El documento indica que con un escenario de inflación creciente, estable o decreciente, las pyme perderán entre 400.000 y 1,2 millón de trabajadores este año perderán entre 400.000 y 1,2 millón de trabajadores este año
En el contexto de “estanflación” que atraviesa la economía actualmente, este año se presentará sin escapatoria para las pymes que deseen mantener el plantel completo de sus trabajadores. Con un escenario de inflación creciente, estable o decreciente, en este segmento se perderán entre 400.000 y 1.200.000 puestos de trabajo, según un informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOP) dado a conocer ayer.
Según el documento, la Argentina hoy se encuentra en el dilema de tener que optar entre combatir la inflación o sostener el crecimiento, ya que “ambas hoy son imposibles” y claramente parecería estar optando por contener el alza de precios. La decisión de avanzar en el recorte de los subsidios y la política general de ajuste indicaría que la política de expansión del gasto doméstico, que fue eje de la gestión kirchnerista durante la última década, llegó a su fin. “Si la política pública lograra por esta vía bajar la inflación, el desempleo aumentará”, consignó el informe.
La desocupación en las pymes manufactureras y de servicios crecería entre 2 y 4 puntos porcentuales, si la inflación logra contenerse y se ubica este año en torno al 30% a 35%. Si, por el contrario, el alza de precios se acelera y el Gobierno convalida esta tendencia –implica aceptación de que los empresarios trasladen a precios la totalidad de sus incrementos de costos– el empleo en las pyme podría caer 1%, según la fundación.
El Gobierno intentará paliar esta situación mediante el proyecto de ley enviado al Congreso para fomentar la formalización laboral y, al mismo tiempo, sostener el empleo. Se trata de una iniciativa que contempla la rebaja de las contribuciones patronales para las pyme y micropyme.
Si se desagrega por sectores, las perspectivas de empleo son diferentes entre las empresas industriales y las que ofrecen un servicio exportable, como por ejemplo las de software. La devaluación de fines de enero potenció las oportunidades de este sector, pero para las firmas manufactureras el impacto fue neutro. Las pymes que están muy focalizadas en el mercado interno no tienen buenas perspectivas para este año.
El informe también afirma que la “alta inflación obliga a las pymes a renegociar mensualmente los contratos con clientes y proveedores y, en consecuencia, a postergar cualquier plan de inversión que no sea amortizable en el cortísimo plazo.
El impacto de la devaluación en los costos también fue motivo de estudio por la FOP. Mediante un ejercicio realizado en base a encuestas entre las pymes industriales, la entidad concluyó que las importaciones de estas empresas representan, en promedio, el 7% de su valor de producción. “El conjunto de insumos importados representan menos del 20% del gasto total de las pyme en bienes intermedios”, aunque son “insustituibles por producción nacional”, dice el informe, al tiempo que aclara que el control de las compras al exterior que rige desde 2012 afectó negativamente al 64% de las firmas para importar insumos o bienes de capital.
Informe de la UIA
La actividad industrial creció en febrero apenas 0,2% respecto de igual mes del año pasado y de 0,3% en relación con enero, según la medición del Centro de Estudios Económicos (CEU) de la UIA. En el bimestre, el sector manufacturero acumula un alza del 0,2%. “El sector industrial continúa mostrando un cambio de tendencia con caídas en su nivel de actividad desde octubre pasado”, enfatizó la UIA. En febrero, casi todos los rubros mostraron alzas porque la base de comparación de 2013 era baja.