoría de los bancos privados tienen la opción disponible en su menú, aunque no la promocionan ni la exhiben. Es porque se trata de una alternativa para tomar depósitos de sus clientes que les resulta muy poco conveniente.
“Los bancos estamos obligados a tomar plazos fijos UVA, no cajas de ahorro UVA. Pero si viene un cliente y lo pide, lo tenés. Y es entendible, porque es una forma lógica de cubrirse contra inflación. Pero el tema de fondo es que no se promociona, no tenés activos donde colocar esa plata”, dijo una ejecutiva de una entidad privada que admitió que tienen saldos de clientes colocados en esa modalidad pero que son montos pequeños en el general del fondeo de la empresa.
“Las tasas reales son tan negativas que no tenés instrumentos dónde colocar ese fondeo y no perder plata. Un 4% mensual es más de 40% anual y hoy, salvo descubierto en cuenta corriente, no tenés muchas líneas de crédito que te rindan eso. Y al crédito ajustado por UVA no lo toman los clientes, porque hay tanta incertidumbre sobre el trabajo o sobre si el salario se va a ajustar según la inflación que prefieren no tomar el riesgo. Se ha aprendido eso, porque los que tomaron esos créditos hoy están sufriendo para pagar”, agregó.
El atractivo de una caja de ahorro UVA, más allá de que tiene la dificultad inicial de no poder contar con el dinero en los primeros 90 días del depósito, está en que permite que con el tiempo los ahorristas vayan protegiendo sus saldos en caja de ahorro de la licuación diaria que sufren por la inflación. Por ejemplo, con sólo colocar montos menores cada mes, en pocos meses se pueden tener saldos “líquidos” -disponibles para usar de inmediato- que se ajustan por UVA más tasa.
“La caja de ahorro UVA es una muy buena alternativa para tener en cuenta, sobre todo en estos momentos donde es tan difícil ganarle la batalla a la inflación y hay muy pocos instrumentos que nos permitan lograrlo”, dijo Giselle Colasurdo, especialista en mercados de capitales y creadora del canal de Youtube Aprendé a Invertir.
“El más conocido es el plazo fijo UVA, pero el hecho de tener que mantener el capital inmovilizado por 90 días en cada renovación lo hace bastante inflexible (por más que existe la opción de cancelación anticipada, que en caso de optar por ella terminamos obteniendo una tasa inferior a la del plazo fijo tradicional). Con la caja de ahorro UVA tenemos una mayor flexibilidad y la tranquilidad de saber que el dinero que tenemos depositado allí crece a la par de los precios”, agregó la especialista.
Como no lo promocionan en sus páginas web, para poder encontrar la alternativa los clientes tienen que consultar uno por uno a los bancos. Entre las pocas entidades que lo ofrecen en su menú de alternativas de ahorro que hacen pública en sus páginas de Internet están el Banco Provincia y el Banco Nación. Pero, en el caso de este último, la entidad no permite colocar este tipo de depósito a través del home banking: sólo en forma presencial en ventanillas de la entidad.
El desincentivo de tener que depositar en forma presencial, algo engorroso y más aún en pandemia, no es raro entre el resto de los bancos.
El Provincia, por su parte, permite hacer todo el proceso en forma online. Paga una tasa de 2%, por sobre el ajuste de capital de acuerdo a la variación del UVA. “Podrás optar por mantener el dinero en tu cuenta, cumplido el plazo mínimo de 90 días, el cuál seguirá actualizándose en función del valor UVA más su tasa de interés, pudiendo retirarlo el día que vos quieras”, explica el banco en su web.
Según detallaron desde la entidad bonaerense, una vez cumplidos los 90 días, son fondos de libre disponibilidad. “Se continúa abonando UVA en forma diaria y mensualmente una tasa del 2% (dos por ciento), Tasa Nominal Anual (T.N.A.), en concepto de intereses, sobre el saldo que arroje la cuenta diariamente desde la fecha de su imposición hasta el día inmediato anterior a su retiro”, explicaron y aseguraron que tienen $151 millones depositados en cajas de ahorro UVA.
“Este producto se encuentra disponible desde junio de 2018. Desconocemos porqué la banca privada no ofrece este producto”, agregaron desde el Banco Provincia.