Muchos operadores obedecen las órdenes para no irritar a las autoridades, pero reemplazaron a los títulos de la deuda por acciones para conseguir las mismas operaciones en el mercado
Ayer cortaron cupón los bonos de la deuda en dólares que se pagarán el viernes 9 de julio. Es el primer pago tras la reestructuración de la deuda del año pasado que hará Martín Guzmán, el ministro de Economía. Son USD 154 millones que corresponden a los bonos Globales con ley extranjera que vencen entre 2029 y 2046 y los Bonar con ley local que vencen desde 2029 a 2041, además de una pequeña porción de títulos en euros que tienen la sigla GE.
Fuera de esta novedad, la rueda de ayer estuvo condicionada por la Comisión Nacional de Valores (CNV) que siguió llamando a los agentes de Bolsa más grandes para pedirles que se mantengan alejados del AL30, el título que utilizan para intervenir en el mercado de dólares financieros. Los agentes, en su mayoría, obedecieron la orden para no irritar a la autoridad monetaria, pero reemplazaron a los bonos por los Cedear o ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares en la Bolsa de Nueva York- y eludieron las restricciones, aunque el costo es más alto porque la comisión por operar contra bonos es de 0,01% y para los certificados es de 0,08. En las cantidades que se negocian, es una diferencia enorme porque debido al costo de entrada y salida, esa comisión se duplica y la diferencia es de 0,16 a 0,02%. Es un mecanismo que van aceitando porque ven venir el aumento del parking, como se denomina a los días que deben mantener en su poder a los bonos antes de venderlos. Ese plazo ahora es de 3 días y podría ser elevado a 5.
Lo cierto es que el contado con liquidación por la intervención del Banco Central tiene una absurda diferencia con el dólar MEP. En otras palabras, por este mercado enviar dólares al exterior es apenas $1 más caro. En cambio, en el mercado donde se opera con el bono GD30 y no hay restricciones de montos, la diferencia entre ambos dólares es de $5, un costo más lógico para colocar los dólares en cuentas extranjeras.
A pesar de disuadir a los operadores para que no utilicen el AL30, las operaciones le costaron USD 7 millones de las reservas porque compra los bonos contra dólares y los revende más barato contra pesos. La venta en moneda local fue de $4.509 millones que equivalen en USD nominales en bonos a USD 80 millones. La diferencia entre lo que vende y compra es porque toma la cotización del dólar al tipo de cambio de referencia de casi $ 96.
El problema es que en la plaza formal donde ningún inversor puede tener un saldo a favor superior a USD 38.000 nominales por semana (menos de USD 10 mil cash), el MEP cotizó a $ 166,20 (+ $ 0,22) y el contado con liquidación -que abrió a $ 171- terminó a $ 167,04 (+$ 0,22) con menos de la mitad de volumen habitual por las restricciones extra mercado que impuso la Comisión de Valores a las grandes manos. Pero en la plaza del bono GD30, el MEP aumentó $ 1,10 a $ 168,63 y el contado con liquidación subió 34 centavos a $ 173,16.
El “blue” sumó $ 1 en el mercado libre y terminó la rueda en $ 172. En la plaza mayorista, el dólar subió 2 centavos a $ 95,95 y el Banco Central compró USD 40 millones con lo que las reservas aumentaron USD 31 millones a 42.759 millones. El oro con un alza de 0,50% a USD 1.803 dólares por onza troy, contribuyó a la suba de las reservas.
El problema que tiene la Argentina es que su retraso cambiario hasta ahora era coherente con la caída del dólar en Brasil, lo que representaba que el principal socio comercial también anclaba su moneda. Pero en julio esta tendencia finalizó y el dólar acumula alzas de 5% en lo que va del mes. Ayer cerró a 5,26 reales. El último día de junio, valía 4,97 reales.
En su informe semanal, Buenos Aires Valores (BAVSA) alertó que, en el mercado de futuros, los inversores aumentaron las tasas a partir de agosto. Esto significa que, desde ese fin de mes en adelante, apuestan a un dólar más caro que el que surge del actual ritmo de devaluación. Los inversores apuestan a 90 días a un dólar que sube a un ritmo de 37,9% anual contra una devaluación de 29,5% para los meses previos. Las elecciones están jugando un rol importante y son pocos los que creen que el anclaje se pueda mantener hasta fin de año.
El informe de BAVSA, señala, además, que aumentaron los rendimientos de las Lecer a 3% (Letras del Tesoro que ajustan por el costo de vida) y esto significa que el mercado apuesta a una reducción en la tasa de inflación hacia el futuro.
Por otra parte, los bonos en dólares que cotizan en el exterior quedaron sin cambios, mientras la tasa de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que son la referencia para calcular el riesgo país, bajaron 1,32% por la suba de su cotización. El resultado fue que el riesgo país quedó sin cambios y está en 1.604 unidades.
La Bolsa volvió a bajar. El monto de negocios fue de $ 895 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, cedió 0,28%. Los más afectados fueron la cementera Holcim (-4,95%), seguido de CableVisión (-2,81%) y Comercial del Plata (-2,40%). En este mercado hubo pocos ganadores entre los que se cuentan Pampa Energía (+2,76%), Loma Negra (+0,75%) y Grupo Galicia (+0,62%). Algunas de las empresas están recomprando sus acciones porque están en precios exageradamente bajos.
Los ADR’s operaron $ 2.201 millones impulsados por las operaciones de contado con liquidación. Las bajas fueron lideradas por Bioceres (-9,66%). Entre las subas lo mejor pasó por Ternium (+5,01%).
Hoy es la última rueda de la semana y nadie duda que seguirá la embestida contra el dólar a pesar de que el Banco Central compra indiscriminadamente y trata de disuadir por métodos no convencionales a los operadores. El problema es que a través del contado con liquidación crece la fuga de capitales de la Argentina.