El blue se cortó sólo y subió más que los dólares implícitos en bonos, como el contado con liquidación. La brecha con el oficial llegó así al 78%, su nivel récord desde mayo de 2013, y la que lo separa del contado con liquidación llegó al 11,3%. En el mercado formal, las trabas a compras de importadores redujeron el volumen y el Banco Central tuvo que vender u$s 20 millones.
El dólar paralelo se cortó sólo ayer con una suba 35 centavos que lo llevó a un nivel récord de $ 15 por unidad y que lo alejó tanto de las cotizaciones implícitas en bonos, como el “contado con liquidación”, como del dólar oficial. La suba tuvo lugar un día después de que el Banco Central (BCRA) esterilizara casi $ 9.500 millones vía Lebac en una señal que no alcanzó para frenar la dolarización de carteras y llevó a la brecha cambiaria al 78%, su nivel más alto desde mayo del año pasado.
Con subas generalizadas, la constelación de cotizaciones paralelas del dólar se completó con un “contado con liqui” implícito en la acción de Tenaris a $ 13,46 (una suba diaria de 2 centavos), un “dólar Bolsa” implícito en Boden 2015 de $ 13,68 (una suba de 4 centavos) y al oficial mayorista en $ 8,417 (1,4 centavo por encima de la rueda previa).
Hasta ayer, las cotizaciones paralelas parecían subir a la par. Pero la falta de billetes físicos incluso en el mercado ilegal hizo que el precio blue se desmarcara.
“Se quedaron sin reposición las cuevas, no hay mercadería grande y la buscan a un precio más alto”, explicó un corredor bursátil. “En $ 15 apareció la oferta y creo que en esta zona puede haber pelea, con más dólares ofrecidos”, agregó el mismo operador.
El último precio informado era de $ 15,05 para la venta y $ 14,95 para la compra. Así, la brecha entre el liqui y el blue pasó del 9,3% al 11,3%.
El “contado con liquidación” es una maniobra legal para comprar y vender divisas (y fugarlas del país) que consiste en usar pesos para comprar un bono soberano y luego venderlo fuera del país a cambio de dólares. El “dólar bolsa” es lo mismo pero hecho en forma íntegra en el país. El costo por dólar de hacer esa maniobra da como resultado un tipo de cambio.
Tras el default por vía judicial del 30 de julio pasado, el BCRA asfixió al mercado formal a niveles desconocidos desde la imposición del cepo. Con la expectativa de una salida a los mercados truncada por el revés judicial en Nueva York, el torniquete a las compras de empresas que deben girar dividendos al exterior e importadores se apretó al máximo.
Primero, las negativas a operaciones se multiplicaron. Luego, la mesa achicó un monto a partir del cual las compras deben ser programadas con antelación, de los u$s 300.000 a la mitad de esa cifra. La semana pasada, además, puso trabas a los adelantos de pagos de importadores. El resultado fue una caída en los volúmenes operados en el mercado formal.
Ayer se movieron sólo u$s 128 millones en el MEC y el Siopel, las dos plazas mayoristas locales. Antes del cepo, en 2011, sólo el Siopel promediaba casi u$s 400 millones diarios.
La sequía obligó ayer al BCRA a vender u$s 20 millones que, combinados con pagos de importaciones energéticas por unos u$s 27 millones, aunque sin dañar reservas, que quedaron en u$s 28.265 millones.
Con el mercado oficial cerrado en forma definitiva, el volumen se trasladó a los bonos.
“Hoy la Bolsa es el nuevo mercado libre y único de cambios”, dijeron ayer en una mesa bancaria. Según operadores consultados, importadores y empresas que no encuentran destino para sus pesos excedentes se pelean por comprar dólares a través del “contado con liqui”. El volumen diario operado en las 13 ruedas del mes promedia u$s 625 millones, un nivel récord en lo que va de este año.